La Biblia afirma que Abraham era amigo de Dios, así se puede leer en Santiago 2:23, Isaías 41:8 y 2° Crónicas 20:7. Para formar esa amistad Abraham debía aprender a confiar totalmente en Dios. Y el Señor cultivo la fe de Abraham en tres formas:
- Otorgándole grandes promesas: Heredar la tierra prometida y ser una gran nación.
- Sometiéndolo a pruebas.
- Dándolo a conocer como ejemplo para las naciones.
Podemos separar en cinco las etapas (pruebas), los acontecimientos más relevantes que vivió Abraham para ser formado en su carácter.
Primera prueba: En Génesis 12:1-9 podemos leer que Dios llama y manda a Abraham a dejar su familia. La primera prueba de Abraham fue separarse de su patria y familia, tenía que darle la espalda a la idolatría que se acostumbraba en ese lugar para así tener comunión con Dios.
Asi la vida de fe de Abraham comienza con la obediencia y la separación. Abraham no cuestionó salir de su casa, a pesar de no saber a dónde ir como podemos leer en Hebreos 11:8: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”.
Segunda prueba: Génesis 12:10-20 relata que estando Abraham en la tierra que Dios le había prometido hubo falta de alimento, así que él con su esposa fueron a Egipto. Estando allí por miedo a perder su vida dice una media mentira, dijo que Sara era su hermana, cuando en realidad eran medios hermanos (leer Génesis 20:12).
¿Estaba Abraham falto de fe? Podemos entender que estaba siendo entrenado por Dios, no podemos olvidar que la Biblia llama a Abraham el padre de la fe.
Tercera prueba: Lot era sobrino de Abraham y ambos salieron juntos de Ur. Los dos tenían una gran cantidad de ganado y eso produjo contiendas entre sus siervos a causa de las tierras. Abraham propuso a su sobrino separarse pues temía que haya peleas entre ambos, por derecho le correspondía a Abraham elegir las tierras, pero él dice a Lot “somos hermanos” y dejó que su sobrino eligiera. En ese acto podemos ver a Abraham como un hombre humilde y generoso.
Una característica de un hombre de fe es la generosidad.
Cuarta prueba: En Génesis 14 se lee que la cuidad donde estaba Lot fue atacada y que Lot fue llevado prisionero junto a varias personas. Al enterarse Abraham tomó 318 varones y fueron a liberar a Lot y a los que con él estaban prisioneros.
Se ve a Abraham como un hombre que no era indiferente a los sufrimientos de los que estaban a su alrededor, estaba dispuesto a proteger a su sobrino y a los de Sodoma.
Las personas que se mantienen separados de la pecaminosidad son los que actúan con prontitud a socorrer a los que están en tiempos de crisis.
Quinta prueba: Génesis 16 nos relata que Abraham y Sara, a pesar de la promesa de Dios que su descendencia será como la arena del mar o las estrellas del cielo. Ellos trataron de ayudar a Dios para que se cumpliese esa promesa. Pero Dios quería que ellos supieran que el cumplimiento de la promesa no sería el resultado de esfuerzos humanos, si no pura gracia de Dios. La mala decisión que ambos trajo consecuencias muy tristes para Israel. Esto nos muestra que podemos provocar consecuencias lamentables e irreversibles si pensamos que podemos ayudar a Dios en sus planes.
Tras revisar las principales pruebas que Abraham tuvo que pasar, podemos ver que para forjar una amistad se necesita tiempo, lealtad y confianza. Así fue para Abraham para ser conocido por la historia de la fe.
Abraham es llamado el padre de la fe, pero también es llamado amigo de Dios. No fue fácil tuvo que pasar circunstancias que a simple vista pareciera que falló, pero el hecho de salir de Ur dejando toda su familia y lo que tenía obedeciendo la promesa que Dios, habla de este varón como varón de fe.
Entendemos que a la voz de Dios ninguno puede quedar indiferente, cuando Dios nos llama es camino seguro. Si, habrán fallas de parte nuestra, pero es parte del crecimiento, es parte del propósito. La Biblia muestra a lo largo de todo su contenido que los hombres fallamos, pero la lealtad a Dios está por encima y más allá de nuestro entendimiento.
Responder al hermoso llamado de pertenecer a esta gran nación, entrar por la puerta que nuestro Señor Jesucristo abrió es un gran paso, tal vez nunca seremos llamados amigos de Dios, pero en Cristo si somos llamados hijos.
Anime su corazón, el Fiel y Verdadero está a la puerta y está por llamar a su pueblo. Cristo viene, Dios le bendiga.
Corazones transformados por Cristo 