¿Somos guiadas por nuestras emociones?

Hna. Mery: Se entiende por emoción el conjunto de reacciones orgánicas que experimenta un individuo cuando responden a ciertos estímulos externos que le permiten adaptarse a una situación con respecto a una persona, objeto, lugar, entre otros.

Las emociones son las causantes de diversas reacciones orgánicas que pueden ser de tipo fisiológico (por ejemplo una molestia), psicológico o conductual, es decir, son reacciones que pueden ser tanto innatas como estar influenciadas por las experiencias o conocimientos previos. Por ejemplo el miedo a una araña, quién al verla se sobresalta.

Emociones primarias o básicas: son aquellas que son innatas y que responde a un estímulo. Son: ira, tristeza, alegría, miedo, sorpresa, rechazo.

Emociones secundarias: son aquellas que se generan luego de una emoción primaria, vergüenza, culpa, orgullo, ansiedad, celos, esperanza. Todo ser humano tiene emociones.

Un sentimiento, es una emoción ligada a un pensamiento.

Raquel empezó a maquinar y a alimentar su emoción de tristeza por no tener hijos, sus celos. Ella tenía envidia, ese es el nombre de lo que ella tenía. Raquel no reconoció su envidia por los hijos de Lea. Engañada no pudo tener una vida plena en su matrimonio.

Pastora Eliana: Aquí vemos una verdad, hay emociones que son verdades.

Hna. Mery: Por otro lado Lea se sentía rechazada, despreciada, ella pensó que si le daba hijos a Jacob iba a ser amada, (aceptada). Gracias a Dios vuelve en sí y agradece a Dios, como lo vemos en el nombre de su último hijo, Jehová sea alabado.

Pastora Eliana: una emoción que dejó entrar en el corazón, y se entronó hasta que dejó de luchar y lo entregó al Señor.

Hna. Mery: En Lea vemos una mujer que tomó esa emoción y en el Señor tuvo victoria.

En Lucas 10, podemos ver a Marta y María. Marta con “orgullo” contra su hermana al verla a los pies de Jesús. Ella se molesta porque tiene que ver con una acción que vio en María.

Pastora: Marta tenía un ego camuflado, orgullo y se demostró con enojo, envidia tal vez.

Tiene que ver con lo que somos. Nos dejamos llevar y nos hacernos daño, sin darnos cuenta somos arrastradas por emociones equivocadas.

Pastora: Debemos ser mujeres guiadas en el Espíritu, muchas veces traspasamos los sentimientos a nuestras generaciones, así como Lea.

El Hijo pródigo se fue de casa, cuando el corazón está turbado nos acordamos y volvemos en sí. Este hijo volvió y pensó en lo correcto, en la casa de su Padre, y salió a buscarle.

¿Cuáles fueron las emociones del hijo pródigo, cuánto tiempo habrá estado con eso?

Abigail canalizó bien sus emociones, teniendo ese dominio propio, fue donde David. Ella se no quedo así, y con sabiduría y paz llevó provisiones ante David. Seguramente tenía emociones fuertes, sin embargo hizo lo correcto.

Pastora Eliana: Ser plomadas por Cristo es ser mujeres templadas, que sepamos responder a situaciones difíciles. Muchas veces he querido llorar y decir ¿por qué Dios no lo evitó?

Mi esposo se enfermó de peritonitis, y el Señor me preguntó ¿qué vas hacer? Y respondí, tendré que trabajar y mis hijos tienen que salir del colegio. Y Dios me dijo: Yo trato con él. Debemos pararnos como una mujer cristiana y llorar con convicción, no con una emoción descontrolada porque el Espíritu de Dios nos da dominio propio.

Las emociones se controlan con el Señor, con la guía de su palabra, creyéndole.

Hna. Mery: Después de la muerte de mi hermana, me avisaron que mi hermano mayor estaba enfermo, entonces me tiré al piso llorando. Y usted me dijo que reaccionara. Esa emoción era tan fuerte en mí, que me dominó e incluso dejé de confiar en el Señor. Entré en incredulidad, y en el dolor de lo ocurrido con mi hermana me dejé embargar por esa emoción.

Pastora Eliana: por más que te desesperaste, ¿que podías hacer? ¿En lugar de ir a los pies del Señor y orar? Todas tenemos que ser maduras en la fe, porque podría entrar un espíritu de Depresión. Debemos analizar qué obra de la carne está y llevarla a la cruz. Por ejemplo: el ego de Marta.

Hna. Daniela: Nuestras emociones las llevemos a él, como mujeres, pasamos por distintos períodos como embarazos, y en todos están las emociones. Si le dijéramos no a las emociones seríamos robots. Pero cuando fue la caída, todo se contaminó con el pecado. Ahora nuestras emociones son pecaminosas. Pero podemos descansar en el Señor. Si dejamos que ellas nos gobiernen, nos llevarán a tomar decisiones con consecuencias irreversibles en algunos casos de las que nos arrepentiremos toda la vida. Bien nos dice la Escritura que “la ira del hombre no obra la justicia de Dios”, Santiago 1:20. Pero debemos humillarnos ante el Señor, dejar nuestras ansiedades en él, porque él, tiene cuidado, sí, porque ni nosotras tenemos cuidado de nosotras; y sed sobrias, es decir con la mente despejada, en la palabra del Señor (1 Pedro 5:6-7), porque siempre está alguien que quiere entrar.

Pastora Eliana: Los Salmos son un excelente ejemplo del manejo de las emociones y de cómo traerlas a Dios. Muchos Salmos están llenos de emociones puras, pero éstas se derraman delante de Dios en un intento de buscar Su verdad y justicia. David lo hizo cuando pecó. Hoy hay muchos líderes que manejan las emociones y pueden causar desvíos, llevándonos a sectas. Un tiempo de depresión escuchaba de Annette Moreno (hay música que no nos lleva a convicciones). Muchas veces nos importa lo que los demás digan, a veces por temor. Está mal, debemos tener temor a quién nos puede mandar al infierno. Vivir lo que cantamos, nos hace consecuentes. Si no es así, debemos ver que hay en nosotros, ¿tal vez ego? Con hijos o sin hijos debemos ser agradecidas.

Hna. Daniela: Nuestras emociones forman parte de un todo en nuestro ser junto con nuestros pensamientos, sentimientos etc. Por eso, Dios nos exhorta a guardar nuestro corazón “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”, Proverbios 4:23. Guardar nuestro corazón no es esconderlo, sino llenarlo y protegerlo con la Palabra de Dios y nuestra obediencia a ella. Entregarlo al Señor.

¿Cómo lo hacemos?

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Mateo 22:37

Amando al Señor con toda nuestra mente, pensando en el Señor.

Amando al Señor con el corazón, donde están las emociones y también donde está la Palabra, “En mi corazón he guardado tus dichos “(Salmos 119:11). Si es un cristiano fundamentado en la escritura, puede no tener trabajo, pero tiene la seguridad que Dios le proveerá porque su palabra lo dice. Cuando nuestras emociones nos dicten otra cosa que no sea la Palabra es una emoción de la carne. Pero si se alinea es del Espíritu. Cuando nuestras emociones nos dicten algo abiertamente contrario a los mandatos de la Palabra de Dios, tenemos que obedecer lo que Dios nos dice sin dudar. Por sinceras y fuertes que sean nuestras emociones, seguirlas a expensas del mandato divino es desobediencia abierta a lo que Dios ya nos ha dejado dicho. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”, Jeremías 17:9.

Pastora Eliana: Alimentamos la falta de perdón. Cuando viene la Palabra a nosotros con verdad y nos duele y no la recibimos. Por ejemplo, Juan le dijo la verdad a Herodías y ella traspasó su emoción a su hija, quién luego pidió la cabeza de Juan el Bautista. Las emociones de la carne no nos acercan a Dios.

Hna. Daniela: Dios nos ha dado Espíritu de Dominio propio, no de cobardía sino de valentía. Cuando acariciamos y alimentamos una emoción es porque queremos hacerlo así. Tales emociones deben morir y con valentía se puede con el Señor, solo con él. (Romanos 8:9) Es conocer la Palabra para que el Espíritu pueda traer a nuestra vida un deseo de crecer en el Señor. Sed sobrias. El permitir que nuestras emociones nos controlen, no es nada piadoso, como tampoco lo es el negar o censurar nuestras emociones.

La desobediencia lleva al temor, nos lleva a no creer en el Señor, otro día vamos a querer que sea día y otro noche, el Señor nos ayude. (Deuteronomio 66-67). No tengamos un corazón turbado, sino un corazón en Cristo, quién es todo, es lo puro, es pensar en él (Filipenses 4:8).

Pastora Eliana: No es pensar en lo positivo sino en lo verdadero de la Palabra. El Señor nos ayude. Aunque las canas aparezcan, permanezcamos pegados a la vid Verdadera, Jesucristo. Dios es el labrador. Imitemos la fe los hombres y mujeres que dieron su vida por el evangelio, que fueron impactados por Dios. Seamos sobrios en nuestra manera de vivir. Tenemos las armas poderosas para destruir fortalezas. Los padecimientos. ¿Cuántas Lea hay tratando de ganar el amor de Dios? Seres pecadores, mentirosos, hijos del infierno. ¿Cuántas Martas hay con emociones turbadas? No dejemos de orar, porque cuando estamos más mal estamos expuestas al enemigo, y podemos ser tentadas. Cuide su viña, su corazón, porque de él maná la vida. Cada uno debe cuidar su corazón. Que podamos ser sanas en el Señor.

Testimonio. Milena Acuña, de Tierras Blancas. Nací en un hogar cristiano, esposa de Samuel Zambrano. Recuerdo de mi niñez momentos en la Iglesia, mis padres han sido muy activos en la congregación. Mi papi un hombre muy esforzado y muy bendecido por el Señor. Conocí a Samuel cuando llegó producto del traslado de su padre desde Arica. Pololeamos desde los 16 años (muy jovencitos) por 7 años. El noviazgo se hace difícil cuando se es muy joven. Entré a la universidad con una beca por cinco años, en ese lugar empecé a abrir de otra manera los ojos, lo opuesto a lo del Señor, y tuve un lapso de conocer el mundo. El 2015 nos casamos y esto nos ha ayudado. Al poco tiempo de estar casados Samuel perdió el trabajo. Dios provee, en el sustento, el abrigo. Queríamos tener un hijo y me detectaron una malformación del útero, y un problema en las trompas de Falopio, lo que me llevó a tener óvulos obstruidos. En un evento después de un testimonio, creí que fui sana, y así fue, el doctor encontró ya no una malformación sino una cicatriz, y sé que fue el Señor. Al quedar embarazada, tuve síntomas de pérdida, y debí permanecer en reposo, así que nuestro bebé nació a las cuarenta semanas. Luego mi hijo quedó hospitalizado por un cuadro viral, el rotavirus y el sincicial. Pero todos los procesos son del Señor. El Señor nos quiso dar otro bebé, al año y medio. La maternidad es una etapa muy hermosa de mi vida. Con la maternidad Dios ha trabajado el fruto de la paciencia. Dios nos da la sabiduría, y ruego que nuestros hijos puedan ver a Dios en mí como un reflejo de Él. Doy gracias por mi esposo Samuel, que se ocupa de las cosas del Señor, apoyando a los jóvenes y a nuestros pastores.

Dios nos conoce y nos está moldeando a su carácter. Gracias a Dios porque hasta aquí Dios no ha ayudado.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close