¿Que motiva a mi corazón para servir a Cristo?

Volver a ver el programa Martes 07 de marzo

Motivación: Es una acción, acción de motivar a una persona. Y motivar es Proporcionar motivo o razón para que cierta cosa ocurra o para que alguien actúe de una manera determinada.

• Hacernos un nombre.

Génesis 11:4 “Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra».

• Aprobación y reconocimiento.

Mateo 20: 20-22 “Entonces la madre de Santiago y de Juan, hijos de Zebedeo, se acercó con sus hijos a Jesús. Se arrodilló respetuosamente para pedirle un favor.

—¿Cuál es tu petición?—le preguntó Jesús.

La mujer contestó:

—Te pido, por favor, que permitas que, en tu reino, mis dos hijos se sienten en lugares de honor a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.”

• Nuestra propia gloria.

Hechos 8:18 “Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero y les pidió:Denme también a mí ese poder, para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo”.

• Envidia y rivalidad        Filipenses 1:15 “Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros lo hacen con buenas intenciones.”

1° Reyes 3:16-28  Las mujeres que se presentaron delante de Salomón diciendo que son madre del niño.

• Competencias

Mateo 26:31-33 “Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.”

• Orgullo (tener estándares ¿Doy la talla?)

Números 12:2 “Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó.”

-El orgullo envidioso dice: “Desearía ser tan genial como ella”

– El orgullo celoso dice: “Me enoja que ella sea genial”

– El orgullo arrogante dice: “Me alegra mucho ser genial”

–  El orgullo inseguro dice: “Me avergüenza no ser genial”

• Aparentar

Hechos 5:1-4 “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”

Ministración:

Señor tu lo diste todo, muchas veces el corazón nos engaña, aparentando lo que no somos, tenemos una forma incorrecta de servir al Señor, nos creemos mucho al tener un poco de conocimiento. Moisés en su humildad acepto ir en nombre de Dios, contemplo a un Dios grande.

Cristo es el centro, no lo somos nosotros, Él debe ser la mayor motivación en nosotras, predicarle a Él. ¿por qué dejamos a los nuestros por Jesucristo? Si recordáramos de donde nos saco el Señor, estaríamos rendidos a sus pies como lo estuvo Pablo, la suegra de Pedro al ser sanada por el Señor inmediatamente le sirvió, hubo agradecimiento en su corazón, esa debe ser nuestra motivación; hubieron mujeres que ayudaban con sus bienes al ministerio. La salvación vino a nuestra vida, a nosotros que eramos errantes, los del camino, tenemos que tener un corazón centrado del evangelio, nosotros eramos como Mefiboset, lisiados de la vida, y ahora nos llama a su mesa. Cristo no nos mira en nuestra bajeza. ¿Quienes somos nosotros que miramos a nuestro hermano por encima de otros? No podemos olvidarnos de donde nos sacó, el lo hizo nosotros no podíamos, ahora somos esclavos de Cristo para anunciarle, a ceñirnos la toalla y servir. El fin de nuestras vidas va ser estar inclinados ante Jesucristo. ¿Vamos a elegir el camino de la gratitud o de la insatisfacción, de orgullo?

El Señor nos ayude a cuestionar : ¿Por qué lo servimos a Cristo? ¿Es por el Señor o por ser vista? ¡qué el enemigo no turbe nuestros corazones!

No somos mejores que nadie, es Cristo la perla hermosa que se ve en nosotras. El Rey de reyes muriendo como cordero en el matadero, que mejor ejemplo para seguirle, un corazón rendido, que nos amó.