Cuando allá se pase lista

Himno cuando allá se pase lista – Bill & Gloria Gaither – Israel campos

Uno de los himnos cristianos más famosos en los últimos cien años, fue escrito por un maestro de escuela bíblica dominical en Williamsport, llamado James M. Black.

Black encontró a una niña llamada Bessie cuando hacía trabajo social en las calles, era hija de un borracho. Black la invitó a la escuela dominical, ella no quiso por no tener los vestidos apropiados, pero Él se los regaló de manera anónima. La niña asistía a cada clase dominical, pero un día ella no respondió a la lista y dijo: “Confió que cuando allá se llame lista, esté allí” y les dijo a los estudiantes lo triste que sería, si cuando sus nombres fueran llamados desde el libro de la vida y uno de ellos esté ausente.

Black se sintió confrontado por la ausencia de Bessie, y oró así: “¡oh Dios, cuando mi propio nombre sea llamado allá, que pueda estar ahí para responder!” En medio del dolor de no poder encontrar un cántico que refleje esta enseñanza, encontró a Cristo y escribió este hermoso himno, lágrimas salían de sus ojos al cantarlo. Las letras y la melodía llegaron sin ningún esfuerzo, de tal manera que no necesitó cambiar ni una letra cuando lo revisó algunos días después. Es un himno centrado en la segunda venida de Cristo, la resurrección y el libro de la vida.

La primera estrofa dice:

Cuando la trompeta suene en aquel día final

Y que el alba eterna rompa en claridad

Cuando las naciones salvas a su patria lleguen ya

Y que sea pasada lista, allí he de estar

El día final, ¿Cual día? el día que nuestro corazón anhela, el día que: “el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado”, seremos arrebatados para estar eternamente con el Señor. En ese día no habrá más tinieblas, el alba eterna será. Recientemente hubo un eclipse, el Sol se escondió, pero eso ya no pasará porque el Sol de Justicia brillará, no habrá oscuridad, sino la luz radiante reinará, Cristo. Ahí seremos salvos de este mundo, cuando la trompeta suene, y luego allá en el cielo cuando se llame lista, ahí estaremos. En el cielo el tiempo no será más (Apocalipsis 10:6). El Señor nos fue a preparar morada, fue a preparar hogar para su novia, la Iglesia. Cada uno de nosotros tiene lugar por Cristo, en la patria celestial.

La segunda estrofa dice:

En aquel día sin nieblas, en que muerte ya no habrá

Y su gloria el Salvador impartirá

Cuando los llamados entren a su celestial hogar

Y que sea pasada lista, allí he de estar.

En aquel día ya no habrá muerte para los salvados por Cristo, los muertos serán resucitados en gloria, para estar delante del Señor, justificados delante de Dios, porque Cristo nos compró; resucitados no para condenación sino para vida y vida eterna. Promesa para la iglesia fundada sobre la Roca, Cristo. En su segunda venida todos los escogidos seremos reunidos, Cristo es la esperanza que no avergüenza. Si no hubiera resurrección vana seria nuestra fe, pero no es así porque Cristo resucitó nosotros también seremos resucitados.

Para mí este himno ha sido de bendición porque en medio de mis dudas por morir, vi a Cristo el dador de la vida y dueño de la vida, no solo la terrenal sino la eterna. Fue tener la seguridad que en Cristo la Roca estamos seguros ya sea que vivamos o que muramos.

Si el Señor no viene antes, llegará el tiempo y moriremos, está es la primera muerte, pero en Cristo será para llegar al celestial hogar y estar en comunión con Dios. Pero habrá un juicio y la condenación será la muerte segunda, que es aquella en la que, los que no estén en el libro de la vida serán echados al infierno.

“Y el que no se encontraba inscrito en el Libro de la Vida fue arrojado al lago de fuego” Apocalipsis 20:15.

¿Su nombre estará escrito? ¿Tiene seguridad que sus pies están sobre la Roca? Si no tiene la seguridad, examínese, venga a Cristo, no desaproveche la oportunidad, ¿por qué esperar mañana? Aprópiese hoy de la Salvación que es por medio de Cristo Jesús. No tiene que pasar la segunda muerte, su palabra dice “El que viene a mí no le echo fuera” venga como nosotros vinimos a EL, viles pecadores. En él estamos seguros. Demos gloria por nuestro Salvador Poderoso qué dice “De los que me diste, no perdí ninguno”. Juan 18:9. El Señor tenga misericordia por nuestras familias, no perdamos la esperanza, mientras tienen vida tienen esperanza de salvación. Nosotros permanezcamos fieles en El Señor.

“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” Apocalipsis 2:10-11

La tercera estrofa dice:

Trabajemos por el maestro, desde el alba al vislumbrar;

Siempre hablemos de su amor y fiel bondad.

Cuando todo aquí fenezca y nuestra obra cese ya,

Y que sea pasada lista, allí he de estar.

Nosotras debemos predicar el evangelio de Salvación porque habrá castigo en este mundo a todos los no quisieron recibir al Salvador, los hijos de Dios tenemos la promesa de ser salvos en Cristo, no hay condenación en ÉL. Ciertamente seremos vivificados por ÉL. En este mundo de pestilencia, de tinieblas, de dificultades, El Señor siempre ha estado ahí para salvarnos, todo este año cubrió nuestra vida. Él es la luz. Todo lo que vivimos pasará.

Cuando allá se pase lista, es una promesa, nos da esperanza de que habrá un nuevo comienzo, que no termina con la muerte, tengamos fe que pase lo que pase estaremos con el Señor. Cuando allá se pase lista ahí estaremos. A mí no me gustaba escuchar este himno, siempre lo asocié a la muerte, Dios sabe lo que tenemos en el corazón, yo pensé hace un tiempo que me iba morir, tenía ataques de pánico, tiempos en los que pensaba que ¿qué iba a ser de mi familia? acordándome de las crisis me da miedo, pero este himno me muestra que hay una esperanza en Cristo, y me da fuerzas, si  tengo que morir con Cristo me voy, y si me muero mi familia se queda con Cristo. En Cristo tenemos paz, el temor ya no está. El Señor nos dice “No se turbe vuestro corazón”. Había una convención de pintores y a ellos se les pidió que graficaran la paz y pinten a la vez un pajarito. El primero empieza a pintar un paisaje hermoso y en un árbol frondoso un pajarito cantando. El segundo pintor tiró en el lienzo pintura negra y luego azul, se veía todo desparramado, no era nada bonito; luego empieza a dibujar un acantilado con la braveza del mar, los que veían decían ¿Dónde está la paz? Pero en medio de una roca había un orificio con luz y allí estaba un pajarito durmiendo. Fue entonces, al ver ese pajarillo que entendieron la paz en medio de la tormenta. En cambio, la tranquilidad es la ausencia de la tormenta. En la Roca encontramos paz. Hay victoria en el Señor.

Este año ha sido muy difícil, pero aunque el mundo se caiga a pedazos, Cristo es nuestra esperanza. El Señor a los que son fieles, a los que se llenan del Santo, a los transformados de corazón les ha hecho una promesa: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” Apocalipsis 3:5 Nuestro Señor viene pronto: “Vendré pronto. Sigue fiel como hasta ahora y nadie te quitará tu premio” Las promesas deben darnos más firmeza, como el ancla que se tira al mar, si el ancla no tiene movimiento flota, pero si hay turbulencia se afirma hundiéndose más y más. Así es nuestra esperanza en tiempos de angustia. Estemos ancladas en las escrituras, en la fe, en Cristo la roca. Guardemos nuestra salvación con mucho temor y temblor.

En medio de la adversidad, ¿en la duda nace un cántico para Cristo? Si amén, un cántico con las verdades de Cristo, que Él Viene Pronto, que nuestro nombre llamará y veremos a los que murieron.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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