“Ve que van bien sus negocios. No se apaga de noche su lámpara”
Proverbios 31:18
La palabra VER significa: Observar o mirar algo con atención. Poner atención o
cuidado en lo que se ejecuta.
Este verso bíblico recalca la importancia de “ver” y poner atención. No solo con los ojos físicos, sino con los ojos espirituales, ambas deben estar enlazadas. Por ejemplo, en Mateo 13:17 “Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven”. Nos habla que puede suceder que viendo no vemos. Y eso se produce cuando está disociado el Espíritu del cuerpo. Tenemos que pedir la ayuda del Espíritu Santo.
La palabra negocio significa que se ocupa en algo. Los trabajos conllevan beneficios monetarios. Es probable que la mujer de Proverbios 31, haya tenido algún tipo de negocios que realizaba desde su casa, nos respaldamos en el verso 16 dónde menciona que ella considera la heredad y la compra. Sin embargo, si recordamos esta palabra “negocios” nos lleva inmediatamente a Lucas 2:49 cuando el Señor Jesús dice:
“¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”. Así que los negocios del Padre, son negocios del Reino de Dios, el amor por las almas mediante la predicación de la palabra de Dios.
2° Timoteo 2:4 “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. El Señor nos ayude.
Ministración:
La mujer de Proverbios entiende los tiempos en que vivimos, que son tiempos finales. No llega y compra, no llega y hace. El alma es insaciable, la mirada en lo correcto, los ojos puestos en Jesús nos ayudarán a tomar buenas decisiones, de otro modo nos enredamos en los negocios de la vida. Dios al hombre le dice que sus afanes de repente pueden terminar.
“Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”. Lucas 12:20-21
La mujer de Proverbios considera, ve. Si tiene diabetes ella no llega y come sino se pregunta ¿me conviene?
¿Que nos guía a tomar distintas decisiones?
¿La Palabra se alinea con nuestras decisiones? Si hemos errado la Palabra nos enseña porque somos discípulas. Así como los niños dan cuenta de sus actos a sus padres, nosotros los adultos damos cuenta a nuestro Dios. Las decisiones que tomamos tiene repercusiones, por eso la mujer de proverbios no toma sus decisiones a la ligera, somos polvo y siempre somos atraídos al polvo, a lo terrenal. Dios nos disciplina, somos siervas de Cristo que tenemos el arito puesto en nuestra oreja. Nuestro Señor nos compró con precio valioso de Su Sangre.
La mujer de Proverbios puede verse inalcanzable pero hay que vivirla, vivir la subida un escalón a la vez, avanzando.
Como mujeres consultemos al Señor. Si hay un trabajo meditemos, si Dios quiere que lo tomemos, porque el trabajo no es pecado, pero si es pecado si nos aleja del Señor, es pecado si no honro con ese trabajo a Dios, si no me da tiempo para lo del reino.
“No se apaga de noche su lámpara” Proverbios 31:18(b)
Este proverbio es un consejo de una madre cristiana para su hijo, y para nosotras. La lámpara es un instrumento para iluminar, y en las casas lo tenían.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz” Lucas 11:33
Las lámparas antiguamente necesitaban aceite, si había escasez podía dejar de iluminar. Si el ojo está malo en las tinieblas ¿Cómo estará el corazón?
Tenemos que estar llenas del aceite, llenas del Espíritu Santo, de la Palabra. Son tiempos finales, habían 10 virgenes, ellas cabecearon, en estos tiempos muchos no quieren servir al Señor, pero son tiempos finales, mire las señales. No seamos mujeres simples. En las escuelas están enseñando lenguaje inclusivo, llenémonos de aceite, como madres démosle armas en nuestras casas para que hablen bien en sus escuelas. Que las lámparas se enciendan, no nos quedemos así, la palabra es viva y eficaz, ella hable a nuestra casa. La misericordia de Dios no se ha cortado, busque el aceite, cuide que su lampara se mantenga encendida, Dios está tratando con nuestras vidas, ya viene nuestro Señor Jesucristo.
Corazones transformados por Cristo 