Mentoría: Tamar

Invitada: Hna. Ayleen Saavedra

Aconteció después de esto, que teniendo Absalón, hijo de David, una hermana hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón, también hijo de David. Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna. 2 Samuel 13: 1-2

Pastora Eliana: ¡Qué lindo el Señor! Hoy con nosotras esta nuestra hermana Ayleen, casada, joven de la congregación, con una pequeñita de un año y medio. Los niños crecen en gracia y en Sabiduría.

Hna. Ayleen: Muy agradecida del Señor por poder estar aquí. El tema que me tocó es Tamar, la hija del rey de David.

Pastora Eliana: Ella tenía 19 medios hermanos, todos hijos del rey David. Era hija de David por parte de su esposa llamada Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur. Posiblemente, Maaca fue parte de un intercambio. Ella era una princesa por parte de madre y padre.

Hna. Ayleen:  Tamar nació en Jerusalén. Era hermana del tercer hijo de David Absalón, y media hermana de Amnón, este hermano además era el primogénito de David. En 1° Crónicas capítulo 3, se cita a Tamar como la hija menor de David junto a sus hermanos, con menos de 15 años. Como era la costumbre judía ella al ser una princesa joven y virgen, vestía con ropas hermosas y de colores, como lo fueron también Dina y Ester.

Tamar vivía separada de sus hermanos, pero su medio hermano Amnón se enamoró de ella; entendemos que no era amor lo que sentía, sino una obsesión sexual por ella, lujuria. La Palabra dice que se enfermó; era un deseo desordenado. Urdió junto a su amigo un plan, fingiría estar enfermo para poder quedarse en su casa a solas con Tamar. Le pediría a su padre el rey David, que enviase a su hermana para cuidar de él. La idea era que ella preparara unas hojuelas y se las diera en su mano, más la forzó, y se acostó con ella. Le rogó que no le hiciese nada, pero no fue escuchada.

Pastora Eliana: ¿cómo se fijó Amnón en ella? Puede ser que, cuando el rey invitaba a sus hijos a comer o tal vez, ella vivía en un ala del palacio y él en otra. Qué duro debe haber sido para esta doncella, que su propio hermano haya abusado de ella. Mentes reprobadas llevados por sus instintos, maquinan contra su hermana.

¿Cuántas veces hombres que no refrenan sus deseos hacen daño a mujeres? No solo hombres, sino también, mujeres; hacen daño a mujeres que podrían ser sus hermanas. ¿Cuántas de ustedes han sufrido violencia por hombres que se dejan llevar por sus instintos?

Como Amnón ¿cuántos hay? Hombres que no son capaces de refrenarse. El corazón del ser humano es perverso. Los abusadores generalmente son cercanos, hermanos, tíos, ¡Terrible! Un día darán cuenta de todo lo que hicieron. Algunas mujeres a veces se casan con sus violadores y otras veces, hay hijos producto de esos abusos. Hay varios tipos de perturbaciones, y algunos empiezan como amores platónicos. ¿Como habrá sufrido Tamar? “Y llevaba ella un vestido de diversos colores, traje que vestían las hijas vírgenes de los reyes” como la princesa que era.

Hna. Ayleen: Amnón, luego de violar a Tamar la odió, el doble de lo que la amó. Este mal fue peor para Tamar, pues sufrió desprecio. Tamar la princesa había sido abusada, lloró desconsoladamente, ella no merecía ese trato, rasgó sus vestiduras y puso ceniza en su cabeza. Así, mostró el dolor de lo que le habían hecho, y que no era su culpa.

Pastora Eliana: Esto trajo dolor a la familia de rey. Su casa estuvo siempre en conflicto. David fue indulgente con sus hijos, no hacía nada, talvez al saber de la maldad de Amnón recordó lo que hizo él con Betsabé. Y al recordar a Absalón, recordó como él mando a matar a Urías. La espada del Señor estaba sobre la casa del Señor. Esta es la disciplina del Señor.

Hna. Ayleen: De niña fui muy cuidada por mis padres, consideraba que vivía feliz. Había violencia en mi familia. Mi madre no conocía al Señor, nadie le explicó cómo ser madre, recuerdo que me enseñó muchas cosas buenas, que agradezco. Me incentivaba a conocer el mundo, disfrutar la juventud viajando y saliendo con amigos, saliendo a fiestas y a estudiar para no tener que depender de nadie. Mi madre es una mujer muy fuerte. En la enseñanza media no tenía límites. En una ocasión, durante una fiesta, bebí demasiado hasta perder la conciencia. Muchas veces me sentí como Tamar porque me sucedieron muchas cosas. Me sentí como Tamar en su desconsuelo, hay tantas cosas que marcan la vida. Cuando Cristo llegó a mí, fue un cambio total, sentí que literalmente se cayeron las vendas de mis ojos; Cristo sanó mis heridas, para atrás ya nada más existía, empezó algo nuevo. Agradezco al Señor porque me ha dado esta Palabra. Sepa que hay un Dios que sana y nos hace nuevas criaturas.

Pastora Eliana: Muchos dolores son los que vamos guardando, usemos Sabiduría de lo Alto para nuestras vidas, para criar a nuestros hijos. ¿Quién enseñó a nuestros padres como guiarnos?

Solo Cristo cambia. Saca toda falta de perdón, de ensimismamiento, rompe ataduras, las cosas Viejas pasaron, cambia el manto de dolor por manto de alegría. La Palabra dice en Isaías 61:3

“A los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”

Arboles plantados junto a corrientes de agua. El agua viva cerca nuestros, donde las raíces se mojan, el dolor es cambiado, la pena, el dolor, la amargura ya no están más. La vida empieza a fluir.

Hna. Ayleen: Las preguntas que estaban escritas en la tarjeta que me dieron con el tema son:

¿Tú corazón está sano? Sanar el corazón es un trabajo diario, del día a día, es una búsqueda en el Señor. El enemigo habla al oído, pero no debe importar, mientras más cerca estemos del Señor, nuestro corazón permanecerá sano.

¿A quién tienes que perdonar? Ya perdoné hace varios años. Por eso puedo contar mi testimonio, ya perdoné. Cristo hizo el cambio en mi vida.

Pastora Eliana: Tal vez usted no ha sido violada como Tamar pero si ha sufrido un abuso, y hay amargura en su corazón. Mire a Cristo. Dejemos de mirarnos a nosotras mismas. Dios está en las aflicciones, es Soberano, nos lleva en sus brazos.

Como madres tomemos precauciones. No hagas todo lo que te dice la sociedad. El feminismo nos dice estamos incompletas. Antes, las madres sin el Señor, y la vida dura, nos decían estudien o trabajen para no depender de nadie. La palabra nos saca de todo eso, cuando los niños están pequeños, es mejor quedarse en casa. No dejemos a otros el cuidado de nuestros hijos. Hay cuidadores que abusan. Aunque sabemos que no hay otra forma, cuando las madres están solas. ¡El Señor les ayude!

Mi madre no permitía que nos sentáramos en los pies de mi padre, no porque fuera malo, sino porque nos cuidaba. Hay que ser cuidadosas como se cuidan a nuestros hijos.
Pero no solo en la casa, puede haber abuso; sino también en los colegios, niños violados en las escuelas. Yo conocí a un niño que fue abusado por sus compañeros. Hoy, gracias al Señor, es un varón de Dios. Mujeres, abusadoras de autoridad, abusadoras físicamente, sin afecto natural.

El tema muy hermoso y edificante. Debemos sacarnos los mantos de tristeza, y entender que muchas veces por la poca búsqueda, no nos sanamos. Aunque otras veces, nos preguntemos porque nos pasan esas cosas, logremos comprender que podemos ayudar a otras personas.

Yo no viví eso, pero si cargué amarguras en el evangelio. Mi deseo era ser una gran predicadora. Y empecé a tener amargura y cuestionarme ¿por qué no, como los hombres? Y el Señor me dice que me quiere alivianar la carga. Y me seduce, me dice Ministra Tito 2, a mujeres y no a varones. A mí me cambió y dijo: basta. Suelte cada carga. Dios tiene pensamientos de paz y no mal, y todo nos ayuda bien. Sana nuestras heridas y dolencias. 

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close