¿Cómo está la gratitud en el corazón?

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“¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre de Jehová” Salmo 116: 12-13

¿Cuantas cosas ha hecho el Señor con nosotras?

Hay promesas para la Iglesia, la mano del Señor no se ha acortado para sus hijos.

El Creador que se preocupa de las aves, los animales, ¿acaso no se preocupará de nosotros? Si lo hará. El Dios que provee está ahí, ¿Cuánta ingratitud hay en nosotros y la visión se turba?  Dios nos ayude a ver lo hay en nosotros.

En los tiempos de Hageo, volvieron muchos hebreos a reconstruir el templo, ellos tenían los recursos y el ánimo, pero al poco tiempo ellos empezaron a construir sus propias casas, como dice la Biblia ellos las “artesonaron” y como consecuencia dejaron de construir el Templo. ¿Cuánto tengo yo de esa vida? ¿Cuándo empecé a enfocarme en mi vida? Muchas veces nos afanamos en cosas que deseamos al punto que eso puede ser un ídolo en el corazón. Tenemos niños con muchos juguetes, ¿lo necesitan? ¿Qué nos pasa cuando se va el gozo? ¿Qué le pasó al pueblo que estaba tan entusiasmado en la construcción del Templo? Los deseos pueden ser pecados para nuestras vidas. ¿Es deseo mío, envidia, de algo o alguien? Somos llevadas a inquietarnos en el corazón. La soltera desea casarse, la casada quiere que su esposo sea de una forma, siendo que hay bendición en los dos estados, esta inconformidad es la muestra que hay ingratitud en el corazón.  Tantos beneficios que nos ha dado nuestro Dios. ¿Qué pasa con nosotras en el corazón? ¿Seremos como la sanguijuela? Esta pide y pide sin nunca satisfacerse, si es así matemos a esa sanguijuela. Dios nos ayude a ver lo que tenemos y no mirar lo que nos falte. El Señor nos ayude a matar la sanguijuela de la insatisfacción.

El Señor nos ha dado tantos beneficios. ¿Con qué pagaremos al Señor?

El Señor nos dio Salvación, redención cuando andábamos camino al infierno y se nos olvida como los del pueblo el Señor los beneficios recibidos. Cuando empezamos a quedarnos en casa, y el día a día se vuelve un afán y estos se transforman en ídolos, habiendo espacio para el ocio llegan los pecados como el chisme, la queja. Examinémonos ¿hay gratitud en el corazón? Dios nos ayude a ver la necesidad del otro, porque Dios nos dio incluso a lo más preciado, su Hijo. Tanto que agradecer e imitarlo al dar a reflejar cómo es Él, todos tenemos para dar algo más allá de lo material, lo económico puede ser un abrazo, palabras de aliento. Cuando damos y las manos quedan vacías el Señor las vuelve a llenar. Reflejemos a Dios con nuestras vidas en el dar. Muchas veces somos la respuesta a las oraciones de otros.

Lucas 6:38 “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”

Amén, así lo hará. Tenemos que depender del Señor. Mi madre tuvo 12 hijos y crió a nietos y no nos faltó y tampoco había queja en su corazón. Señor ayúdanos a depender de tí, muéstranos lo importante, lo tuyo, todo lo que viene de tu mano son dádivas. Gracias por lo que tenemos, la cama, la cocina, el trabajo, porque viene de ti, porque sustentas con mucho o con poco, que veamos las misericordias en nuestras vidas. Gracias Señor por lo material, lo espiritual, ayúdanos a verte.

 

 

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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