Caminando en la adversidad

Invitadas hermanas Aurora Vergara y Veronica Yupanqui

Despues de estar lejos cerca de 5 años volvimos a Chile, en medio de estreches económica, de volver a empezar en un país y sin trabajo. Llegó el tiempo en que mi esposo nos estaba dando una vida estable. Había cierto confort. Y Empecé a planear mi vida olvidando a disfrutar mi comodidad. Ahí vino mi desierto para sacarme de mi ensimismamiento. Por medio de mi hermano Dios me decía que habia vuelto a Chile para ser trasplantada y crecer.

Un resfrío desancadeno que mis defensas ataquen al virus y a mi sistema nervioso. Las membranas que conectan al cerebro habían sido destruidas, no tenía control de mis manos, pies, ni ojos. No había un minuto que me sostuviera por mis medios. Pensaron que era un derrame cerebral o vértigo. Tres días de ir al hospital, hasta que en la providencia de Dios me atendió un doctor que había estudiado casos parecidos al mío y junto a exámenes me dieron el diagnóstico del síndrome de Miller Fisher. Un síndrome muy extraño 1 de cada 10000. Para aumentar mi fe, el Señor da una palabra y me dice “que lo que tenía no era de muerte.” Mientras me entregaban un diagnostico eso me dio paz, era escuchar que no temiera, que mi vida depende de Dios. No podia moverme pero fue un caminar en medio de la adversidad de los diagnósticos que los doctores daban. Falta de fuerza, dolor articular y poca coordinación son las secuelas del sindrome. Al pasar ya tres veces por el síndrome me realizan más exámenes que empiezan a mostrar resultados negativos, asociados a enfermedades autoinmunes, lupus, reumatismo, y los relacionados a la sangre, linfomas y mielomas. Gracias a Dios no se han desarrollados tumores pero “probablemente” en 3 meses se desarrollen manifestaciones de cáncer, los que si son detectados tempranamente se pueden atacar con quimioterapias. Recibo nuevamente una palabra “que camine sin camino que no camine por los riescos”. Mi esperanza no debe estar en lo que “podría tener o podría hacer”. Mi esperanza debe estar en Dios solamente. El Señor me ha sostenido con su amor. Pasaron 3 años ya, y Dios ha sido fiel, biopsias y escaneres dice que no tengo tumores que los examenes de sangre muestran.

Con los dolores viene la opción de estar en cama descansando, en reposo, pero he entendido que cuando el Señor llama o da un trabajo es la oportunidad de servirle, de agradarle de hacer un sacrificio voluntario. Y me levanto en el nombre del Señor para ponerme al servicio y en el camino el Señor ha mostrado su misericordia.

En medio del desierto el Señor ha estado, está y estará conmigo, él me sustenta con su palabra. Quiere que crezca en fe, que me esfuerce.

Pastora Eliana: ¿Cuantas veces David habló de los momentos de su vida en que atravesó desiertos personales? Estoy muy agradecida.

Hna. Verónica: Josué estaba junto a Moisés, cuando él subió al monte. Mientras parecía que Moisés se demoraba esperó pacientemente para estar con él. Fue un ejemplo de fidelidad en su servicio a Moisés. Cuando los israelitas se rebelaron contra Jehová a causa de las noticias que trajeron los enviados de Canaán, Josué y Caleb tuvieron fe en lo que Dios les había prometido. Tanto así que exhortaron al pueblo a no ser rebelde contra Dios sino ir tras la tierra que sería como pan porque Dios estaba con Israel. Sin embargo no fueron escuchados y estos dos valientes tuvieron que entrar al desierto junto al pueblo. A pesar de esto, no perdieron la fe ante la adversidad. Josué inicia la conquista y Dios le alienta le dice que sea fuerte y valiente, que se esfuerce.

Pastora Eliana: No nos quedemos como los demás israelitas a morir en medio del desierto. Caleb toma posesión 40 años después con más de 80 años de lo que Dios prometió. Es con la fuerza del Señor pero creyendo en que Dios les daría la victoria.

Hna. Verónica: ¿Cuál es mi actitud en medio de la adversidad? La mujer semanita, (2 Reyes 4: 26-28) nos enseña que debemos tener una actitud de fe ante la adversidad. Dios le había dado un hijo que deseaba, ella fue muy hospitalaria con Eliseo y Geizi (su siervo). El niño murió y decidió ir donde el profeta, ella en medio de su dolor le dijo a su esposo: Paz. Cuando el siervo le preguntó si le iba bien, ella respondió, Bien. Pero en el verso 27 dice que estaba con amargura en su alma. De ella podemos aprender que debemos correr a los pies del Señor e ir a poner nuestra confianza delante él.

Pastora Eliana: Ella no se quedó llorando en casa, en sus circunstancias. No se quedó haciendo cariño sino acudió sino al profeta. Dios nos conoce. ¿De qué forma esta mujer podía estar bien? Una mujer de fe, una mujer confiada en el Señor. Nuestro Obispo tiene artrosis, diabetes, y no es fácil, es la actitud que uno tiene y dice como lechuga. Es difícil. Pero el Señor nos demanda el servicio correcto, caminar en fe. Tan importante poner los dones en acción. No todos tenemos las mismas habilidades.

Hna Aurora: En el año 2008 me diagnosticaron cáncer de mamas. Aunque querían hacer quimioterapia no fue posible, pues era riesgoso por la condición de insulino dependiente. En esos momentos el Señor me preguntó que: ¿Qué harás si te sano, me servirás? Dije que sí y comencé a caminar en ese proceso.

Había pasado 1 año y el Señor nos trae a esta congregación con mi esposo y en ese momento recuerdo que me dio una palabra “Yo adiestro tus dedos para la batalla.” No lo entendí en ese momento, pensé que tenía que ver con lo que estaba viviendo, pero no fue así.

Luego, el medicamento que me daban para prevenir la reaparición del cáncer provocó un trombo que se fue al pulmón. Sólo se dieron cuenta después de un examen por un problema que tuve en el pie derecho. A raíz de esto me tuvieron que operar nuevamente para poder darme otro medicamento. Sin embargo, ese también me hizo mal, pero según dicta el protocolo médico no podía quedar sin tomar ninguna pastilla. Una junta de alrededor de diez doctores no pudo ponerse de acuerdo y me permitieron tomar la decisión. Con mi esposo lo conversamos y en fe decidimos que no tomaría nada más, a pesar de la oposición del oncólogo tratante.

El Señor quería alinear mi vida con el llamado de “servicio” de mi esposo, y no lo entendía. Quise irme de la congregación y Dios habló a mi corazón y me dijo: “Preparada para toda buena obra” pero me reusaba a eso. No quería servir.

En ese tiempo el Señor dio una palabra a través de una amada hermana y me dijo: La fe de tu padre. Y esta palabra comenzó a ser un desafió.

Ha pasado tiempo y no ha sido fácil caminar en fe; he tenido otras enfermedades, pero más que eso; me costó mucho entender que las cosas no son a mi manera, sino a la forma de Dios. Que él tiene un molde para cada uno y lo que ha dicho se cumplirá.

Pastora Eliana: Una fe firme en el desierto. El testimonio de un hombre rendido, es el de Julio Melgar. Entiendo que la formación de Dios en cada hombre dura toda la vida. Una alabanza que él compuso fue la de Cuerdas de amor. Y en medio de su enfermedad que lo llevaría a la muerte, le sirvió para pasar su proceso. En mi vida ha sido un largo proceso, caminar cuando quería y cuando no quería, y un largo camino para andar. Hoy puedo decir que es mi mejor momento en medio de mi situación física. En momento de debilidad puedo ver un hombre rendido. Y cuando estamos mal, estamos vulnerables y buscamos a Dios. ¿Porque esperar momentos de aflicción y acudir a Dios en medio del desierto? Cuando Cristo se revela, nunca más somos los mismos. Como a Pablo necesitamos que Dios se presente a nuestra vida, toda su vida cayó y se encontró con un Cristo que le impacta. El Señor nos quiebra y se revela y dice “YO SOY” Él es la piedra angular donde empieza la construcción de nuestra vida. Gracias Señor por los procesos, por los desiertos y las cuerdas de amor de forma que nunca más somos las mismas. Nunca más salimos igual.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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