Promesa de Paz, Escudo y fuerza es Él

Promesa de Paz

“Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos”

Miqueas 7:20

Está relacionado con el nombre del Señor: “Shalom” – El SEÑOR de paz: (Jueces 6:24). “Shalom” significa totalidad, paz. El SEÑOR es completo en y por Sí mismo. Es decir, la paz que viene de Dios es completa, abarca todos los rincones de nuestro ser. La paz que Dios nos da es una que parece ilógica a los ojos de los demás. No se basa en las circunstancias o en la ausencia de guerra, sino que está basada en la confianza total de que Dios está con nosotros y de que obrará a nuestro favor en su momento. 

Miqueas hace juicio sobre los líderes del pueblo de Dios en el que reciben lo que hicieron a los demás. Luego emite la promesa del gobernante y libertador davídico del Señor que salvará al fiel remanente del pueblo de Dios y restaurará la paz.

Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel.

Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra.

“Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales”

Miqueas 5:2-5

Para entender este versículo es necesario leer desde el verso 18, y dice: “(18) ¿Qué Dios como Tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. (19) El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. (20) Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.”

A pesar de que casi todo el Libro de Miqueas habla de Juicio, este termina con un clamor hacia Dios rogando salvación, y a su vez, recordando las promesas que se le hicieron a Jacob y Abraham. Él es nuestra promesa de Paz. En medio de la aflicción, guerra, tempestad y padecimiento, Él llena todo con su paz. 

Una vez más, Dios me enseña que tiene poder y control sobre todas las cosas; desde lo más pequeña, hasta lo más grande. Incluso en los momentos más adversos puedo encontrar la paz en Él, porque es la “Promesa de Paz” que llena e inunda todo, y a su vez es mi escudo y fuerza. Sin importar la condición, Dios tiene cuidado de mí, y a pesar que hay momentos en los que me aparto y desobedezco, Dios muestra su mano de misericordia, sepulta mis iniquidades y echa en el fondo del mar mis pecados. ¿Qué Dios como ´Tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?

Escudo y fuerza es ÉL

“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en Él confían”.

Nahúm 1:7

Nahúm detalla el juicio justo del Señor sobre Nínive por su crueldad e idolatría y comparte un mensaje de consuelo para Israel.

Fue usado después de 100 años de silencio, contra Nínibe por aterrorizar a sus vecinos con crueldad extrema.

Viene de Sabaoth: el Señor de los ejércitos. Algunas traducciones usan el Señor Todopoderoso.  Dios es el Señor de los ejércitos en su sentido más amplio. Él tiene todo el poder y gobierna sobre todos los ejércitos del cielo, de la tierra y de todo el universo, los ejércitos que podemos ver y los que no. ¡Él es Señor sobre todo y sobre todos! El nombre expresa la inmensa majestad, la autoridad y el poder de Dios y nos da la seguridad de que estamos en las mejores manos.

Este libro tiene 3 partes

  1. Habla de la destrucción de Nínive, la íra vengadora.
  2. La descripción de la destrucción de Nínive.
  3. Él  les dirá la razón de la destrucción total.

Los primeros siete versículos de este Libro son realmente temibles; muestran a un Dios poderoso que tiene todo el poder: “amenaza al mar, y lo hace secar”, “marcha en la tempestad y el torbellino”, “los montes tiemblan delante de Él”, entre otros. Sin embargo, El Dios enjuiciador que relata Nahúm está a favor de su pueblo. ¿Acaso no son motivos suficientes para confiar en Él? Sin ninguna duda podemos responder que “Sí”. Él es nuestro escudo y Fuerza. 

El Señor no tendrá por inocente al culpable. Nuestro Dios siempre espera que nos arrepintamos, para perdonarnos y restaurarnos.

Él es nuestro escudo y nuestra fuerza.

Él nos ayuda en nuestras debilidades, cuando confiamos no sólo en momentos difíciles, si no siempre.

En Cristo tenemos tantas promesas para su pueblo.

Él es nuestra fortaleza.

Él es nuestro escudo.

Él nos perdona cada vez que pecamos, está dispuesto en ayudarnos, perdonarnos y guiar nuestros pasos.

¿Cuántas veces hemos querido hacer buenas cosas, Y me he equivocado?

Necesito humillarme y reconocer que dependo del Señor siempre.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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