El Vigia

Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!

Mateo 25:6

En el libro de Génesis, en el capítulo 24 podemos ver, que Dios estaba tratando con una promesa para Abraham. Si leemos, podemos ver cuál es la idea de la novia que vendría a buscar nuestro Señor Jesucristo.

Mi señor me hizo jurar, diciendo: “No tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;  sino que irás a la casa de mi padre y a mis parientes, y tomarás mujer para mi hijo.” Génesis 24:37-38.

La historia representa espiritualmente, lo que el amado desea como esposo; así como el criado, juró bajo el muslo de Abraham, Jesucristo también tuvo que jurar en el tiempo, y juró en la eternidad con juramento poderoso, en santidad para la vida eterna y Dios juró que iba a levantar un sumo sacerdote y también juró por el Señor que mandaría un salvador para el mundo perdido.

Abraham representa a Dios que toma a un criado suyo y este sería el encargado de buscar la novia. El criado, es el vigía que escogerá a la mujer indicada. Por tanto, le da instrucciones y las características que debe que tener esta novia. El criado oye atentamente al Padre. Se asegura que sea que sea de la casa del Padre. Dios ha enviado al Espíritu Santo para preparar a la novia.

El criado busca a la indicada, un proceso largo para llamar a la novia, esta mujer que ha sido llamada para ser la esposa. Ella es una muy especial, porque el novio es especial. La naturaleza de Cristo es especial, en Él esta puesta la gracia, la promesa, Él es Santo, es eterno, es perfecto, temeroso y digno y así como es el novio la novia tiene que serlo ¡Iglesia eres llamada a tomar parte de la misma naturaleza de Cristo!

A través de estos dos mil años, la novia se ha estado preparando: ha preparado sus ojos, según Lucas 11:34; su boca, de acuerdo a Proverbios 6:2; sus oídos cómo lo dice en Romanos 10:17; se ha estado preparando mediante perfumes, mediante la búsqueda en oración, porque es la instancia en donde Dios va derramando ese perfume. Como en el tiempo en que la mujer derramó un perfume a los pies de Cristo, este tenía un propósito, el cual era ungir al Señor, para prepararlo antes de su muerte. Se preocupa de las prendas interiores y hermosea sus manos para esperar cuando el tiempo llegue en que el novio ponga anillo para sellar el matrimonio. Esta novia tiene vestiduras santas, tiene un velo que cubre su rostro y ese velo está cerrado. El velo de la Iglesia está cerrado, porque está preparada para que vuele en las nubes. La novia se está preparando, pero aún el novio no la puede ver, porque sería un desaire; para cuando la vea hermosa, limpia, en belleza de Dios y santidad. Es por esto, que la novia se ha puesto todos sus adornos, se ha calzado y camina en la luz y el testimonio del Señor, con su lámpara encendida. Por eso, es que el Padre le dice al criado: no tomarás cualquier novia, no tomarás cualquier mujer.

Cuando la novia retribuye, ella se viste de santidad, de amor, paz y fe. Ella debe vestirse de blanco. El Espíritu Santo la ha cubierto por todos lados y aunque el hombre se hizo delantales, Dios le puso eternidad, hermosura y belleza (Génesis 11). Su traje no debe ser de colores, porque es símbolo de temor irreverente, de un amor por conveniencia y no hay un amor puro en eso. El vestido de colores representa que esta tibia y que será vomitada.

El Criado es quién da anillo y brazaletes de oro; es encargado ponerla hermosa para el amado. Iglesia amada, tú Señor no es pobre, tú señor es rico, tiene la eternidad, tiene la salvación. Tu esposo tiene la vida eterna, tú esposo prometió transformarte, tiene aceite que salta para vida eterna, agua que es la presencia de Dios y quiere estar contigo en el milenio y en la eternidad.

Iglesia, debes andar como la “esposa del Cordero” con las bendiciones del cordero, con los milagros y señales que están para la Iglesia. No insistas en andar como novia y no como casada. Y mira para un lado y se enfría, y mira para el otro lado y se vuelve a enfriar. El Hijo es el centro, quién está al frente, es el camino estrecho y la puerta angosta.

El Señor demanda a la Iglesia tres cosas: santidad, amor y fe. Amor, porque éste une toda la ley y los profetas y el perfecto amor, echa fuera el temor. También fe, porque es lo que agrada al Señor, ya que sin fe es imposible agradar a Dios. Y la santidad, porque sin santidad nadie verá al Señor. Aunque a veces escasea, porque el corazón se turba. El Señor dé la paz al corazón en medio de cualquier circunstancia adversa. Estos son atributos y frutos que se alinean de tal manera, que nos llevarán un día a la eternidad. Eso es lo que enseña la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Entonces, la novia llegará con una fe madura.

Pero puede que la novia no quiera pagar el precio que no quiera dejar su antiguo vivir. El apóstol Pablo sufrió penalidades, vivió en el desierto, fue perseguido por falsos maestros, estuvo entre falsos hermanos, en fatigas, en vigilias y en muchos padecimientos con frío y desnudez.

De la misma manera, el Señor viene a depurar a la Iglesia e invierte tiempo en ella. Y ahora pregunta:

¿Cuántas vigilias has tenido? ¿Cuántas persecuciones has sufrido? Ahora ten fe, pon tu confianza en él, espera en Dios porque aún he de alabarle ¿Cuántas veces te has sentido desnuda? ¿Cuántas veces has dicho que no te toman en cuenta? Pero Dios, si te tuvo en cuenta y Él siempre paga. Cuando la novia se comporta como una mujer casada, tiene bendición, porque Jesucristo la compró a precio de sangre; invaluable el precio Iglesia.

La Iglesia decide quedarse, no vestirse y tiene miedo. Si decimos, creer en su palabra y tener santidad y predicamos a un Dios vivo ¿Por qué en el momento crucial tenemos miedo? Desde Génesis hasta Apocalipsis se muestra a un Dios grande, creador de todo lo que podemos contemplar, Entonces, ¿Por qué se muda el pensamiento del hombre? ¿Por qué tiene miedo? El espíritu de esclavitud no es de la Iglesia.

Si la novia que no quiere estar con su novio y no lo ha querido como el novio quiere, es porque no entiende el compromiso que tiene con él. Todos los bienes que Jesucristo tiene son para la novia. Entonces, sino ella no tiene compromiso, tampoco tiene derecho a lo que el novio tiene.

En este tiempo, hay señales por doquier. Pronto la novia será tomada, pronto Cristo viene a buscar a su Iglesia. La tierra sufre dolores de parto y de la misma manera que la mujer en cinta siente la llegada de la nueva vida, asimismo la Iglesia, siente el dolor del tiempo final.

La Iglesia del Señor, la amada, debe luchar por no ser híbrida. Dios te conoce y su boca está abierta para vomitar a aquellos que no hacen su voluntad. ¡No tengas miedo Iglesia amada! Como Adán, la Iglesia si se queda, se va a encontrar desnuda, así como lo estuvo Adán en el huerto.

Iglesia amada, viene pronto tu novio y se va a casar contigo y tienes que estar totalmente preparada. Mateo 25:3, habla que: las vírgenes insensatas tomando sus lámparas y no tomaron consigo aceite, más las prudentes, tomaron aceite juntamente con sus lámparas. Significa que, unas se prepararon y otras no pusieron atención a lo que su amado les estaba pidiendo; porque no es a nuestra forma, sino a la forma de Dios. En las normas y las leyes del Señor está la manera de cómo volaremos a su encuentro.

El testimonio puro, es el aceite. Cuando la Iglesia ora, y comienza a decir al Espíritu que no se vaya, que se quede, que la lleve ante el Señor Jesús, entonces, Él la entregará como una novia limpia y hermosa. La novia empezó desde que le dijo: sígueme. Entonces, ella empezó a caminar como esposa y así se manifestaron los misterios y los dones; y cuando la compró no solo le dijo que iba a ser su novia, sino su esposa.

Llega la medianoche y hay un clamor: he aquí, el novio viene… y al atardecer la novia debería ser tomada. Llegará un momento difícil, pero tú amado estará alumbrando. El Espíritu Santo conoce tus temores y tus necesidades. Sabe que necesitas que tome dominio de tu corazón, de tu mente y de tu alma completa. Porque si no, la amada se puede perder. Por tanto, aunque tarde el esposo la Iglesia debe seguir comportándose como esposa fiel, digna, con polleras largas espirituales, no mostrando desnudez sino mostrando santidad.

Aunque duerma y sea la medianoche, el Espíritu le dice: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! La Virgen podrá escuchar y entonces volará a la presencia de su Señor. Él desea, que la novia suba y le dice:sube esposa amada, necesito que entres a mi aposento. Y la amada le hizo caso y junto aceite y ese aceite le despertará, le hará fuerte porque habrá fortalecido la fe, habrá fortalecido la santidad.

Su esposa se ha preparado ¡Bienvenida a las bodas del Cordero!