¿Cómo está tu granero?

Proverbios 4:23-27: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida, aparta de ti la perversidad de la boca y aleja de ti la iniquidad de los labios, tus ojos miren lo recto y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante, examina la senda de tus pies y todos tus caminos sean rectos, no te desvíes a la derecha ni a la izquierda aparta tu pie del mal”.

En los graneros se guardan, granos, trigo, cebada, cereales, maíz.

Existen varios tipos de graneros, antiguamente los hacían en el piso cavando un hoyo y los trataban por dentro para endurecer la tierra y poder cuidar sus granos. Luego los egipcios construyeron unos en forma de pirámides, con ventanas en la parte superior depositando a través de ellas el grano, en la parte inferior tenía un orificio por donde lo sacaban. Los más modernos fueron con madera, en algunos lugares usan los más clásicos, también existen de metal, hormigón armado.

En la escritura, en el libro de Génesis podemos ver la historia de José, quien estuvo a cargo de los graneros de Egipto en los tiempos de hambre.

En Proverbios podemos ver que empieza con algo tan importante que es guardar, podemos ver que en los graneros se guarda, guardamos alimentos, y es importante guardar bien ya que por ejemplo en ellos se guarda el grano del cual podemos sacar harina, hoy en día es útil para diversos alimentos.

Nuestro corazón es nuestro granero, de el sale lo bueno y lo malo.

¿Como guardamos nuestro granero de la familia? Preocupándonos de las cosas de casa; hoy en día en nuestra despensa guardamos nuestra mercadería cuidándola que no esté vencida o con bichos, ordenada por distintos aspectos, limpia, preocupándonos de cosas de la casa a tiempo; el refrigerador también es un tipo de granero en nuestra casa, de forma constante tenemos que revisar que no se mezclen o no se pase con olores.

Así debe ser con nuestro granero del corazón, debemos ver que no entre nada que nos haga daño, tener un corazón limpio.

Nuestro granero familia, debemos cuidar el corazón de nuestros hijos, nuestro esposo, debemos ver que es agradable frente al Señor, tener cuidado con las cosas que se dicen frente a nuestros hijos, ellos guardan todo lo que ven y escuchan; a veces se hace complicado. No debemos dejar entrar cosas a nuestro granero familiar, debemos tener cuidado que nada quite la bendición de nuestro hogar, así como hay animales que le hacen daño a los graneros físicos, también hay animales que querrán dañar nuestro granero espiritual y familiar, como la amargura, falta de reconciliación, falta de perdón, es una decisión propia que dejamos entrar a nuestro corazón.

Cuidemos el corazón de nuestros niños, no conversemos cosas fuertes frente a ellos, no dejemos que nuestro granero se ensucie como dice la palabra: “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”.

Así como Dios trató con José, limpió su vida para que el pudiera perdonar a su familia, ayudándoles cuando su granero estaba limpio y lleno de alimentos, lo pudo compartir con ellos, dando lo bueno, así es importante el perdón y lo guardamos en nuestro corazón, ya que de ahí salen las palabras de nuestra boca.

Nuestros esposos tienen una labor que es pesada, ya que ellos son la cabeza del hogar, pueden ayudar en casa pero no es su primera prioridad, debemos ser sabias y edificar nuestra casa, no cambiar roles con nuestros esposos ya que no es el diseño de Dios para con ellos. Ver con amor lo que ellos quieren hacer por nosotras, teniendo cuidado con lo que vemos, por nuestra vista pueden entrar muchas cosas que dañan nuestro granero, cuidemos nuestro hogar mirando que sea agradable al Señor.

Cuidemos la amistad de nuestros hijos, cuidemos nuestros graneros de todo lo que se está viendo en el mundo, cuidemos hacia donde nos ven caminar, nuestros pies reflejan lo que vive el cuerpo, ellos andan conforme a lo que vemos, a lo que oímos y lo que guardamos en nuestro corazón. Corramos al Señor, que sea Él quien esté guardado en nuestro corazón, para que eso sea lo vean nuestros hijos y esposos.

Custodiemos, examinemos, miremos nuestro corazón, cuando hay algo que no está bien nos estancamos, no guardemos rencor, no ensuciemos nuestro corazón. Cuidemos los labios, los ojos, los pies, debemos ser responsable de guardar nuestro corazón, nuestra vida, porque de ahí sale el cómo hablamos, como pensamos, como miramos y cómo caminamos. Es muy importante nuestro granero personal, hablemos cosas que nos edifiquen, no guardemos secretos, debemos decir las cosas de frente para que nuestro granero no se ensucie, no tengamos falta de perdón, contaminamos al resto y podemos ensuciar su granero. Seamos intencionales, no hablemos mal y seremos bendecidos, lo que hablamos nos delata frente de quienes compartimos, pidamos ayuda al Señor para mantener nuestro granero limpio, no dejemos de mirar a Jesús nuestro blanco perfecto.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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