El Eterno

“Sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”

Hebreos 7:3

Eterno en hebreo es “Olám”, que indica un tiempo de duración indefinida cuyos límites son desconocidos. En griego es aion, aionios, que dura edades, para siempre, eterno sempiterno.

El Eterno, un nombre que muestra la naturaleza del Verbo, el Hijo de Dios, es a Jesucristo a quién se lo describe como quién no tiene “principio de días, ni fin de vida”. (Hebreos 7:3) Si bien el contexto del verso hace referencia al Sumo Sacerdote Melquisedec, aquí se muestra la eternidad de Jesucristo, porque dice que es semejante a Jesús el Hijo de Dios, quien es el Sacerdote Eterno.

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”

Juan 1:1-3

A el Verbo lo vemos como el Creador. El Verbo eterno desplegó toda su naturaleza en la Creación, puso lo de él en todo lo creado. Del Verbo en la creación salió la eternidad, eternidad en el cosmos, en el Universo, en el hombre.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” 

Génesis 2:26

Poniendo “eternidad en el corazón” (Eclesiastés 3:11) Dios puso eternidad en el corazón de los hombres, en esa eternidad ya tenía el plan de redención cuando el primer Adán pecó, Dios tenía todo provisto.

Mas “sin que el hombre alcance a entender la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin”, Eclesiastés 3:11.

Jesucristo se reveló en el antiguo pacto, como el Eterno, el Verbo fue revelando al Padre.

Cuando dice: “… con Dios caminó Noé”, (Génesis 6:9) quien caminó fue Jesucristo, porque Dios es Espíritu. La manifestación de Cristo en el Antiguo Testamento no fue revelada abiertamente, pero sí como una cortina, con Cristo a punto de mostrarse para llegar a este mundo y manifestarse a los hombres.  Algunos como Josué, Moisés vivieron una teofanía del Verbo, otros como el rey Nabucodonosor, lo reconoce como quien es: “El-Olam” cuando le dice: “Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generación”, Daniel 4:3.

Cuando Cristo fue encarnado en el vientre de María, había eternidad en él, el Verbo estaba siendo formado como carne, el Espíritu formando al cuerpo, y Dios poniendo una muralla en el vientre de María para que ella no sea destruida, descendió la eternidad, Jesucristo El Eterno.

“El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros[…] lleno de gracia y de verdad”

Juan 1:14

La Trinidad revelada a los hombres. Hermoso Jesucristo, El Eterno, el perfecto, no hay sabiduría que entienda la plenitud de Su Eternidad, somos seres con mente finita y limitada.

Todo pasó en el tiempo de Dios en Su Eternidad. Esta Eternidad no se puede revelar en nosotros porque si no caemos fulminados, mas se revela a través del Verbo de Jesucristo, el Santo, perfecto. Jesucristo siempre ha existido y siempre existirá. Tomemos el peso a quien es el Verbo, si el decidiera terminar este mundo ya lo hubiera hecho, pero no, nos justificó, en Él está nuestra esperanza, en el Hijo del gran El-Olam.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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