¿Eres esforzada?

Proverbios 31:17

“Ciñe de fuerza sus lomos y esfuerza sus brazos”

PROVERBIOS 31:17

Ciñe o ceñirse es literalmente atarse un cinto a la cintura, ajustarse o apretarse. Los lomos quedan en la espalda entre la última costilla y las caderas. La hermosa mujer de Proverbios se los ciñe.

En el contexto cultural e histórico tanto mujeres como hombres usaban vestidos o túnicas y necesitan usar un cinto en la cintura para poder caminar mejor o trabajar. Los guerreros para luchar en la batalla subían sus largas túnicas hasta las rodillas para no tropezarse. 

La mujer de Proverbios trabaja con voluntad todos los días y es por eso que debe ceñirse sus lomos todos los días, levantarse con una buena actitud para el quehacer diario. Al ceñirse esta mujer también estaba dando un buen ejemplo a sus hijos a su esposo y a quienes le rodeaban. Ceñir implica estar listo para la acción, siempre dispuesto.

Esfuerza sus brazos. Es una continuidad de la misma acción de ceñirse. Esfuerza los brazos, se refiere a las acciones que debe llevar a cabo en lo que fuere necesario.

La Biblia dice que nos ejercitemos en la piedad.
“porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera”. 1° Timoteo 4:8

¿Y qué es la piedad?

– Virtud que inspira por el amor a Dios, devoción a las cosas santas. Actos de amor por su obra.
– Eusevia la vida cerca de Dios, siempre contenta, agradecidas.

Esta última es mas certero a la definición, porque debemos ser mujeres que amemos a Dios, que estemos cerca a lo de Él. Ser mujeres amando a Dios y a Su obra.

Distinto a la misericordia, que es una virtud de Dios en cuánto a ser perfecto, por lo cual perdona nuestros pecados. 

La Palabra dice:
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas”, Eclesiastés 9:10. 


¿Pero que pasa cuando hay un desgaste físico, que hacemos?

Efesios nos dice que nos pongamos toda la armadura de Dios.
 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.Vestíos de toda la armadura de Dios […] Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad”, Efesios 6:10-14. 

Y cuando las fuerzas faltan en medio de la batalla pidamos como el rey David que nos ciña de fuerzas para la pelea. (Salmo 18:39)

Porque viene la ayuda del Espiritu Santo y Él nos ciñe para volver a estar de pie para la batalla. Ejercitemos en pensar en la verdad que es Cristo. Ceñirnos en Él. El pensar es un ejercicio y requiere un esfuerzo. Ceñirse es sacar una mentira y llenarnos de la verdad que es Cristo. Es importante guardad el corazón
¿Eres esforzada? ¿Eres esforzada en tu hogar, en levantarte y cenir de fuerzas tu lomo?

Cuando hay dolores la Biblia nos dice:
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”.

El cuerpo envejece, se desgasta, hay que ejercitarse para que no se entuya si, pero en Cristo la mujer interior se renueva día a día. Hay que luchar espiritualmente contra las huestes que nos quieren atormentar, nosotros tenemos al Dios poderoso, al que abrió el mar.

Como la mujer encorvada pongamos nuestros ojos en Cristo, para ser esforzadas en el día, entendiendo la responsabilidad que tenemos. Con la ayuda del Señor vamos. 
En la labor que cada una haga, que podamos ser esforzada, con la actitud correcta. Somos hijas de Dios, no podemos mirar lo que hay aquí en esta tierra porque es una mentira, que podamos mirar a Jesucristo el Centro, Él es suficiente. Y cuesta, sí, pero pongo mi mirada al cielo, y no como esta mujer encorvada antes de ver a Cristo con la mirada en el suelo, en la Tierra. Cuando hay temor, recordemos las palabras del Salmista:
“En el día que temo, Yo en ti confío”, (Salmo 56:3) porque cuando decimos “confío en ti”, Dios nos renueva, nos esfuerza. Pidamos fuerzas para hacer en Su obra para amar lo que es de Él, hay que morir con las botas puestas, para que venga por nosotras, nos halle haciendo lo de Él.

En la dificultad fisica, nuestro Dios victorioso es quien nos sostiene, nos esfuerza, porque Él es el sustento, es la fortaleza. Hay mucho trabajo en la obra, que el Señor nos use para tener victoria una vez mas. Hay que tirar las redes, hay que dejar un legado. ¿A quién estamos impactando con nuestro testimonio? El Señor nos de fuerza para seguir en la batalla, son días difíciles. ¿Como será si no ponemos en acción la fé?, peleemos en oración por nuestros hijos, nuestra familia. Dios lo hará según nuestra fé, esforcémonos.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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