“necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”.
Romanos 1:30
¿Qué es la lealtad?
Lealtad es un sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien.
El término lealtad puede situarse en diferentes contextos como:
- en el trabajo
- en las relaciones de la amistad
- en el hogar, en el matrimonio.
Dios tiene el precioso atributo de la fidelidad él siempre está con nosotros, nunca nos abandona. Dios quiere que seamos fieles, leales con nuestra familia.
Hace años hubo un matrimonio que empezó muy joven, cuando el marido quiso estudiar tuvo todo el apoyo de su esposa, también cuando continuó estudiando para ser un abogado exitoso, él siempre tuvo el apoyo de su esposo. Ella dejó su desarrollo personal propio, cuidó a su familia, a sus hijos, ayudando con las finanzas, siempre apoyando al esposo. Pero una mujer joven se fijó en el y él en ella.El para divorciarse de su esposa hizo muchos cambios en sus finanzas de forma que ella quedara sin nada, sin beneficios.Finalmente ella decidió asesinarlos.
Vemos aquí un caso claro de infidelidad de una persona qué se dio por otra
¿Por qué se nos olvida tan rápido el bien que nos han hecho?
La infidelidad es la insatisfacción del corazón, de un corazón que no cuida lo que tiene. Se nos olvida que nos queríamos tanto, los años fueron pasando y se notan.
¿Qué nos lleva a caer en la infidelidad?
Como matrimonio, hermanos, tenemos que tener metas en común, permanecer juntos. En situaciones adversas permanecer. Las metas personales traerán peligros al matrimonio. Cuando se tuercen los principios se caen en deslealtades para luego buscar argumentos en nuestra mente y justificar acciones.
Dios siempre hablará y confrontará al corazón del hombre.
“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto”.
Malaquías 2:14
David tenía como esposa una princesa, la hija de un rey. Luego tomó como esposa a Abigail, una mujer viuda y concubinas. Mas cuando pecó con Betsabé Dios no se quedó callado.
Nuestra naturaleza pecaminosa es así.
A veces por el trabajo o por un enojo entran las infidelidades. El enemigo busca por dónde hacer daño al matrimonio. No dejemos puertas abiertas, como la falta de oración, la poca búsqueda de la presencia del Señor. Ni dejemos de cultivar nuestro amor, ser intencionales, no dejar de enamorarnos con las palabras, los detalles, los tiempos a solos, la intimidad. Todos estos actos traerán fruto si se siembran hoy, se cuidan en el tiempo.
Hay un orden en el Señor para el varón:
- Dios
- Esposa
- Hjos
- Trabajo
- Iglesia
Hermano este es el orden, fije prioridades. Los niños no están al centro, necesitan reglas, les hace sentir más seguros.
A los varones se les pedirá mucha más cuenta por su rol como varón, como cabeza de la mujer.
Ahora es el tiempo de disfrutar, no viva para el futuro.
En este programa también nuestros hermanos, alabarón a sus esposas, reconociendo características en ellas de la hermosa mujer de Proverbios 31.
Hermano David Castillo elogiando a su esposa Cecilia Cabrera. Hermano Ricardo Yañez elogiando a su esposa Evelyn Martinez 
Hermano Fernando Cabrera elogiando a su esposa Damaris Benelli. Hermano Dario Lara elogiando a su esposa Ayleen Saavedra. Hermano Ignacio Benelli elogiando a su esposa María José Hidalgo.
Corazones transformados por Cristo 