Iglesia de Sardis

Apocalipsis 3:1-6

CARACTERISTICAS HISTORICAS

Esta ciudad estaba ubicada a unos 50 km. (30 millas) al sudoeste de Tiatira, al pie del monte Tmol, la Riviera del río Lico. Fue la antigua capital del reino de Lidia.

La industria principal era la confección de tintura de vestidos de lana, y trabajaban en la metalurgia como la producción de monedas. Aún en la era apostólica era una ciudad prospera gracias al oro del rio Pactolo que atravesaba la ciudad.

En sus primeros tiempos era una ciudad fortificada, difícil de atravesar, gracias a los acantilados que la rodeaban.

Sardis pasó a ser ciudad romana en el año 133 a.C. El terremoto del 17 d.C. devastó la ciudad. Fue reconstruida y hoy día permanece en su lugar la ciudad de Anatolia.

INTERPRETACION HISTORICA

¿Cómo se presenta el Señor ante esta iglesia? Verso 1 “El que tiene los siete Espíritus de Dios.” ¿Qué significa esto? Que viene con la autoridad y plenitud total del Espíritu Santo. Y que también tiene el poderío y dominio sobre todas las cosas. Además les agrega “…y las siete estrellas”, queriendo decir que Él tiene el control de cada iglesia y conoce como están actuando.

PALABRAS DE ENCOMIO

Para esta iglesia no hay palabras de encomio. Porque a pesar de que el Señor reconoce sus obras, claramente no le agradan.

QUEJA

También en el verso 1 dice: “…que tienes nombre de que vives, y estas muerto.” Probablemente esta iglesia hacía muchas cosas, visitaba enfermos, se encargaba de sus viudas, huérfanos, etc. Pero sus corazones estaban lejos del Señor. Solo aparentaban amarlo. Verso 2: “Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios”. Y aquí, surge una pregunta: ¿Qué otras cosas están para morir? Probablemente se refiere a una pequeña llama en el espíritu que aún arde en algunos.

JUICIO

Verso 3: “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y ARREPIENTETE. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. El Señor le advierte que si no se preparaba vendría como ladrón. Esto habla de un juicio inesperado, sin aviso previo. En Apocalipsis 16:15 dice: “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo y vean su vergüenza”. En ese tiempo, una persona que estuviese familiarizado con el servicio del Templo de Jerusalén, sabía a lo que se refería esta frase. Si era encontrado un guardia del Templo durmiendo durante su turno, a este se lo tomaba y se le quitaba sus vestiduras y lo dejaban desnudo como castigo. Esto es lo que el Señor le está diciendo a esta iglesia.

Verso 4: “Pero tienes una pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas”. Con esto podemos ver, que a pesar de todo, aún hay un remanente que permanece puro, fiel y firme en la fe de Jesucristo.

INTERPRETACION PROFETICA

SARDIS significa LOS QUE SALIERON, y comprende el periodo de la reforma protestante que comenzó en 1517 al 1750 d.C. Esto quiere decir, que un grupo escapó de la iglesia papal que estaba llena de abominaciones y apostasía. Recordemos que esta iglesia que tenía el Espíritu de JEZABEL, hacia muchas cosas: grandes templos, sacrificios, cruzadas, persecución a los herejes (la santa inquisición), etc. Sin embargo, era una iglesia muerta. Más de ella, nace la REFORMA PROTESTANTE, que se inicia con las 94 tesis de Martín Lutero. Luego tenemos a William Tyndale, Juan Calvino, Casiodoro de Reina, etc. Estos hombres se mantuvieron fieles al Señor a pesar de la oposición que enfrentaron. Por otro lado, no podemos decir lo mismo de las denominaciones que nacieron de ellos, como: la iglesia Luterana en Alemania, la iglesia Anglicana en Inglaterra, la Presbiteriana en Escocia, la iglesia Calvinista y la iglesia Menonita, ya que, no han podido mantener el Espíritu de la Reforma, el sentido principal del porqué el Señor se revela a estos hombres y los saca del solo hacer y los lleva a conocer al Dios de la obra.

El movimiento de la Reforma estimuló y ayudó a que las Sagradas Escrituras se conocieran mejor. Le dio valor a las escrituras y a la justificación por la Fe.

Ahora, estas denominaciones tenían una sana doctrina, pero espiritualmente estaban frías o muertas, pues mantuvieron muchos de sus ritos anteriores. Incluso hasta el día de hoy. La vida espiritual es imposible sin sana doctrina, pero la sana doctrina sin vida espiritual es una iglesia muerta.

INTERPRETACION ALEGORICA

En la actualidad, hay muchas iglesias o denominaciones que conservan solo el “nombre de que viven y están muertas”. Mantienen la liturgia, pero el Espíritu de Dios, ya no está en medio de ellas. Pues, las vidas que llegan a estas congregaciones no son transformadas.

Como cristianos también podemos tener una condición similar. Podemos vestirnos como cristianos, hablar como cristianos, cantar hermosos himnos, congregarnos regularmente, hacer buenas obras, etc., pero nuestro corazón está muy lejos del Señor. Necesitamos, que el Espíritu Santo more en nuestra vida, pues esto marca la diferencia. Hechos 1:8, Jesucristo hablando a sus discípulos les dice: “…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y toda la tierra.” Aquí, la palabra TESTIGO tiene su raíz en el griego “mártir” (la idea era que un mártir seguía dando testimonio de su fe, aunque su cuerpo fuera torturado). Desde ese momento, hubo en ellos evidencia clara de la presencia del Espíritu de Dios en sus vidas. Recibieron dones, hablaron con denuedo de Jesucristo, se reunían para orar y se amaban tanto, que tenían todo en común. Estuvieron dispuestos a perder sus vidas por ganar la del Señor. En ese momento se inició un proceso que duró toda la vida. Podemos entender entonces, que la llenura del Espíritu debe ser constante.

El Señor nos advierte en Efesios 5:14-16, “Por lo cual dice: Despiértate, tu que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos.” ¡Jesucristo ya viene!Amén.

PROMESA

La manera y forma de vestir en general es de interés habitual en el ser humano, cada día decidimos que ropa ponernos según la ocasión, el lugar, el clima, etc. Nosotros como cristianos procuramos mostrar modestia y prudencia al vestir. El diccionario define moda como el Conjunto de prendas de vestir, adornos y complementos que se basan en esos gustos, usos y costumbres, y que se usan durante un periodo determinado.

Es de gran bendición saber el color de las vestiduras del Señor Jesucristo, una respuesta está en Daniel 7:9 (a) “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve”. Claro está, Cristo tiene vestiduras blancas. Y la biblia dice que ese blanco es un blanco nunca visto por nosotros, y nunca alcanzado por un blanqueador en esta tierra, como se describe en la transfiguración, Marcos 9:2 “Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos”. Entendemos que ese blanco es símbolo de pureza, limpieza, santidad y consagración.

Recordando nuestra naturaleza caída y las reiteradas veces que pecamos, personalmente tengo claro que lo único que aporto día a día es pecado, es difícil pensar que en algún momento podré tener una vestidura espiritual con ese color blanco que describe Marcos 9:2. Pero se goza mi corazón, al leer la promesa del Señor Jesús en Apocalipsis 3:5 (a) que dice “El que venciere será vestido de vestiduras blancas”; entiendo que si perseveramos en esta senda donde tenemos que caminar, y que son las pisadas de Cristo, Él promete vestirnos de santidad, vestirnos con vestiduras blancas, así como nuestro Señor Jesucristo.

Y si seguimos leyendo Apocalipsis 3:5, además Cristo nos promete no borrar nuestro nombre del libro de la vida, ese libro dónde está escrito el nombre de todos los seguidores de Cristo, los que hemos creído que él murió por nosotros y que nos compró a precio de sangre. Además, que si no le negamos en esta tierra Él dirá nuestro nombre delante del Padre y de los ángeles. Tremenda bendición, perseveremos, no decaigamos hermanos, Cristo ya viene. ¡Aleluya!