La oveja obediente

¿Qué significa la obediencia?

Es hacer lo que manda alguien, o lo que dicen las normas.

Todos estamos bajo parámetros y normas que debemos obedecer, en el trabajo, en el hogar, en la iglesia. Cuando el padre corrige a sus hijos le pone parámetros y reglas que deben seguir, de igual manera la iglesia sigue un orden y normas.

Cuando como oveja aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, tomamos el desafío de obedecer y seguir todos estos parámetros. Dejamos que sea quien dirija nuestras vidas y tenemos un pastor que nos guía.

¿Hemos sido obedientes hasta este momento?

Recordaba cuando era niño y mi abuelito en el campo tenía muchas ovejas. Él las soltaba y nosotros sus nietos, entrábamos al corral a limpiar todo, nos demorábamos mucho en terminar, pero luego ellas volvían y en poco tiempo quedaba todo sucio otra vez.

Eran más de 100 ovejas y mi abuelo siempre sabía dónde estaban, tenía rutinas ya establecidas. Sabía que a las 11 de la mañana, estaban alimentándose, a las 4 de la tarde, estaban en el cerro, y cuando las llamaba hacía sonar un silbato el cual obedecían. Al oír, ellas volvían siguiendo el sonido y cuando todas ya estaban adentro del redil, él sabía si faltaba alguna, porque a todas las conocía.

Esto es, pues el pastor conoce a sus ovejas y ellas conocen muy bien a su pastor. Y para que la oveja llegue a conocerlo, necesita pasar situaciones con él.

Cuando una ovejita nace, esta crece al lado de su madre y cuando salen del redil junto al pastor, ella va al lado de su madre y la sigue a todos lados; es así como crea el hábito por dónde ir, donde comer y aprende a ser obediente al pastor. Pues la oveja sabe los caminos por los que debe andar y cuáles no.

Pero cuando una ovejita adulta es traída desde otro lugar, llega al redil nuevo y al abrir la puerta de éste, ella sale corriendo porque quiere volver a su antiguo hogar. Entonces, va el pastor y la trae devuelta, pero ella lo vuelve a intentar al otro día y cuando la ovejita vuelve a correr lejos, el pastor la vuelve a traer, pues trae mañas y conductas distintas. Luego de escapar varias veces la oveja recién llegada, el pastor lastima su pata para que aprenda a obedecer y en el proceso de curarla, ella logra conocer a su pastor.

Cuando la oveja no quiere caminar por el camino que le indica su pastor, ella toma caminos y lugares que pueden ser peligrosos. Se va a las zarzamoras a comer  y queda atrapada, o va al canal a tomar agua pero se termina mojando entera y se ensucia, nuevamente va el pastor por esta oveja y la deja en el redil castigada una y otra vez para que aprenda la obediencia.

El salmista David reconocía que Jehová era su pastor en el salmo 23,

Jehová es mi pastor nada me faltará, en lugares de delicados pastos me pastoreará, confortará mi alma me guiará por senda de justicia por amor de su nombre.

Toda la creación obedece al Señor, aún los vientos obedecen a la voz de Dios, cuanto más nosotros que tenemos la capacidad de pensar y razonar, cuando el Señor nos da una orden solo falta obedecer, muchas veces necesitamos la aprobación de los hombres para seguir, pero primero debemos obedecer a Dios.

Dice Hebreos 5:8-9 y aunque era hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia, y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.

¿Cree usted que Dios tiene pensamientos de mal para nosotros?

Tenemos a un Dios que lo dio todo por nosotros y solo tiene pensamientos de bien para sus hijos, teníamos todo en el Edén pero el hombre desobedeció y pecó delante del Señor.

Somos tan terrenales que nos aferramos a lo que vemos en vez de mirar hacia arriba, no nos damos cuenta de que el pastor nos llama, Cristo tomó nuestro lugar y aplicó la obediencia.

La obediencia es confiar, es la fidelidad y por sobre todo, es amar a nuestro Señor. Dejemos que Dios cambie y modifique nuestra vida, que nos guíe. Dejemos que nos quiebre la pata para conocerle y dejar que él sea nuestro pastor, en esto encontramos paz, alimento, seguridad y gozo.

¿Usted quiere pertenecer a este redil?

Tengamos un corazón enseñable, un corazón obediente. Necesitamos mostrar la obediencia a Cristo a los demás. Que aquellos que vienen de otro redil, puedan ver en nosotros ejemplo y les podamos ayudar.