Mujeres que creen a Dios en tiempos de incredulidad

Podemos ver a Ruth junto a Noemí, la obediencia de una mujer joven a una mayor, el amor de ellas, no siendo parientes ni nada sanguíneo.

Noemí puede hablar con Ruth mostrando los propósitos para su vida, para la nación, algo que Noemí no sabía en ese momento, pero guiada en el Espíritu ayuda a esta mujer joven, guiándola en los propósitos eternos de Dios.

Noemí les dijo cuándo quedaron viudas que se fueran a sus casas, ya que ella no tenía más hijos con los cuales se pudieran casar, y aunque los tuviera no se podrían casar con ellos. Orfa si se va, pero Ruth se queda para ayudarla, ya que no tendrían quien llevara sustento, ahí se puede ver el amor de una mujer joven a una mujer mayor, ayudándose la una a la otra, diciendo: donde tu vayas yo iré contigo, tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.

Ruth, una mujer Moabita, quienes tenían costumbres muy paganas, muy religiosos, muy idólatras, pero el amor de Dios y su propósito fue más grande, la llamó, y la usa para bendecir a Noemí, ella comienza a trabajar para llevar el sustento al hogar, así debe ser hoy, tener esa consideración de las mujeres jóvenes a las mayores, debemos respetar y querer a esa mujer mayor como guía, ser humildes, asumiendo el consejo de nuestras madres, de nuestras pastoras.

En Ruth podemos ver una mujer humilde, cuando Noemí le dice que no tiene nada bueno para ofrecerle ya que Belén estaba en un mal momento, Ruth fue obediente a Noemí en todo lo que le indicó que hiciera, dándole instrucciones de cómo hacer las cosas, de cómo hablar, cómo conducirse, tal como hoy en día nos ha aconsejado nuestra Pastora, la forma de cómo se debe conducir una mujer cristian. En medio de la obediencia de Ruth podemos ver que ella está en medio de la genealogía de Jesucristo, aquí podemos ver que si vale la pena obedecer, no cuestionar; es importante tener un corazón obediente como Ruth para que no coartemos las bendiciones y  propósitos de Dios en nosotras

Podemos recordar a la madre de Sansón, que Dios le indicó cómo debía ser con su hijo, ella fue obediente, pero sabemos que Sansón hizo lo contrario a lo que le enseñó, ella debe haber tenido muchas batallas para creer que Dios lo usaría.

Podemos ver la fe de Jacobé, que le cree al Señor, a pesar de todo lo que está viviendo, pero ella sigue creyendo en Dios y lanza a su hijo en fe sabiendo que Dios cumpliría que vendría un libertador para su pueblo, ella sin ver nada solo creyendo se levantó y pensó que podía ser su hijo esté libertador, vemos a Moisés apartado, creyendo como un egipcio, pero nuestro Dios cumple su promesa.

Estamos en tiempos que necesitamos ser mujeres de fe, Dios dijo que estaría con nosotros y así lo debemos creer, Dios lo dijo y Dios lo hará. Seamos mujeres que le creen al Señor, mujeres con su corazón rendido.

Creamos que cuando oramos con humildad, con un corazón rendido, humillado al Señor; Él responde. No nos cansemos de orar por los nuestros, no miremos la circunstancia, tomemos fuerza en medio de estos tiempos difíciles, sabemos que la promesa de Dios siempre está, nuestro Dios es poderoso, bajo Sus alas estamos seguras, doblemos nuestras rodillas y peleemos la buena batalla de la fe, levantémonos con nuestra necesidad a batallar, porque nuestro Dios no ha cambiado, comprometámonos con nuestro Dios, busquemosle en todo tiempo, Él nos sostiene, que sólo Él sea suficiente para nosotras. Seamos como la mujer del flujo de sangre y levantémonos en fe a tocar el borde del Maestro, sabemos que nuestro Redentor vive, seamos mujeres de valor.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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