“Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida; Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra; Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas; La araña que atrapas con la mano, Y está en palacios de rey”.
Proverbios 30: 24-28.
Hermoso aprender sobre la creación. Dios dice que 4 cosas son más sabias que los sabios, que maravilla que tome ejemplo a estos animalitos.
Las sabiduría de las hormigas: un pueblo no fuerte, y en verano preparan su comida, un ser tan pequeñito que vive bajo la tierra, muchas veces caminamos sobre sus hogares. Es cierto, en verano entran a nuestras casas, uno hace cosas para ahuyentarlas, pero ellas son persistentes, cargan sobre sus espaldas su alimento, vemos que trabajan en equipo, colaborativas con el propósito de guardar para el invierno como lo dice el Señor es sabia. Cuando pensamos en la mujer ella también debe ser sabia en todo sentido de la palabra, edificando bien su casa. De alguna u otra forma nos movemos cuidando nuestro hogar, al esposo, hijos, pero sin estar afanada ni turbada, sino ocupando bien el tiempo, siendo buenas administradoras de lo que tenemos, enseñando a nuestros hijos a valorizar las cosas sin ponerlas en el corazón. De la hormiga podemos aprender a distribuir sabiamente los alimentos, ellas no consumen todo sino van porcionando, ella es sabia, debemos aprender de ellas, más aún que los días son malos, guardar alimentos, como el arroz. Debemos ayudar, sí, pero también ser precavidas, y también en la obra del Señor ir en ayuda para cubrir la necesidad.
Los conejos que ponen su casa sobre la roca: Son un pueblo nada esforzado, es decir débiles, pero ellas ponen su casa sobre la Roca, una piedra fuerte. Así nosotras debemos ser sabias como ellas, poner nuestra casa, nuestra vida sobre la Roca Cristo Jesús, ahí estaremos seguras, aunque vengan vientos, tempestades. Somos mujeres frágiles acordémonos que del Señor viene su ayuda.
Las langostas sin rey, pero unidas: Al contrario, a las abejas que tienen una reina, las langosta no tienen un rey pero se reúnen en cuadrillas, hay sabiduría en ellas, no andan como llaneras solitarias. Así nosotras debemos andar, juntas bajo el gobierno del Rey de reyes. Cuando vamos a evangelizar nos movemos en cuadrillas, trabajando en grupos de trabajos bajo el gobierno que Dios establece en la iglesia, recibiendo consejo del Señor. Cuando no hay obediencia, unión algunos dicen que ellos se sujetan a Dios, pero andan como llaneros solitarios, de las langostas debemos aprender que no es así, ningún hijo de Dios se puede gobernar solo. Nos necesitamos unos a otros, como mujeres casadas bajo la autoridad de nuestros esposos.
Las arañas en el palacio del Rey: Muchas atrapamos las arañas con las manos, algunas pican debemos tener cuidado con ellas, están en varios lugares humildes como en palacios del rey, así como ellas nosotras estar en la obra del Señor con sabiduría; por ejemplo, como madres estar en los colegios. Debemos nosotras en la casa del Rey, entender que somos reyes delante de ellas, Dios estableció la congregación para estar.
En el gobierno del Rey no hay escases de arriba viene nuestra ayuda, muchas veces no entendemos es, la casa del Rey es el lugar donde nos vamos perfeccionando hasta su venida con corazones enseñables. Busquemos sabiduría consejos, debemos aprender a ser precavidas para el día malo y cuando los trabajos van decayendo seguir confiando en nuestro Dios.
Corazones transformados por Cristo 