Agradecidos al Señor por iniciar esta nueva serie. Queremos conversar del llamado para nosotras. Somos discípulas del Maestro y tomamos la mejor parte. Queremos que prevalezca de lo del Señor en nosotras.
Vemos mujeres en este tiempo que son autoritarias; mujeres que hacen callar con la mirada, los ojos no deben hablar. ¿Somos hijas de Eva o de Sara? Debemos ser Hijas de Sara entendiendo el propósito de Dios. Con un corazón enseñable.
Vemos mujeres en este tiempo que son autoritarias; mujeres que hacen callar con la mirada, los ojos no deben hablar. ¿Somos hijas de Eva o de Sara? Debemos ser Hijas de Sara entendiendo el propósito de Dios. Con un corazón enseñable.
Feminidad bíblica según Proverbios 31. Ser mujer casada, madre y en el hogar. Como una trinidad. La capacidad es dada por el Señor. Es un tema para cristianas, un diseño imposible de ser realizado sin la ayuda del paracleto. Estamos en este camino de perfección.
Entender esto en la carne puede sonar muy religioso, pero en el espíritu se entiende. La palabra de Dios sigue siendo vigente, ella no ha cambiado. El empoderamiento de este tiempo ha traído mochilas pesadas, difíciles de llevar.
Entender esto en la carne puede sonar muy religioso, pero en el espíritu se entiende. La palabra de Dios sigue siendo vigente, ella no ha cambiado. El empoderamiento de este tiempo ha traído mochilas pesadas, difíciles de llevar.
En este tiempo vivimos en un mundo en tinieblas (obscuridad), Cristo viene. Tengamos nuestras lámparas encendidas con el aceite del Espíritu, que nuestra vida este en constante oración y parémonos en la Palabra. Una lámpara encendida alumbrará el camino por donde debemos andar.
No es pensar en lo positivo sino en lo verdadero de la Palabra. El Señor nos ayude. Aunque las canas aparezcan, permanezcamos pegados a la vid Verdadera, Jesucristo. Dios es el labrador. Imitemos la fe los hombres y mujeres que dieron su vida por el evangelio, que fueron impactados por Dios. Seamos sobrios en nuestra manera de vivir. Tenemos las armas poderosas para destruir fortalezas.
Abrazar el propósito del Señor es menguar, es ser quebrantado. En el mundo es deseable ser servido pero el Señor nos manda a servir. Muchas veces hay resistencia por no entender. Un servicio al Señor no con la mente sino con las manos.
Corazones transformados por Cristo 