“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” Mateo 19:23-24.
Las puertas de las ciudades en Aquellos tiempos tenían dos hojas amplias y cerradas y en una de ellas había una pequeña puerta Por donde se pasaba esta era bastante estrecha era una puerta pequeña y a esta puerta se la conocía como el ojo de aguja. Este se usaba solo para pasar gente de a pie punto cuando las puertas grandes estaban cerradas para poder entrar un camello este debía ser descargado y hacerle doblar sus patas y su cuello para que este animal pueda pasar y cuando lo hacía lo hacía con mucha dificultad hasta terminaba con raspones. Esta metáfora del camello es un ejemplo de cómo se alcanza la salvación.
Cristo no está poniendo una imposibilidad para que un rico sea salvo, sino que tanto ricos como pobres es decir todo ser humano de toda clase social deben tener la actitud del camello, este debe despojarse de todas sus cargas, doblar su cuello para reflejar una actitud de obediencia, una actitud de humildad, de arrodillarse ante Dios y reconocer que Él lo es todo. Cada uno debe tomar el carácter de Cristo: “Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga” Lucas 9:23. Pasar por “la puerta de la aguja” es pasar por La puerta Angosta, Cristo. Lo cierto es que cada hombre debe poner de parte de él para pasar por esa puerta, aunque sufra raspones.
Es necesario entrar por la puerta estrecha porque la puerta ancha y espaciosa es el camino que lleva la perdición y muchos son los que entran por ella dice la palabra (Mateo 7: 13-14) porque estrecho y angosto es el camino que lleva a la vida y pocos son los que la hallan.
Son tiempos donde los hombres son amadores de sí mismos, pero nosotros debemos aferrarnos a la fe, proseguir a la meta en arrepentimiento, en perdón y no dejar que la gracia nos quite la conciencia del pecado.
Dice que muchas son las aflicciones del justo, no está libre de amarguras, pero el Señor se muestra en esas situaciones. ¿qué tiene en la espalda que no deja avanzar hacia la puerta estrecha? Déjese de pelear, siga al maestro, entre por la puerta estrecha. La Palabra tiene La Verdad.
Corazones transformados por Cristo 