¿Qué te tiene en la cárcel?

“Con mi voz clamaré a Jehová;
Con mi voz pediré a Jehová misericordia.
Delante de él expondré mi queja;
Delante de él manifestaré mi angustia.
Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.
En el camino en que andaba, me escondieron lazo.
Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.
Clamé a ti, oh Jehová;
Dije: Tú eres mi esperanza,
Y mi porción en la tierra de los vivientes”. Salmo 142:1-5

Muchas veces tenemos situaciones que nos encierran en una cárcel. Nuestras cárceles pueden ser:
QUEJA: Expresión de dolor, pena o sentimiento.
La queja es muy común en nuestras relaciones interpersonales a veces dura días A veces meses, en otras ocasiones muchos años. Son situaciones en las que estamos encarcelados o dejamos encarceladas a otras personas provocando un ambiente hostil. Las escrituras nos hablan de Ana y Penina, dos mujeres esposas del mismo hombre, Ana no podía tener hijos y Penina la molestaba provocando pena y dolor en ella.
Otro caso es Débora y Síntique, dos mujeres servidoras en la iglesia del Señor. No se sabe porque ellas estaban enojadas, pero hay una demanda para ellas, deberían ponerse de acuerdo.

Generalmente las quejas vienen seguidas de amarguras, pero para que eso no pase cada una de nosotros debemos presentar nuestra queja ante el Señor así como lo hizo David cuando presentó su queja. No olvidemos que Dios permite situaciones que son tratos para formarnos.
Toda queja debe ser llevada delante del Señor, debe haber restauración, reconciliación, sacando cualquier tipo de enojo en el corazón.
Su ofrenda no será acepta si no está en paz con su hermano.

ANGUSTIA: Aflicción, congoja, ansiedad.
El rostro refleja la angustia del corazón. Cualquier ansiedad puede ser válida, pero la ansiedad no nos debe llevar a la aflicción sino que en nuestra necesidad debemos recurrir al Señor, declararle nuestras situaciones, aquellas circunstancias de la vida, así como David lo hizo cuando estuvo solo y desamparado.

LAZOS:
En la Biblia lazo hace el referencia a cualquier cosa que pudiese destruir cualquier trampa.
Así son los pecados ocultos.

Ministración
Todos pasamos por dificultades, por angustias, por quejas, algunos tenemos lazos, otras estamos enojadas con alguien. Tal vez no un día sino muchos días. y muchas veces estas situaciones parecen ser más fuertes que uno y sin darnos cuenta las matizamos, las negamos. Nos permitimos vivir de acuerdo a nuestras emociones y esto no nos ayuda. Ante la queja debemos ser agradecidas con lo que tenemos, de otra forma no podremos avanzar y muchas veces se nos olvida que Dios está en control de toda situación, de lo que tenemos y de lo que no tenemos. La palabra es clara, ninguna raíz de amargura entrará en el reino de los cielos, tampoco alguien que persiste en un pecado oculto, por esto debemos arrepentirnos, este día ir a la cruz, perdonar, limpiar el corazón, dejar toda ansiedad delante del Señor, centrar nuestro corazón con la Palabra. Solo así, en nuestros procesos, podremos ser libres…
¿Está enlazada?