John Wesley

John Wesley nació el 17 de junio de 1703, en Gran Bretaña. Su padre, Samuel, era clérigo y su madre, Susana, fue maestra de él y de sus 18 hermanos. Wesley asistió a Oxford, donde fue ordenado al ministerio anglicano y se unió al “Santo Club” junto con Charles Wesley, su hermano. Ambos hicieron votos para llevar vidas santas, visitar cárceles, orar y leer la biblia diariamente.

En 1735, viajó a América para servir de pastor en Georgia, pero el barco en el que viajó (donde era capellán) enfrentó una fuerte tormenta. Wesley temió por su vida, pero notó que un grupo de protestantes moravos alemanes que allí estaban, no tenían miedo en absoluto. Esto le hizo cuestionar su fe. Pero más adelante tuvo una experiencia de conversión que cambiaría su vida para siempre, experimentó un despertar al descubrir que cualquier persona podía alcanzar la salvación sólo por la fe en Jesucristo.

George Whitefield, excompañero del Santo Club, comenzó a necesitar ayuda, así que le pidió a Wesley que lo apoyara, cosa que él hizo. Sin embargo, desconfiaba de su estilo de predicación (al aire libre). Pero con el tiempo, adoptó este método y grandes masas le seguían (se hablaba de 5.000 a 20.000 personas).

Contrajo matrimonio en 1751 con Mary Vazeille, una viuda con 4 hijos, pero ella lo abandonó por lo que no tuvo descendencia.  John Wesley falleció el 2 de marzo de 1791 y fue enterrado en Londres.

UNA VIDA EJEMPLAR

  • Se levantaba a las 4:00 a.m. su primer sermón era a las 5:00 a.m.  Él y sus predicadores itinerantes dividían el día en 3: 8 horas para dormir y comer, 8 horas para meditación, oración y estudio y 8 horas para predicar, visitar y hacer trabajo social.
  • Escribió 300 libros, cientos de cartas, además de llevar un diario.  Tenía un dicho: “No se puede ser un predicador profundo, y tampoco un cristiano cabal sin leer mucho.”
  • Vestía barato y cenaba en los lugares más sencillos. 
  • Predicó en promedio 780 sermones por año, durante 54 años.
  • Fue apedreado, golpeado, llegando a quedar tirado en el piso cubierto de sangre.

SIN RESERVA:  Siendo muy joven, entregó su vida al Señor. Se dedicó a predicar el evangelio junto con hacer obras de misericordia. Un hombre sencillo, que no buscó su propio beneficio, sino que vivió al servicio del Dios que predicaba (Rom.6:22).   

SIN RETORNO: Salió de la comodidad de su predicación. Se dio cuenta que el evangelio es más que eso, es más profundo, es la intensión del corazón, es una cuestión de fe. Nunca más volvió a ser el mismo, a los 32 años de edad decidió cambiar su motivación y seguir al Señor de todo su corazón.

SIN NADA QUE LAMENTAR:  Se convirtió en un predicador apasionado, que congregaba miles de personas, y que, aunque tenía muchos seguidores, también tuvo muchos enemigos, pero eso no lo detuvo al igual que al apóstol Pablo, quien preguntó “¿Son ministros de Cristo? (como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces (2° Corintios 11:23).

La palabra “ministro” significa sirviente, criado; procede de la raíz “minus” menor, menos, miniatura.

De seguro Wesley no se lamentó, sino que dio gracias al Señor que le permitió predicar el evangelio.

¿Cuál es la pasión que movió a estos hombres? ¿Cuál es la razón? Ser ministro es ser siervo, es ser humilde de corazón. Debemos entender que todo tiene valor delante del Señor.  Por tanto, sea fiel, que todo lo que haga sea con una buena actitud, porque eso es ser siervo, eso es ser ministro.

 Mateo 10:37-40

“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”

 Estos versículos deben confrontar nuestra vida, nos deben llevar a pensar en el peso que tiene el Evangelio para nosotros. Podemos hacer muchas cosas, pero ¿tenemos la actitud correcta? ¿Estamos dispuestos a dejarlo todo por el Señor Jesucristo, sin reserva, sin retorno y sin nada que lamentar?  

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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