La novia prepara sus manos

¿Cómo se prepara la esposa? ¿Cómo se prepara esta bella esposa para el Señor?

“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”.

1° Timoteo 2:8:

¿Cómo la novia prepara sus manos para el Cordero?

Con las manos podemos dar gracias al Señor, aplaudir y no sólo los cristianos ocupamos de esta forma nuestras manos, sino que cada persona ocupa sus manos para distintas cosas; pero nosotros tenemos una diferencia con nuestras manos, son distintas a las de las manos de las personas del mundo.

¿Cuál es la forma en que debemos usar nuestras manos?

La Palabra dice que deben ser manos Santas para el Señor, manos santas es tener nuestra vida dedicada al Señor, trabajando para la obra.

¿Pueden ser nuestras manos literalmente Santas, sin iras, sin contiendas?

Como cristianos nos podemos saludar con un ósculo santo, en este contexto no podemos tener las manos santas, si ellas están con irás y contiendas, obras que se anidan en el corazón.

Si nuestro corazón está limpio y purificado, nosotros podremos tener manos santas preparadas para la obra.

Un corazón limpio no sólo a veces o en algunos tiempos sino en todo tiempo, todos los días porque todos los días pecamos, vivimos en cuerpos de carne inclinados al pecado, por eso debemos ir en arrepentimiento ante el Señor, anhelando dejar ese pecado que frecuentemente se repite el corazón, que no queremos hacer pero retenemos ese pecado que nos aparta de Dios. Vivimos una dualidad queriendo estar con Dios y no querer dejar el pecado.

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. Santiago 4:8

Limpiar las manos y limpiar el corazón es una acción conjunta porque nuestras manos van conectadas con el corazón. Con las manos podemos cometer muchos pecados, pero las manos no actúan por sí solas  si no actúan desde el corazón. Lavar nuestras manos es lavar nuestro corazón para hacer la voluntad del Padre.

Para poder comer o saludar nos lavamos las manos y cuando están sucias preferimos no darlas cuando nos saludan. ¿De la misma manera usted es capaz de rehusar un saludo diciendo que sus manos tienen ira y contienda? De la misma forma como podremos levantar nuestras manos si en el corazón hay iras y contiendas, que son obras de la carne. Por qué es lo que hay en el corazón es lo que va a traspasar a las manos. Tome la sangre derramada de las manos de Jesucristo y límpiese de todo pecado. Recuerde “Jesucristo, el testigo fiel […] nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre” Apocalipsis 1:5

Cornelio era un hombre muy dadivoso, era una hombre que con sus manos hacia bien al pueblo de Israel pero lo que le faltaba a este hombre bondadoso era conocer al Señor, le hacía falta  tener un encuentro con él Señor para que sus buenas obras sean tan bien buenas delante del señor para tener manos limpias para poder ser Santo.

El apóstol Pablo exhorta inspirado por el Espíritu vez tras vez que limpiemos nuestras manos y que llevemos una vida consagrada al Señor, es limpiar las manos, limpiar el corazón uno tras otro.

Las personas que son de doble ánimo son personas desanimadas un día y al otro lado muy excitada por el Señor, pero ese doble ánimo es pecado delante del Señor. Decídase, usted es frío o caliente.  

Doble ánimo: Es la falta de firmeza en el carácter el cual no ha sido renovado a través de transformación, su característica principal es la inconstancia.

¿Cómo el Señor podrá confiar Su obra en manos inconstantes?

“Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas”. Hebreos 12:12

Esta palabra es para los cristianos, los que amamos al Señor, los que buscamos, los estancados o no, los que están caminando y tal vez paralizados en Su obra. El Señor nos llama a la acción con un corazón sin inconstancia.

Cobra gran importancia de estar sometidas al Señor, el Señor viene, para verle tendremos que tener un corazón limpio, no podremos verle si tenemos las manos impuras, un corazón impuro.

“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento […] que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. “1° Timoteo 6:6,18

El Señor nos dice que sean ricos en buenas obras, que echen mano de la vida eterna, que todo lo que hagamos sea para la eternidad, echemos mano a lo eterno, pelear la buena batalla hasta que aparezca Cristo, no debemos dejar ninguna puerta abierta para que nos desanime.

Se está preparando usted para las bodas del Cordero, está preparando su corazón, está listo para volar en la presencia del Señor y así poder tener manos Santas para adorar al Señor, sin un corazón santo y limpio nadie verá al Señor. Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.

Día a día el enemigo quiere que usted caiga, pero usted tiene que mantenerse en oración, es una oración sin cesar, escudriñando la Palabra, meditando en el Señor y nuestro corazón llevarlo cautivo a la obediencia a Cristo. Sabemos lo que tenemos que cambiar en el corazón, sabemos si nuestras manos están limpias para adorar al Señor, recuerde que el Señor se va a tomar a sí mismo.

Es inevitable pecar diariamente, por eso es necesario ir cada día en arrepentimiento para que el corazón esté limpio, las manos sean limpias y sin contiendas. Tantas cosas que guardamos en el corazón y vivimos como si no pasara nada. El Señor sabe eso que hay en su corazón, Él conoce todo y los escudriña.

No debemos tener un corazón mentiroso, vanidoso, lleno de engaño; así las manos no podrán servir. Quiero ver al Señor, quiero estar en Su presencia. Es el anhelo de mi corazón que otros mas como yo se arrepientan, que se vuelquen al Señor, y los que están tibios se salven porque aquel que conociendo la verdad no lo hace le es pecado.

Terrible será que el cristiano que ha servido todo el tiempo se quede aquí, tenemos delante del Señor nuestros pensamientos, anhelemos la presencia del Señor.

Si se siente atribulada en este tiempo cuando tenemos la gracia, después va a ser mucho más difícil, ya no estará el Espíritu Santo, analicemos el corazón para escuchar la trompeta y volar con el Señor. Esperemosle con un limpio corazón con manos que estén santas para que puedan trabajar para la obra de Jesucristo. Esta obra que está todavía en la tierra.