La vaca es la hembra del toro. Una de las muchas características de las vacas es que rumian ocho horas. Los rumiantes, incluyendo la vaca, son animales con cuatro estómagos, tres pre estómagos y el cuarto es el estómago en sí. Ella mastica 50 veces por minuto, toman aproximadamente 100 litros de agua al día, pueden subir escaleras pero no bajarlas; produce alrededor de 200. 000 vasos de leche en toda su vida y 55 litros de saliva al día. A las vacas le gusta la rutina, al ganado le gusta comer en los momentos más frescos del día. Durante un día, ellas pasan aproximadamente 14 horas descansando y 6 de esas horas pasan rumiando. El resto del tiempo a menudo se divide entre: 4 horas caminando, 5 horas y media alimentándose y 30 minutos bebiendo agua.
Además de comer a la misma hora, las vacas también hacen todo juntas. El dominante es por lo general un animal grande, fuerte, que tiene privilegios sobre los recursos – tales como el acceso prioritario a la sombra.
La vaca es rumiante, así que veremos la definición de esta palabra y consideraremos qué imitar de ella y qué no.
Rumiar: 1. tr. Masticar por segunda vez, volviendo a la boca, el alimento que ya estuvo en el depósito que para este efecto tienen algunos animales.
2. tr. coloq. Considerar despacio y pensar con reflexión y madurez algo.
3. tr. coloq. Rezongar, refunfuñar.
DEBEMOS RUMIAR LA PALABRA
De la primera definición, rumiar la palabra es meditarla, traerla a memoria vez tras vez: sacarle el mayor provecho, sacarla en momento de la aflicción para que sea lumbrera en la oscuridad, sea aliento para el caminar, para no pecar. Esto debemos imitar con los pastos verdes de la Palabra donde nos llevan nuestros pastores.
En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Salmo 119:11
Meditarla es atarla al corazón y volverla a traer a memoria. En Deuteronomio 6, 6-8 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos.”
NO DEBEMOS RUMIAR UN ALIMENTO MALO:
LA CULPA constante por un pecado perdonado es traer a memoria más de una vez un hecho que no nos deja vivir en libertad. Cuando Dios perdona, Él olvida y lo manda a lo profundo del mar, él no se acuerda. Eso para mí fue tan importante, a la hora de servirle, me sentía indigna, pero si el me perdonó hizo nueva cuenta y ruego que hoy al terminar mi día termine sin nada de mis obras muertas. En este sentido hace mal traer el pasado, no nos deja avanzar, nos ata a no disfrutar el tiempo, el tiempo del Señor, todo tiene su tiempo, vivir cada día como si fuera el último. Pero sin duda recordar victorias pasadas nos alienta.
DEBEMOS RUMIAR LAS SITUACIONES, NO TOMAR DECISIONES A LA LIGERA Y PEDIR CONSEJO
Un ejemplo fue un hecho que pasó con Josué cuando fue engañado por los gabaonitas, él fue visitado, y engañado, y tuvo que asumir la palabra que dio de mantenerse en paz con ellos. Esto fue muy pesado para Israel por mucho tiempo. Decisiones de líderes afectan a los que lideran. Josué 9.
NO DEBEMOS RUMIAR UNA ORDEN, UN PRECEPTO, UN DICTAMEN DEL SEÑOR O DE LAS AUTORIDADES
La tercera definición de rumiar es rezongar, refunfuñar. En la Biblia vimos el ejemplo de Miriam, esta mujer murmura a causa de la mujer cusita de Moisés. Su consecuencia fue la lepra.
“Y se encendió la ira del Señor contra ellos, y Él se fue. 10 Pero cuando la nube se retiró de sobre la tienda, he aquí que Miriam estaba leprosa, blanca como la nieve. Y cuando Aarón se volvió hacia Miriam, vio que estaba leprosa”
Cuantas veces yo he rumiado, luchando traer a mis hijos a la Iglesia y vez que me he quedado en casa se enfermaban peor. Pero muchas veces, enfermos, al día siguiente despertaban bien u otras veces mal, con fiebre, pero no pasó más allá, el Señor da victoria.
Cuántas veces ha venido obligada a la iglesia, por cumplir solamente, yo lo he hecho alguna vez; recuerdo una vez sentirme mal, y decir mejor me quedo en casa tengo el lado izquierdo paralizado y me tocaba la ofrenda (una orden del Señor) y dije en mí: va más allá de la voluntad del Pastor que me puso, es voluntad de Dios que me permite el honor de darme esa bendición y me levanté, y me caí al alistarme, estaba adolorida, pero igual vine y en medio de la oración sentí que el Señor me sanaba, y al terminar el culto ya estaba bien. El yugo del Señor es fácil. Nosotros con nuestra carne lo hacemos difícil, son decisiones que tomamos pensando en nosotras pero repercuten en la familia, a los que nos miran, como nuestro hermano Darío predicaba somos carta leída de nuestros vecinos, nuestros hijos.
IMITEMOS A LA VACA EN SU AMOR DE MADRE
Ella se aflige cuando sus hijos están lejos, puede caminar kilómetros para encontrarlos. No entiende responsabilidad la vaca, pero ella no descansa para buscar el bienestar del hijo. Nosotras algunas veces tendremos que buscar a los hijos tal vez por muchos lugares, otras veces solo nos quedará orar, no muchos kilómetros sino muchas horas, más aún en estos tiempos.
IMITEMOS A LA VACA EN LO PACIFICADORA
En el reino mesiánico, donde reinará el Príncipe de paz, podemos ver que habrá una condición, el feroz oso estará con la vaca, un animal tranquilo. La enemistad desaparecerá.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja. ISAIAS 11:7
La vaca es pacífica, no es peleadora, no es feroz como la osa. Es difícil tratar con cada uno. Hay varias situaciones que como hermanos nos duelen; dice un proverbio que es mejor encontrarse con una osa a la que quitaron sus hijos que con un necio. Un necio puede hacer mucho mal. Pero no respondamos mal con mal. Si respondemos es como si jugáramos a la pelota, te lanza algo malo y tú lo devuelves; rebotará otra vez, una de las dos partes debe parar, y continuar para estar bien, en la medida que se pueda salir del problema. Dejar en las manos del Señor la injusticia, es mejor que la justicia que podríamos hacer. No se desgaste en cuestiones necias. Hay que terminar la carrera. Dios es justo y misericordioso conmigo y también lo es con mi agraviador.
Un puente es pisoteado. Con agrado lleve penalidades por amor a Cristo. No es ser masoquista, no es que mira el dolor y siente auto conmiseración, el oprobio pierde sentido al mirar al Salvador, su gloria; aunque rotos los pies, corre, deja que el otro pase, si un día te dicen algo malo y al otro algo bueno acéptalo, perdona sus dualidades aunque la otra persona haga como que no pasó nada.
“Bienaventurados los pacificadores porque de ellos es el reino de Dios“
OBEDECE EN EL PROPÓSITO DEL SEÑOR PARA SER UN SACRIFICIO ACEPTABLE PARA DIOS
Los filisteos, eran un pueblo enemigo de Israel e históricamente tuvieron muchas guerras. En una de ellas, ellos se tomaron el arca del pacto. Grave error para este pueblo impío, sufrieron el castigo de Dios, enfermaron con tumores y sus dioses hechos por sus manos fueron humillados. Para librarse de este mal, tomaron consejo de sus sacerdotes, su plan fue tomar dos vacas las que nunca habían llevado yugo y recién paridas para que fueran las conductoras de devolver el arca a Israel. Sabían que Israel tenía un Dios poderoso que podía herir, pero en su necedad lo desafiaron pensando que no era tan poderoso como para sujetar a dos animales; para así cumplir su propósito y ver si el juicio que sufrían venía de Dios o fue por accidente. La historia se encuentra en 1 de Samuel 6:
“Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. […] la dejaréis que se vaya. Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente. […] Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, y seguían camino recto, andando y bramando, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda.”
No fue un accidente. Estas vacas sin inteligencia humana, llegaron a la meta. Estas no habían sido capacitadas para hacerlo, no había sido puesto yugo sobre ellas, es decir nunca antes les pusieron algo para que lo condujeran. Ellas bramaban por sus crías, pero aun así, llegaron a la meta. Es maravilloso lo que se puede hacer en la voluntad del Padre, en la obediencia él capacita en el camino haciendo su voluntad para hacernos un sacrificio agradable a su presencia. Recordemos, somos vasos de barro portadoras de su maravillosa Gloria.
No mire sus capacidades, mire al Dios que capacita y llénese de impaciencia para perseguirle a donde Él quiera. No mire sus circunstancias estas siempre pasarán, la vida está llena de sinsabores, en medio de la enfermedad arrastre el cuerpo, nuestra fuerza como cristiana no viene de nosotras sino del Señor. En él somos más que vencedores. Como yo tal vez ha bramado, quejándose o reclamando lo que está pasando, es normal pero cíñase y camine. Piense que este tiempo pasará, Su gloria es importante. Aunque bramando por un tiempo pero acercándonos a su propósito. Bramando como las vacas por los niños, porque no queremos que se enfermen, pero igual traerlos a la Iglesia, este es el mejor lugar. Bramar porque no tenemos auto, pero llegar igual. Bramar por los dolores, pero llegar. No digo que seamos masoquistas, sino llegar y decir aquí estoy soy un sacrificio para ti Señor, tu gloria importa.
Puedo decir que el Señor se ha glorificado y el FIEL.
No brame más vaya a darle gloria al Señor, que sea mas que una rutina, pídale al Señor quiero ser un altar para llevar tu Gloria… Tu eres el importante, quiero servirte como tu esclava (pero él nos mira como su hija) y quiero sujetarme a tu Voluntad. Su yugo es fácil y ligera su carga.
Señor te ruego por amor, para ser como la vaca que llevaba tu gloria, vaya al lugar exacto y ser ofrenda aceptable de olor fragante.
Que someta toda voluntad de carne a la voluntad del espíritu. Toda terquedad a toda obediencia. Obediencia agradable por dentro y por fuera.
También hubo dos tipos vacas que cumplieron el propósito de Dios.
LAS VACAS DE BASAN (Amos 4), que eran hermosas y se alimentaban de unos pastos que las hacían valiosas. Ella reposa 14 horas, la energía que tiene se transforma en alimento para otros. El rey Salomón y su casa se alimentaban de ellas. De éstas podemos entender que si aprendemos de la palabra, debemos ser para alimentar a los hijos del rey y no envanecernos por cómo nos vemos. Una buena vaca da la leche no adulterada.
LA VACA ALAZANA (Números 19), fue una vaca que represento el proceso que Jesús iba a pasar por el pago de nuestros pecados. Era una vaca entera roja o alazana, un pelo de otro color la podía descalificar; su color representaba la sangre derramada por el pecado, ella debía ser comprada por los sacerdotes, muerta en el monte de los olivos, mirando al templo, inspeccionada por los sumos sacerdotes, con el velo abierto para limpiar cualquier inmundicia. Las cenizas de esta vaca debían ser acompañadas por cedro, hisopo y escarlata. El sacrifico de esta vaca representó lo que ya vino. Nuestro Señor Jesús derramo toda su sangre carmesí por el pago de nuestros pecados, fue inspeccionado por Caifás, muerto por los romanos, comprado de las manos de Judas, llevó una cruz de madera, le dieron de beber vinagre con hisopo, y ante Pilatos fue vestido con un manto escarlata, el templo se abrió al haber un terremoto, se rompió el velo del templo, fue abierto. Su sacrificio limpia todo pecado, no hay pecado que no sea perdonado por nuestro hermoso Salvador, Dios lo aceptó. Acéptelo hoy usted también, limpia toda inmundicia mejor que la vaca alazana o becerra.
“Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:13-14).
Corazones transformados por Cristo 