La novia se perfuma

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”.

Efesios 5:1-2

En este tiempo en el que muchos se han enfriado, necesitamos que El nos ayude y nos habla por medio de Su Palabra, es El quien nos sostiene y pedimos que nos ayude a estar cada día en Su presencia porque estamos en tiempos peligrosos, el Señor afirme nuestros pasos. El no poder congregarse es peligroso.

La invitación para la boda tenía unas preguntas, la primera es:

¿Estás preparando tu fragancia para las bodas del Cordero?

Para responder me preguntaba:

•  ¿Cómo yo preparo mi fragancia?
•  ¿Cuál es la fragancia que te agrada a Ti Señor?

Es cierto que como mujeres nos gustan los perfumes, a veces fragancia dulce o floral. Pero el deseo del Señor de como debemos ser esta en Su palabra.
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados: Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave”. Efesios 5:1-2

Nuestro Señor quiere que seamos imitadores de Dios y que andemos en amor.”Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. Gálatas 5:22-23.

Dios nos da esta guía para encontrar Su perfume agradable, un perfume agradable a Su presencia. El Señor nos ayuda para prepararnos y hallarnos a ser perfectas. Busquemos el olor perfecto para agradar a Dios. No solamente nuestra vestidura, boca, sino que también es importante nuestro perfume. Un olor agradable atrae, pero un olor desagradable aleja.

Dios viene a buscar una novia perfecta. Cuando la novia se prepara para su esposo, ella busca verse perfecta para llegar al altar, del mismo modo el Señor desea que lleguemos con esa perfección en santidad a nuestro encuentro con El.

La segunda pregunta de la invitación fue:
¿Qué simbolismo tiene preparar tu perfume en santidad?

El perfume es una sustancia aromática elaborado para dar un olor agradable, el perfume se usa como una exigencia de la vida social para oler bien.
El perfume del Espíritu es santidad que brota del Espíritu de Dios. Como dice en 1° Tesalonicenses 5:22-24 “Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.

Para que busquemos el perfume perfecto debemos entender que es la santidad y solo Dios nos puede santificar por medio de Su Palabra y amor. Nosotras debemos esperarle irreprensible, sin falta, aroma a perfección, sin pecado en Su palabra nos dice: “Sed santos porque yo soy santo” 1° Pedro 1:16
Ser santos es ser imitadores de Dios, como hijos amados, hijos de obediencia. Es andar con esa pulcritud que al Señor le agrada. La santidad perfecta es ese olor fragante, “sin la cual nadie verá al Señor”, Hebreos 12:14. Es ser cristianos con testimonio siguiendo la paz con todos, teniendo fe con la que agrademos a Dios, teniendo amor, siendo bondadosos, templados, sabiendo que Dios tiene control de todo, vivir con la paz que el da cuando oímos Su voz, el Señor nos de entendimiento y sabiduría, nos de paciencia en nuestro hogar. Creo que si nos mantenemos así, Él nos guardará porque fiel es para preservarnos hasta el fin.

¿Estás dejando un buen olor?

Cuando Dios nos ministraba con Su Palabra para preparar nuestra boca hubo una frase que quedó marcada: “las palabras que salían de nuestra boca ya no podemos borrarlas”.
Pero Dios este día nos da la oportunidad de borrar nuestro olor a pecado por un olor a santidad.
Es creer que Cristo si puede borrar todo pecado si vamos al trono de la gracia en arrepentimiento. Dios es Fiel, no temamos.
“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento”. 2° Corintios 2:14

El Señor nos ha abierto los ojos y nos a dado Su Palabra. Nos hace semejantes a Cristo. Dejemos ese olor a Cristo por donde andemos. Que el olor que emanemos sea del incienso puro que se enciende con el fuego del Espíritu, olor al fruto del Espíritu.
Aprovechemos cada segundo que tenemos sobre esta tierra para prepararnos para nuestro novio.