¿Todo está bien?

La plenitud, esta palabra significa totalidad, integridad o cualidad de pleno.

Pleno se refiere a completo, lleno, equilibrio.

La plenitud en Cristo es estar lleno en Él, y estar sustentado por Él.  En colosenses fuimos ministradas que Cristo es la única cabeza de la iglesia, nosotros el cuerpo. Y Él ordena todo. Es un estado de bienestar equilibrio y plenitud.

La plenitud según el mundo, es un vació, es pasajera. Por ejemplo, la juventud pasa rápido; lo material es tan poco duradero, así también las enfermedades terminan con la salud.

Recordemos a la sunamita. En ese tiempo había una escuela de profetas, de su casa ella veía como Eliseo, el varón de Dios pasaba por su casa. Ella pide a su esposo hacerle un lugar de reposo, cierto día el profeta llego a la habitación que se le había preparado para el descanso. Ahí Eliseo le manda a preguntar a su siervo ¿qué quieres que haga por ti? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. No pide nada especifico. Pero ellos se dan cuenta que ella no había podido ser madre. Eliseo le profetiza que tendrá un hijo, luego de algunos años el pequeño muere, aun así, ella dice en el camino que todo está bien a su esposo, al ayudante del profeta. Y al presentarse ante el profeta le dice ¿Acaso yo pedí hijo?

¿Cuánta satisfacción habrá tenido para no pedir nada, aún sin tener hijos?

Y aun cuando su hijo muere ella responde: Todo está bien. Ella debió estar plena de Dios porque su amor traspasa todo. Así como ellas existen hoy mujeres plenas, a pesar de sus canceres, sus batallas.

Y Nosotras ¿Estamos amedrentadas por algo? No debemos temer en ninguna circunstancia,

¿Está todo bien? ¿Tenemos la plenitud en Cristo? Es que la plenitud no depende de la circunstancia de que estoy viviendo, de lo que tengo o no tengo

La plenitud es independiente del estado de ánimo, de la salud, de la comodidad humana; todo esto es momentáneo sin Cristo. Este mundo es de falsedad, lo real es lo que no vemos. En un abrir y cerrar de ojos la iglesia desaparece, veremos lo que no perece. Jesucristo lo llena todo.

Examinémonos, ¿Acaso soy una mujer que se queja por todo? Mis hermanas veamos que nos queda de Cristo, veamos lo que está por morir. Tomamos situaciones para tener escusas, para no congregarnos, pero el Señor sabe lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer. Muchas veces nos quedamos lamiendo nuestras heridas, esto nos hace mujeres ensimismadas.

¿Qué pasa hermana contigo? ¿Acaso Cristo no ha cautivado tu vida?

Tenemos que ver como el amor del Dios que invade los corazones, como tesoro de gran valor para ponerse en nosotros vasijas de barro, ese amor satisfacerle. Estamos bien con la ayuda del Señor, aunque los pronósticos sean negativos, en Cristo podemos disfrutar del evangelio.

Conozcamos a Cristo, Él cautiva, es hermoso ver la plenitud, Dios nos ayuda, bendito sea el Señor.

Cuando andamos en la plenitud de Cristo, podemos agradecer primero la Salvación, el día a día entonces en esa plenitud podemos decir que todo está bien, todo está bien porque su bien está con nosotras, está con nosotras en la enfermedad, en las dificultades, todo está bien con el Señor, las situaciones y las circunstancias son para formarnos, las dificultades nos enseñan a caminar y poner nuestra mirada en el Blanco perfecto. Aceptemos el plan perfecto, confiemos en ÉL.  

Señor ayúdanos a caminar en plenitud en Ti.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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