La novia prepara su lámpara

Definición de lámpara: Una lámpara es una vasija para producir luz artificial.

En la biblia podemos encontrar al menos tres tipos de lámparas:

  • Lámpara en el templo de Dios: La menará es el candelero de siete brazos, este candelero es de oro puro, para los judíos simboliza el Espíritu divino. En el templo de Dios la luz ardía todos los días, esas llamas debían mantenerse vivas.
  • Lámpara en las casas: Las lámparas estaban hechas de barro, tenían una mecha para quemar líquidos inflamables como el aceite. Esta mecha era de lino.

Cada casa judía (en el medio oriente) al anochecer pone una lámpara en lugares preparados cerca de la ventana.

El motivo de que esta lámpara debía estar encendida, era por si a algún forastero, le encontraba la noche en el desierto, al ver la luz, se dirigía a esa casa y pedía cobijo, pedía posada.

Fundamentamos lo dicho, cuando leemos en Proverbios 31:18(b) “Su lámpara no se apaga de noche”.

Si alguna familia no tenía esa lámpara encendida, significaba que esa familia estaba en extrema pobreza.

  • Lámpara personal: Podemos deducir que también había lámparas personales, leyendo en Mateo 25:1-13, dónde nos habla de 10 vírgenes cada una con sus lámparas, y cada una de ellas debía preocuparse del aceite para que dicha lámpara se encendiera. Por eso, entiendo que hay lámparas personales.

Estas lámparas sólo pueden ser encendidas cuando están alineadas: la vasija, la mecha y el combustible para así, producir luz. De esta manera, podemos entender que la novia sólo podrá encender su lámpara con la ayuda de Dios, como leemos en Salmos 18:28 “Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas”.

La novia debe estar preparada, en cuerpo y espíritu para poder salir corriendo al encuentro de su amado, como dice en Lucas 12:35 “Estén ceñidos vuestros lomos y vuestras lámparas encendidas” Se refiere a estar preparada, que su vestidura esté sujeta con el cinturoncillo, para poder levantarse y correr. Además, que su lámpara esté con luz para poder ver a su amado.

Además, debe prepararse en la palabra de Dios, esa palabra viva es la vasija y el aceite el Espíritu Santo que hará arder la luz, que es la enseñanza de la palabra; la novia debe tener entendimiento de la palabra de vida, que viene del Señor Jesucristo mismo, como nos dice en Proverbios 6:23 “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz. Y camino de vida las reprensiones que te instruyen”. También podemos leer en Salmos 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra. Y lumbrera a mi camino”

Amada hermana, usted ¿está preparando su lámpara con aceite? ¿Está siendo intencional en la búsqueda del Señor? ¿Está instruyéndose en la palabra? ¿Es intencional para orar? y ¿Adquirir el aceite, está en sus prioridades diarias?

En este tiempo, la luz en el templo (en la casa de Dios) está ardiendo día y noche de continuo y para que eso suceda, también depende de sus congregados.

Podemos decir que nuestra casa tiene esa luz viva, para que cualquier persona que no conoce a Dios, pueda ver la luz y pedir ayuda. Que nos ayude el Señor a que sea así; y como la mujer virtuosa, nuestra lámpara con su luz encendida, no se apague de noche.

Le aseguro amada hermana, que Cristo le va ayudar con su palabra, a alumbrar el día más obscuro que pudiera estar pasando. Si usted está con pensamientos de desesperanza, en tiempos donde cada día está llena de problemas, o ha perdido un ser amado, sé que Cristo le alumbrará, y que su lámpara le guiará en el camino. Él pondrá luz en esa obscuridad y le alentará tiernamente. Dios se mostrará como el Dios Soberano que es. ¡¡Gloría a su nombre!! Hermana, le invito a leer Eclesiastés 7:14 “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él” En su angustia, en su dolor (aun en ese momento), no se trata de nosotras, se trata de Dios, fuera de él nada hallamos. Dios es el protagonista. Su soberanía, Dios es soberano, nosotros somos tan solo polvo. En esos días de tinieblas, Jesucristo nos alumbra, Él es la lumbrera. Aliéntese su corazón, todo esto es pasajero, usted prepare su lámpara para llegar al encuentro con el Salvador, poder verle cara a cara, ahí, cuando hayamos terminado la carrera, ya no necesitaremos de lámparas, ¡¡porque él nos alumbrará!! Su palabra lo dice en Apocalipsis 21:23 “La cuidad no tiene necesidad de sol ni de luna que brille en ella porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera”

¡Amen! Pronto todo acabará! Llene su lámpara como una virgen prudente, que este tiempo su lámpara no se apague. El Señor le bendiga.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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