¿Cómo nos conocen?

“De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas”. Proverbios 22

¿Como nos conocen?

Muchas veces somos conocidas por ser tan negativas, otras veces por ser colaboradoras.
En la palabra encontramos mujeres como Dalila una mujer filistea qué engañó a Sansón para quitarle su fuerza y sus hechos influyeron en la muerte del Fuerte Sansón (Jueces 16:4-21).

¿ Cómo recordamos a esta mujer? Cómo una mujer traidora.

La palabra nos habla de nuestro corazón, que es traicionero, entonces podríamos esperar ser traicionados o traicionar, tal vez no al esposo pero si al hermano, al amigo. ¿Cómo nos recordaran entonces?
¿Tal vez como Herodias? Cuyo nombre recuerda traición. O ¿ Cómo Débora? Una mujer valiente y sabia (Jueces 4), una de muchas mujeres que hicieron la voluntad del Señor, mujeres de fe.
Débora se habrá sentido temerosa del Señor, pero la vemos apoyando en oración en la guerra, ella no se puso por delante del hombre preparado por Dios, el pueblo obtuvo victoria y la victoria fue del Señor. Débora alaba a Dios por ello. Ella seguramente estaba clamando, dando buen testimonio. Como Débora, nosotros solo a través de Jesucristo es que podemos llegar a tener un buen nombre, es teniendo fe en Él. ¿Dejamos que Cristo se glorifique, cuando actuamos? La palabra de Dios debe morar en abundancia en nosotras.

¿Estamos mostrando perdón, luchando con el corazón? Cuesta perdonar al otro en nuestra humanidad, pero con Cristo es posible. ¿Somos de aquellas que dice la Palabra? “Que tienes nombre de que vives, pero estas muerto” Apocalipsis 3:1.
Nosotros como mujeres en medio de tribulaciones, debemos ser bondadosas. Si, cuesta pero podemos sostenernos una con otra.

¿Cómo quisiéramos ser recordadas?
Tal vez como Dalila, una mujer sin Cristo o como Dorcas que sirvió como sirvió Jesucristo. Más allá de nuestras obras, es dejar la huella de Cristo que hay en nosotras. El Señor nos ayude a analizar el presente. Enderezar nuestras sendas. Porque cuando partamos, nuestros hechos hablarán más que nosotras. Preguntémonos:
¿Soy una mujer de fe?
¿De paz en medio de las circunstancias?

Ser mujeres como Débora, valientes y obedientes. Tenemos que ser guiadas en el Señor, guiadas por el Espíritu. Si hay necesidad de alguna cosa, ayudar cuando debemos, y no ayudar si el Señor nos ordena, aunque parezcamos poco misericordiosos. En todo mostrar a Cristo. Dar una palabra de Dios que guía a otras mujeres, a ella, a sus hijos y su familia en el Espíritu.