El cuida de sus polluelos

“pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”

Isaías 40:31

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El águila es un ave con mucha fuerza en sus garras, puede levantarlas aún sean de mayor peso que ella misma. Tiene una vista aguda, vive en las alturas, gana sus victorias en las alturas; hace sus nidos entre peñascos donde cuida a sus aguiluchos, lleva a animales muertos para que chupen su sangre y se alimenten. Cuando ya están crecidos los impulsa a que vuelen, los va expulsando del nido, pensaríamos que desde lo alto estos se estrellarían, pero no, el águila vuela extendiendo sus alas para socorrerla si su polluelo no pudiese volar, no los dejará caer al suelo para que mueran.

En la Palabra dice:

“Como un águila que despierta su nidada, que revolotea sobre sus polluelos, extendió sus alas y los tomó, los llevó sobre su plumaje” Deuteronomio 32:11

Asi es la provisión divina. Nuestro Dios como el águila vive en las alturas, Él no alienta a volar, aunque nosotros somos seres terrenales, nos dice que nuestros pies deben estar en las alturas espirituales. A nosotros sus polluelos, nos permite que vivamos situaciones difíciles para depender de él, para que entendamos que Dios tiene cuidado de nosotros.

Nos enseña a la forma de volar, a correr, a caminar, y cuando nos  falte la fuerza estará con los brazos extendidos para cubrirnos y sostenernos. Así será.

¿Piensas que no vas a poder? No es con nuestras fuerzas sino con las del Señor.

Toma las fuerzas de esa águila. Si te sientes como el polluelo, viviendo un momento inesperado, en el vació, recuerda que eres el polluelo de Dios y su amor y sus pensamientos están en ti. La salida es a la manera de Dios, nuestro corazón debe estar en las alturas, con fe que confía en el Señor, confía en Su palabra. Dios no dejará a nadie caer para morir. Dios nos ayuda y permite nuestros crecimientos. Y ya salidos del nido, aprendiendo a volar podremos encontrar nuestro alimento propio.  Creyendo, no dudando mirando a Jesucristo.

Dios es fuerte y no hay nada imposible para él. El confiar en el Señor es recibir nuevas fuerzas.

Nuestro Socorro viene del Señor, en momentos de aflicción económica, enfermedades, en lo peor que podamos vivir, Dios esta porque a los suyos no abandona. Cada proceso es para que le amemos, saber quiénes somos ante sus ojos, también para alcanzar madurez, ser templadas. Esperemos en Dios.

El extenderá su mano, no saque su mirada de Él. La mejor muestra de amor es que dio su vida por nosotros para darnos vida eterna. Aferrémonos a Él.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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