Esmirna: ¿Dios conoce tus obras? ¿Podemos ver que si las conoce?

Esmirna era una gran ciudad, uno de los principales lugares de comercio. En esta ciudad se había construido un templo en honor a Tiberio, el gobernante de ese tiempo, una vez al año los habitantes debían decir que: Cesar era su señor. Las personas de ahí eran ricas en bienes, pero no así los cristianos porque a ellos se les confiscaron todo lo que tenían, nuestros hermanos confesaban el nombre de Cristo, pagaban la penalidad por Él.


Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que dicen ser judíos, y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás. No temas lo que estás por sufrir… “. Apocalipsis 2:8-9


El primero y el último, 
es Cristo, el Yo soy el que Soy, como dice en Isaías 44.


“Yo conozco tus obras”. El Señor conocía y conoce hoy lo bueno y lo malo de nosotros, lo que no hacemos.

“Yo conozco tu tribulación”. Los cristianos de Esmirna eran perseguidos con muerte, pasaban hambre, no tenían donde vivir, más de siete mil cristianos murieron. Mujeres veían morir delante sus ojos a sus hijos, esposos, todo para que negaran el nombre de Cristo, pero ellas no lo hacían.


“Yo conozco tu pobreza” (pero tú eres rico). En Esmirna los cristianos eran los únicos pobres, la iglesia perdía todo por amar a Jesucristo. Sus gobernantes se quedaban con todos sus bienes y posesiones, al ser cristianos perdían sus trabajos, eran pobres. Pero el Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría? El Señor conoce nuestras obras.


“La blasfemia de los que dicen ser judios”. Dios les llama “sinagoga de Satanás”, porque vez tras vez impedían la expansión del evangelio, eran conocedores de Dios, pero no tenían a Cristo como Salvador personal.
Los cristianos de Éfeso a pesar de sus tribulaciones eran afortunados, ellos verían a Cristo, tal como lo hizo Bernabé, que en medio de ser apedreado, muriendo por Cristo, le fue revelado al Hijo, Jesucristo sentado a la diestra del Padre. Maravilloso.

Es una iglesia a la que no se le reprocha nada, como a la iglesia de Efeso. La fidelidad a Cristo puede traer tribulación, pobreza, pero lo poco material no puede limitar la abundancia espiritual. Dejemos de buscar los deleites terrenales, busquemos lo del Señor.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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