Serie: Creciendo día a día

Marcos 8:34: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.

Nuestro hermano nos exhortó la importancia de dejar nuestro orgullo de lado, seguir la senda y rendirnos cada día a la voluntad de Dios.

Salmos 119:92: “Si tú ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido”.

 Cuando creemos y depositamos nuestra confianza en La Palabra ella será delicia para nuestras almas, de lo contrario pasará a ser un libro vacío, una lectura sin sentido, un mero trámite, nada más.

San Marcos 10:21: ” Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te alta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.”

El Señor nos ministro haciendo es entender una vez más la importancia de hacer nuestro tesoro en el cielo, que podamos ver el sacrificio de la cruz por amor a nosotros y veré que Él suple toda necesidad.

Salmo 63:1: ” Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscare; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida en donde no hay aguas”

¿Cuántos deseamos la verdad? ¿Conocemos la verdad? ¿Sabemos quién es la verdad?.
Entendemos que cuando la verdad llega a nosotros somos hombres y mujeres pecadores, Cristo muere por nosotros pidiendo al Padre que nos perdone y empezamos a entender cual es realmente la verdad y quien lo es.

Santiago 1:2-3: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”

El Señor nos habló haciéndonos entender que Él va probando nuestra Fe en medio de distintas situaciones, para así hacernos pensar si realmente somos pacientes, si de verdad nos dejamos moldear por Él, y así también aprender a tener paciencia día a día en nuestras vidas.

“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 2°Corintios 7:10.

El Señor ministró nuestras vidas haciéndonos entender la importancia de arrepentirnos de corazón, entendiendo que el remordimiento a su vez trae este arrepentimiento.
Y nos invita a preguntarnos: ¿Estamos realmente arrepentidos y convertidos?

“Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y Él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán…” San Lucas 13:22-27

El pasado jueves el Departamento de Jóvenes dirigió nuestro culto congregacional, finalizando con la serie: “Creciendo día a día”, y el tema fue: “Confesar con nuestra vida a Cristo ”.
El Señor nos ministró haciendonos entender que somos embajadores de Él donde quiera que estemos, pero muchas veces como jóvenes nos dejamos influenciar por terceros, y es ahí donde mas debemos pretender ser valientes para poder entrar por la puerta angosta.