Libros prófeticos

Comprendiendo a los profetas:

La profecía tenía un papel fundamental en el antiguo testamento. Los profetas eran portavoces de Dios enviados para dar orientación sobrenatural a individuos a la nación.

Por medio de Moisés, Dios advertía a su pueblo a no buscar orientación de fuentes ocultistas (Deuteronomio 18:9) y prometió enviar profetas para revelar su voluntad (Deuteronomio 18:15). El profeta era juzgado con base en sus predicciones lo que un verdadero profeta anuncia, ciertamente sucederá. 

El mensaje primordial de los profetas del A.T. era dirigido a hombres y mujeres de su tiempo, pero mucho de ellos transmiten una visión del futuro especialmente lo relacionado a la primera venida de Jesús en su encarnación, con referencia al fin de los tiempos, la gran tribulación.

Cuando los profetas mencionan “el día del Señor” o usan “en aquel día” indica el final de los tiempos a la acción de Dios en éstos sucesos (Amos:18-20, Jeremías 25:32-33, Jeremías 30:7, Zacarías 13:8-9) y muchos otros en Isaías, Daniel, Joel, Amos y Sofonías.

Cuando los profetas hablan del final de la historia, menciona poderes personificadas cuyo papel es fundamental.

Poderes políticos: El A.T. sugiere que habrá varios bloques del poder cuando se acerque el fin (Daniel 2:41-42, Isaías 30:31-33, Daniel 11:40). Los que estudian estas profecías enfatizan que por primera vez después de 19 siglos de la era cristiana la estructura política del mundo, se encaja con la descripción de los poderes descritos en el A.T.

Personalidad: La personalidad predominante asociada al final de los tiempos es la persona conocida como anticristo, es descrito con detalles y será el líder del bloque del poder del occidente. Su carácter y personalidad son presentados en (Ezequiel 28:1-10, Daniel 7:20-26, 9:26-27 y 11:36-45) Aunque en un principio se presente como amigo de Israel, el Anticristo rápidamente se volverá contra esa nación y se levantará como dios (Daniel 9:27, 11:36-37)

A continuación, se resumirá sucesos relacionados en las profecías del A.T. en Ezequiel cap. 38 y 39.

Israel hace un acuerdo con el Anticristo.

Un país del norte invade palestina.

El país del norte y sus aliados son destruidos.

El anticristo rompe el acuerdo con Israel y occidente ocupa la tierra.

Se forma un gobierno mundial bajo el liderazgo del Anticristo.

Todas las naciones se unen para guerrear alrededor de Jerusalén.

Jesús vuelve para reinar y destruye los poderes mundiales de los gentiles.

EL REINO GLORIOSO

El suceso N° 7 enumerado anteriormente, es uno de los temas más importantes de los profetas, hablar al respecto de un reino venidero, gobernado por un líder que vendrá del linaje de David. Los títulos de este Rey no dejan lugar a dudas, que los profetas se refieren a Jesús.

Señor (Isaías 2:2-4)

Señor de los ejércitos (Isaías 24:23)

Nuestro Legislador (Isaías 38:22)

Príncipe de príncipes (Daniel 8:25)

Dios todo poderoso (Isaías 9:6)

El Rey (Isaías 33:17)

El Altísimo (Daniel 7:22)

El Ungido (Daniel 9:25-26)

El Juez (Isaías 11:3-4)

El Redentor (Isaías 59:20)

El Señor (Miqueas 4:7)

Su gobierno será maravilloso, así es descrito en Isaías 11:1-9.

Los verdaderos profetas en el antiguo testamento eran siervos leales a Dios y eran enemigos declarados de la idolatría. A menudo arriesgaban sus vidas cuando confrontaban reyes y príncipes perversos con la palabra de Dios y derramaban sus almas en súplicas para que los pecadores se arrepientan y se volvieran al Señor.

En Israel hay una larga historia de individuos que servían como mensajeros del Señor a la nación y al mundo. Abraham asumió papel de profeta cuando intercedió por los pecadores en Génesis 20:7, pero fue a Moisés a quien el Señor primeramente llamó y lo instituyó como profeta (Éxodo 3:1 y 4:17). Moisés de hecho es el mayor profeta del A.T. (Número 12:6-8) y su experiencia como profeta llegó a ser un modelo para los profetas posteriores. Algunos términos como “enviar” Éxodo 3:14, “ir” Éxodo 3:12, “hablar” Éxodo 3:15 y “yo quiero”, fueron palabras comúnmente usadas pri el Señor al dirigirse a sus profetas y ellos frecuentemente amonestaban a su audiencia con escucha (Jeremías 7:23, Deuteronomio 6:24) porque así dice el Señor.

Algunos elementos a menudo caracterizaban la relación entre el Señor, el profeta y sus autores.

La autoridad del Señor sobre ambos, tanto el profeta como sus oidores.

La obediencia de los profetas, aunque algunas veces, podía haber una protesta inicial (Jonás)

La autoridad de los profetas como representantes de la soberanía de Dios.

La exigencia de la audiencia de escoger pacto de obediencia o desobediencia. (Deuteronomio 30)

Informe del profeta en forma de oración.

Los libros proféticos son escritos en estilo de poesía hebrea. Aunque los profetas no explicaban el por qué escogían la profecía como género literario, existían varias razones para hacerlo. 

La poesía puede hablar más profundamente a la voluntad y a las emociones, el profeta no quería sencillamente a su audiencia si no que deseaba moverlos a la práctica del bien (Isaías 5:1-7)

La poesía con énfasis en el simbolismo y conjunto de imágenes algunas veces encajaban mejor que la prosa para transmitir las maravillas y el carácter de Dios a los oyentes (Isaías 40)

La poesía puede hablar acerca de sucesos futuros sin necesariamente tener que describir todos los detalles literalmente (Daniel 12)

Es errado pensar que los profetas bíblicos en primer lugar predican el fututo, aunque es cierto que predecir era parte esencial de su mensaje, pero su función principal era llamar a las personas a una obediencia y dependencia radical del Señor. El contenido del mensaje profético estaba ajustado de acuerdo al pacto de Dios con su pueblo y a las circunstancias históricas particulares de la personalidad del profeta. El pacto se había establecido con el propósito de transformar Israel en una nación Santa, que adorara solamente al verdadero Dios.

Pero la historia de Israel se caracterizaba por su constante rebelión contra Dios y esta rebelión producía un impacto sobre la forma como el mensaje profético era estructurado y presentado.

El mensaje profético a menudo tomaba la forma de “demanda” instruida por Dios contra su pueblo, por haber infringido el pacto las demandas se caracterizaban por 

Derecho a presentarse en la corte divina (Salmos 42:2)

Acusaciones (Jeremías 51:25)

Declaraciones de la sentencia judicial (Daniel 4:24 Jeremías 1:16)

Descripción del castigo a recibir (Jeremías 4:12 y 10:25)

Promesa de restauración (Eclesiastés 3:15, 1Samuel 1:26).

Ministración.-

En este tiempo no vemos este tipo de profetas, si fuera el A.T. en que estamos sería un incierto al caminar, pero gracias a Dios y su divina providencia tenemos su palabra, la Biblia nos muestra y enseña la voluntad de Dios, también los tiempos en que estamos viviendo y lo que está por venir.

La vida de los profetas nos enseña que no solo es difícil hablar de la palabra de Dios en nuestro tiempo, si no también que no podemos escondernos de Él ¿Quién se podrá ocultar de la mirada del Señor? Además, nos recuerda que la palabra de Dios no cambia; la consecuencia del pecado es el castigo, pero después está la salvación. Hoy nuestra salvación es el Señor Jesucristo, quien se negó a su posición de ser hijo de Dios para cubrir la multitud de nuestros pecados.

Grandes hombres llamados profetas, con un peso de sus llamados, con precios a pagar, con desprecios que afrontar. Ellos sabían quién les ha llamado, tenían en ellos la esperanza del Mesías.

Tú y yo, sabemos quién nos llamó, no somos profetas, pero estamos llamados a llevar la Palabra de Dios y hablar de la voluntad perfecta y agradable de Dios. Nos negamos y hasta pagaremos un precio por seguir el evangelio de Jesucristo, pero si miramos el cielo y el reino de Dios nos daremos cuenta que nuestra redención está cerca.  Amén

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close