Esta es una conversación de mujer a mujer, amable, afectuosa.

Esta es una conversación amable y afectuosa, de mujer a mujer (1° Parte)

Cómo Dios lleva al límite la vida de nuestra hermana para mostrarle cuánta amargura tenía y cómo la gracia de Cristo le ayudó a salir y a restaurar la relación con su familia.

En la carta a los hebreos 12:15 dice “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados…” 

AMARGURA significa gusto acre o áspero.  Disgusto, tristeza, pesadumbre, consternación, aflicción, dolor, pesar, desconsuelo, rencor, etc. Proviene de la palabra griega “pikría” que es punzante (específicamente veneno).

¿Qué gatilla este accidente vascular?

Puede haber varios factores como: disposición genética, colesterol alto, hipertensión arterial, etc. En mi caso fue por stress provocado por mi forma equivocada de pensar, enojos, falsas expectativas; todo esto desencadenó en un accidente vascular.

¿Cómo era la relación con su esposo?

Mala, me casé muy joven teniendo una idea errada del matrimonio, me crie sola y aprendí a valerme por mí misma; era agresiva, siempre estaba a la defensiva, maniática del aseo, peleaba por todo y creía que sólo yo hacía bien las cosas; por tanto, todo debía ser a mi manera. Pensaba que no me amaban, no lograba verlo, solo veía lo malo de los demás. 

Entonces era una amargada, igual a una gotera continua, como dice la biblia. Hería a mi esposo con palabras maltratadoras, lo menospreciaba.

¿Cómo vivió la enfermedad en donde el Señor la lleva al límite?

Cuando vino la parálisis me tenían que atender en todo, hasta en lo más básico como el aseo personal o ir al baño. Pude entender que no era indispensable, que sin mí también se podían hacer las cosas, que estaba dañando a mi esposo e hijos, que mi corazón desagradecido.

¿Cómo comenzaron a brotar estas raíces de amargura, tan profundas?

Talvez por faltas de perdón, orgullo, soberbia. En Abdías 1:3 dice “La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada…” 

Ahí vino esta palabra y le mostró la verdad de su corazón; que esas son cualidades de satanás, quien en su altivez quiso ser igual a Dios. Sí, sin darme cuenta estaba esclavizada por el orgullo, siempre guardando las apariencias, no viendo a mi familia, comparándolos.

Ahora me alcanzó la gracia, Dios me hizo feliz.

El Señor la llevó al límite para darle forma a su vida, como un carpintero le da forma a la madera; nuestro Señor Jesús aprendió el oficio de su padre humano, José. La Escritura dice “Porque somos hechura suya, creadas en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10).

Valoremos lo que tenemos, debemos ser sumisas, dadoras de vida.  Recibamos a nuestros esposos en paz con una buena actitud. Amemos a los que nos rodean, seamos casadas, solteras o viudas, siempre con un corazón dispuesto para honrar al Señor.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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