La insatisfacción es un sentimiento que aparece cuando las cosas que tenemos o que hemos conseguido no nos parecen suficientes o no cubren por sí mismas nuestras expectativas.
La insatisfacción es un sentimiento muy común. Se presenta en el día a día, porque tenemos expectativas de la vida, metas, deseos, pero que no siempre las alcanzamos; unas son inalcanzables, otras son pérdidas y muchas otras no son necesarias.
Las escrituras nos hablan de dos mujeres, Lea y Raquel. Ambas eran esposas de Jacob. Podemos recordar que cuando Jacob fue a la casa de Labán, a causa de que huía de su hermano Esaú, en ese lugar Jacob trabajó 7 años por Raquel para tomarla como esposa, sin embargo el día de la consumación del matrimonio era Lea con la que se había casado. Jacob no estaba conforme, había sido engañado, quería a Raquel y trabajaría otros 7 años más para casarse con ella.
Lea no era amada, pero si Raquel era muy amada por Jacob; le parecieron a él pocos los 14 años que trabajó por ella.
Lea deseaba mucho el amor de Jacob; cuando tuvo sus primeros tres hijos tenía la esperanza de obtenerlo. Así llamó al primero Rubén, que significa “mira un hijo” pensando que la amaría a causa de su primogénito; el segundo Simeón, que significa “escuchada” y el tercero Leví “unido” pensando que Jehová vió su aflicción, su menosprecio, y Jacob se uniría a ella. En cada nombre Lea pone como esperanza primeramente a Dios, es una fe que permanece y descansa en ÉL. Cuando llego nació su cuarto hijo, Judá que significa “alabanza”, en ella hubo rendición, dijo en Génesis 30:35
“Esta vez alabaré a Jehová; por eso llamó su nombre Judá, y dejó de dar a luz”
Esta vez ya no abrazaría el deseo de tener el amor de su marido, pero si agradecería por lo que tenía, sus hijos. La Biblia no menciona si alguna vez Jacob la amó, pero si menciona que en la insatisfacción de Lea término, ella empezó a disfrutar lo que sí tenía, luego nacieron sus otros hijos
Gad, que significa: “¡Qué suerte!” y Aser, que significa “feliz”, ambos hijos por su sierva Zilpá. Y los ultimos propios Isacar, que significa “recompensa” y Zabulón, que significa “Un regalo precioso”
También podemos ver a Raquel, para ella no era suficiente el amor de su esposo y no pudo disfrutarlo, tenía insatisfacción quería ser madre, quería tener hijos; había una desesperación en ella;”Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? “ Génesis 30:2. Fue tal el deseo que tomó a su sierva Bilha para que este con Jacob. Y le nacieron hijos: Dan, lo que significaba: “¡Dios me ha hecho justicia!” y Neftalí, que significa “la lucha que he ganado” Ella tenía un deseo de injusticia, quería hijos y se halló ganadora. Pero seguía pidiendo a Dios un hijo y el Señor la oyó. El nombre de su primer hijo fue José, que significa: “Dios ha borrado mi desgracia”, y la primera cosa que pidio al nacer Jose fue tener otro hijo, pero tristemente ella murió al nacer el bebe. El nombre del pequeño que le puso Raquel fue Benoni, que significa “Hijo de mi tristeza” su deseo fue causa de su muerte.
¿Cuántas veces habrá disfrutado Raquel el amor de Jacob? Amor que sí tenía, al contrario de Lea.
Muchas veces no disfrutamos lo que tenemos, queremos mas, lo que tenemos no parece suficiente, dejan de cubrir nuestras expectativas. Entonces estamos insatisfechas, dejamos de apreciar lo que sí tenemos, dejamos de disfrutarlo, no consideramos las bendiciones comunes, el aire, el agua, las herramientas, la ropa. Como Raquel perdemos la vida tras aquellos que deseamos, dejando de considerar el gran amor de nuestro Señor:
“…Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” Efesios 3:20
Siempre habrá insatisfacciones, pero es ver a Cristo lo que centrará nuestro corazón. Lea consideró a Dios en sus deseos, en sus insatisfacciones y empezó a disfrutar sus bendiciones y fue feliz, se sintió recompensada.
¿Hay insatisfacción en nuestro corazón? ¿Cúal es nuestra actitud ante eso que consideramos nos hace falta?
La Palabra dice:
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. 1 Timoteo 6:6-8
Solo en Jesús podremos tener verdadero sentido de grandeza, por lo poco y lo mucho, lo todo o lo nada. Que nuestra mirada este en lo correcto.
Corazones transformados por Cristo 