Hay necesidad del Evangelio. El Señor viene pronto y hay expectación en los corazones por la vida de los nuestros. El Evangelio son las buenas noticias.
Marcos 16:15-16 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
El que cree en este evangelio será salvo y tendrá vida eterna pero el que no quiere será condenado.
Hay un sentir en los corazones que todo pronto terminará y eso nos impulsa a proclamar el evangelio. La palabra a nosotros nos ha hecho bien, es por eso que la predicamos, la compartimos. Una palabra que se ha predicado de generación en generación, hermanos cercanos ya han partido repitiendo que Cristo Viene.
Evangelismo es más que una tarima, o un mensaje, es proclamar las buenas nuevas y esto se puede hacer de muchas formas. Por ejemplo arreglar una iglesia, visitar a hermanos que no pueden ir a la iglesia por estar postrados y vivir en lugares poco accesibles. Entregar ayuda, amor es también evangelizar hacia con el necesitado.
Evangelizar es expandir la palabra a través de las plataformas digitales, usando todo lo que pueda comunicarlo. Debemos evangelizar porque el mundo necesita escuchar La Palabra, cuando un alma se vuelve al Señor, hay gozo en el cielo, nosotros también lo sentimos.
Lucas 15:7 “Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento ”
Es decirle a la gente no importa de donde es, si hablas otro idioma, si eres de una raza u otra, lo único que importa es el mensaje que recibe: Cristo.
¿Quién sabe si el mensaje llega en el momento exacto? Y así lo hemos sabido, cuando volví al Señor, hubo un hermano que me dijo que era el día, ese día acepte al Señor, lloré al Señor dos días. Yo decía que el evangelio no era para mí, pero en eso mi madre no se rindió de rodillas pedía por mí y volví. Gloria a Dios.
Aunque veamos a los nuestros tan lejanos, no dejemos de predicar, pero sobre todo oremos, no nos olvidemos de ellos. Algunos están heridos, la pandemia ha dejado también a muchos en el camino. ¿Cuantos más no volverán a las congregaciones?
¿Qué más queremos ver o esperar? El Señor ya viene, llevemos las buenas nuevas. Más allá de tener conocimiento en el evangelio es predicarlo. No dejemos de anunciar las buenas nuevas, Cristo Viene, proclamemos la urgencia del Reino a los nuestros, en las calles caminando y también corriendo por el Evangelio.
Corazones transformados por Cristo 