¿Extiendes tu mano al necesitado?

“Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso”

Proverbios 31:20

La versión Hispanoamericana dice “Tiende sus manos al necesitado y ofrece su ayuda al indigente”. 

La pobreza es una situación en la cual no es posible satisfacer las necesidades físicas básicas de una persona, por falta de recursos como la alimentación la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o la electricidad.

Nuestro Señor siempre ha tenido y tiene cuidado por los pobres. Él libra al pobre del que lo aflige.

Salmos 35:10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, Que libras al afligido del más fuerte que él, Y al pobre y menesteroso del que le despoja?

Dios de manera reiterada nos deja claro en las escrituras que debemos tener una actitud que nos impulse a interesarse por los necesitados. Los llama bienaventurados:

Salmos 41:1 Bienaventurado el que piensa en el pobre;  En el día malo lo librará Jehová.

Pobre es aquel que no tiene lo necesario para vivir, que es insuficiente. Un pobre es también alguien que tiene corto el ánimo y el espíritu, pobre es aquel que se despoja de lo que tiene. Pobre significa que no puede dar fruto.
Nosotros necesitamos ser pobres, despojarnos de todo lo que tenemos, ser pobres en espíritu.

Como pobres no podemos dar frutos por nosotras mismas, necesitamos al Señor, necesitamos a Jesucristo porque sólo en Él podemos dar frutos, Él es la vid, nosotros somos los pámpanos, y llevaremos fruto y mucho fruto si permanecemos en Él porque fuera de Él nada podemos hacer.
Como cristianos tenemos el deber de dar a nuestros hermanos primeramente y luego los que no son de casa, nuestro hogar. No debe ser con mezquindad si con liberalidad, hay recompensa de parte del Señor a quién cumple su voluntad, el promete bendecir su casa y acordarse de él cuando este afligido.
La hermosa mujer de Proverbios 31:20: alarga su mano al pobre, extiende sus manos al menesteroso, la mujer de Proverbios es una mujer cristiana. Es una mujer generosa, es caritativa ella alarga, esto quiere decir que se extiende, extiende sus brazos a los que necesitan ayuda; extenderse es una virtud de Cristo que se refleja en ella.

El Salmo 136 todo sea nos dice: “con mano fuerte y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia”.

Éxodo 66 nos dice “Por tanto y a los hijos de Israel Yo soy el Señor y os sacaré de debajo de las cargas pesadas de los egipcios os libraré de su esclavitud y os redimiré con brazo extendido”.

Jeremías 32:17 ¡Ah Señor Dios he aquí tú hiciste los cielos y la tierra con tu poder y con tu brazo extendido nada es imposible para ti”.
Así es su poder, el poder de Dios que se extiende para liberar, que se extiende para tener misericordia, que se extiende para librarnos de las cargas pesadas Así es el Señor que se extiende para sacarnos de la esclavitud porque nada es imposible para nuestro Dios, quién hizo los cielos y la tierra.

La mujer de Proverbios 31 extiende sus manos al menesteroso. Un menesteroso es alguien que vive en la pobreza, en la penuria, en un estado de precariedad, podríamos decir a alguien que vive en situación de calle, menesteroso designa también al que es extremadamente necesitado de todo y pobre, a veces incluso es sinónimo de ser mendigo, alguien que no tiene lo necesario para vivir.

Salmo 102:17 “habrá mirado a la oración de los salterios y los menesterosos y no habrá desechado el ruego de ellos”La misericordia del Señor se extendió, mi padre, mi madre y mis hermanos a mis sobrinos, el escucha la aflicción a los que hablen de la caída y Dios lo hace, Su palabra es fiel y no miente.

Dios extiende su brazo para darle victoria a su pueblo, para nosotros será igual cuando el Señor vuelva a buscarnos sus brazos extenderá, un abrazo extendido para sacar a su novia. Nosotros somos pobres de espíritu porque necesitamos del Señor Dios nos ayude como mujeres cristianas para extender nuestra mano, para compartir con nuestros hermanos así como se hizo en tendiendo una mano.

No porque las personas reciben una ayuda del estado no debemos de extender nuestra mano con el necesitado, es un deber delante del Señor como mujeres cristianas, como una mujer de Proverbios 31. Una mujer con el corazón tratado, ella no ama sus poseciones sino ella reconoce que Dios sustenta su casa, reconoce que Dios abre camino el da el trabajo y si tiene algo es sólo por la misericordia de Dios. 

Hermosa la mujer de Proverbios 31, un paso más para llegar a vivir como ella. Tengamos un corazón agradecido, si tenemos un pan compartamos la mitad de pan con otro como antes se hacía, muchas mujeres, compartían sus ollas de comida con el menesterosos, con el necesitado.

El Señor es quien sustenta porque Dios es Dios.
Maravilloso el Señor que levantó nuestra Iglesia cuando nuestros hermanos eran pobres, cuando no tenían trabajo más por fe pusieron las ventanas, ofrendaron el piso diciendo “Señor, Tú darás porque está en ti mi fe, tú lo harás”. Así también es ahora con Talca que se ha provisto, y nos usa a nosotros para proveer. Gloria al Señor.