“sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen, así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, […] Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.” 2 Pedro 3:1-14
Tremenda promesa que dio a la iglesia, animando a esperarle. Los días son malos nos ayude por amor de su nombre, que la palabra se use, sobre todo lugar obscuro, en tinieblas, somos luminares, el Señor llene nuestra vasija de aceite.
Nunca antes se ha visto tan cerca la venida de nuestro Señor, señales, científicos preocupados por los terremotos, la tierra como mujer está con dolores a punto de parir, y llegará el momento en que será. Existen potenciales guerras otras declaradas y otras en acción. La falta de agua antes no se veía. ¡El Señor viene! Estamos comiendo lo que el año pasado se ha producido. ¿Qué será de aquí a 6 meses? Enfermedades, pandémicas se han desatado, el coronavirus, la hepatitis, y científicos avistan más pandemias. Vienen días difíciles.
¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Dicen los burladores, y muchos que están a nuestro alrededor también lo son, incluso nuestros hermanos.
¿Creemos que es como dice la escritura? ¿Creemos en las señales? En cualquier momento puede ser el llamado. ¿Cómo estamos? Algunas estamos afanadas con las cosas de la casa debe estar limpia, pero no tan impecable que nadie la puede tocar. Tal vez ¿Con amargura? ¿Resentimiento? Hay muchos pecados que nadie sabe, pero Dios conoce los pecados sexuales, de fornicación, de adulterio. Jóvenes no quieren la vieja escuela, sino que con liberalidad actúan, tanta letra que ha entrado dejan lo del Espíritu. Niegan el arrebatamiento. Los pentecostales creemos que el arrebatamiento puede ser en cualquier momento.
Oremos, si tenemos amargura pidámosle que nos quite toda raíz para poder alcanzar la gracia de Dios. De los pecados ocultos pidamos perdón, todavía está la paciencia de Dios, El Señor nos limpie de todo pecado. Iglesias enteras no están teniendo la fe verdadera, la fe basada en Jesucristo, son apóstatas, permisivas, dejaron el camino estrecho con Jesucristo, caminan el camino ancho del mundo. Aunque el mundo diga no, creamos que la venida del Señor está cerca. Que el Señor nos limpie de todo pecado. Cuando no consultamos con Jesucristo, vienen los problemas.
¿Cómo estás delante del Señor?
Iglesia despierte, despertemos, corramos a la congregación. El ama a su Iglesia, estará en medio de su congregación. (Juan 12:26) Jesucristo es la persona más importante. Luche por congregarse, esta carne se enferma y va en contra de la voluntad del Señor. Desgástese, que valga la pena. El Señor ve todas las cosas, llame almas, y sirva al Señor. El anhelo de la Iglesia es la que espera el Señor, y mira a los del alrededor como salvos, clamando por ellos. Para la iglesia verdadera viene la promesa en un abrir y cerrar de ojos.
Siéntase a los pies del Señor. Estamos como en tierra desierta seamos remecidas por el Señor. Meditemos en la palabra del Señor que no va pasar, ella me dice que debo hablar, como perdonar, como conducir en la vida. No nos quedemos por nada. Cristo viene por su Iglesia, una ataviada
Dios tenga misericordia. Hoy nos exhorta a no mirar por tardanza la venida del Señor.
Corazones transformados por Cristo 