Servir en amor

“Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán”. Salmo 63:3

Las misericordias de Dios son mejores que la vida, porque estas se renuevan día a día; por sus misericordias:

  • no hemos sido consumidas
  • estamos en la iglesia
  • la comida
  • el vestir
  • el poder estar en la congregación
  • estudiar su palabra
  • criar hijos
  • ser corregidas por el Padre

Esto es maravilloso, nuestro Padre Dios es misericordioso:

“Nadie le da a su hijo una piedra, si él le pide pan. Ni le da una serpiente, si le pide un pescado. Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará buenas cosas a quienes se las pidan”. Mateo 7:9-11

Tenemos un Padre amoroso, que nos dará bien. Cuando hicimos trabajo de misericordia al ver la necesidad pudimos reconocer que nuestro Padre nos cuida y ante alguna necesidad él la suple.

Mujeres pecadoras formando a otros niños. No juzguemos a los hermanos, acordémonos que somos vasos de barro, muchas veces agrietados, tengamos cuidado con la lengua, la palabra dice de ella que es un mundo de maldad. Como madres cuidemos el corazón, nuestros niños con distintos temperamentos reaccionan, no nos pongamos como jueces ante el comportamiento de ellos que son también pecadores.

Ayudemos a nuestros hijos, corrijamos con amor y no con enojo, tengamos cuidado, paciencia aún más con los más pequeñitos. La disciplina es por la desobediencia siempre con amor, instruyámosles cada día. Para ellos el proceso de crecer sujetarse, es difícil, es como a nosotras cuando nos decían lo que deberíamos hacer ¿Cuántas veces no lo hicimos? Resistiéndonos a la obediencia nos enojábamos, frustramos.

Mostremos el amor del Padre en la iglesia, ayudando a las madres más jóvenes a cuidar a sus pequeños, estando con ellos, sino podemos hacerlo algún consejo, decir: “quizás te puede servir esto o hacerlo así”. Todas podemos hacerlo, ya sea que tengamos hijos o no, o tal vez tenemos hijos grandes, podemos estar presentes en la vida de las más jóvenes, de las que necesitan ayuda, pero que sea sin críticas.

La familia de la fe ayuda, como mamás necesitamos ayuda, debemos recibirla y también pedirla porque es desgastante ser esposa, dueña de casa, madre, todo esto demanda y puede colapsar nos. No pensemos egoístamente que somos un peso. Somos hijas de un mismo Padre y nos ayudamos. Dejémonos ayudar. En la iglesia madres han visto crecer la familia de la fe, madres que están criando busquen redes de apoyo que amen a nuestros niños.

El Señor nos ayude porque ellos, nuestros niños, son como flechas; aquellos que eran muy pequeñitos hoy están orando, hablando del evangelio.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close