Hermosa bendición fue la cena de amor; almas rescatadas, redimidas y reconciliadas volvieron al Señor. Muchos atendieron la dulce voz del Salvador. ¡Gloria a Dios por Su Misericordia!
Agradecemos como Departamentos de Evangelismo y Dorcas a Dios por su gran amor, por su respaldo en este trabajo tambien a nuestro Pastor por todo su apoyo y a cada uno que se ciño la toalla dispusiendose para servir.
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Corazones transformados por Cristo 