Él nos bautiza, El que lleva nuestras cargas

Joel

“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones”.

Joel 2:28

Joel significa, Jehová es Dios o Dios es su Señor. Viene del hebreo Yo-el. 

Encontramos la profecía cumplida, mediante el día de pentecostés en el nuevo testamento, el libro de hechos.

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;

Hechos 2:1-2

El libro de Joel, se escribió en el año 830 a.c. aproximadamente.

Joel fue profeta llamado para ejercer el ministerio entre un pueblo que rehusaba arrepentirse. Sus profecías tenían un tema común con las de Isaías, Jonás, Amós y otros: arrepentirse o enfrentar la destrucción. Habla específicamente del juicio a las naciones y culmina en los versículos 17-21 con la liberación de Judá.

Joel era hijo de Petuel, no existe noticia de donde vivió o a qué se dedicaba.

Pareciera ser que Dios se cansa de Israel y su porfía, su necedad, etc 

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.”

Joel‬ 2:12-13‬ ‬‬‬‬

Recuerda usted que antes los tratos se hacían de palabra, con solo estrechar nuestras manos con quien estábamos haciendo un negocio era suficiente y eso era todo, no eran necesarios notarios, ministros de fe, abogados, etc.

Dios conoce el peso de nuestras palabras, se ha puesto a pensar usted ¿qué peso tiene su palabra? Para mi familia, para mi diario vivir, para la congregación, ¿para Dios?

Pero a Dios no lo puedo engañar, él sabe la intención de mi corazón, de mis obras, de todo lo que pueda estar pensando. Así como el pueblo vivía en tiempos de pecado y Dios usó a Joel para advertirles, este maravilloso Jesucristo nos alerta y hace reaccionar.

Nos alerta, que es tiempo de rasgar nuestro corazón y que nuestras palabras sean de peso. De nada sirve esta biblia si no la hago vida, si no la leo, si está ahí tirada en mí mueble.

Lo mismo en nosotros, recuerda usted frases como: 

“Extraño volver a predicar en la calle”, “Extraño volver a congregarme”, “Extraño abrazar a los hermanos”.

¿Cuántos que dijimos eso? No vamos al punto, no nos congregamos, ya no abrazo a los hermanos.

Ahora que podemos hacer todo lo que dijimos, no las hacemos. 

Cuidémonos amada iglesia, cuidemos nuestras palabras, cuidemos nuestros pensamientos, y por sobre todo, cuidemos nuestro corazón. Porque es engañoso más que todas las cosas. 

El Señor nos recuerda y alerta en todo esto, todo el que pide la llenura de su espíritu, la recibe. Pidamos con fervor al Señor y volvamos de todo aquello que nos aleja.

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Amós

El que lleva nuestras cargas.

“Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;”

Amós‬ 5:4‬‬‬‬

Amós significa, carga, el que lleva la carga.

El libro de Amós, se escribió 750 a.c. aproximadamente.

Contemporáneo de Isaías, fue profeta en la misma época que Oseas. 

Se le describe como un varón calmado en comparación a lo ferviente de Oseas.

Era Boyero y cultivador de sicomoro, boyero es quien cuida y cría bueyes.

El libro comienza con los juicios venideros, sobre las naciones vecinas 

Siria, filistea, fenicia, Edom, Moab, y el castigo de juda y juicio de Israel. 

En el capítulo cinco el profeta hace el llamado a buscar a Dios con sinceridad 

El pueblo tenía poder y prosperidad, de tal manera que llegaron a estar satisfechos de sí mismo en cuanto a sus pecados, creían que su éxito material demostraba que estaban viviendo bajo la bendición de Dios. 

Todo este comportamiento llevado por años, décadas siglos trae como consecuencia 400 años de silencio.

“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.”

Amós‬ 8:11‬‬‬‬

Aproximadamente, 13 generaciones sin recibir mensajes, profecías o ser guiados por alguien enviado por Dios, estando acostumbrados a recibirlo. 

Cuántos quizás con eso dudaron, cuántos se enojaron, cuántos se alejaron, cuántos renegaron, cuántos se perdieron. Se asemeja a lo que hemos vivido con la pandemia, ¿acaso no ha sido de esa forma? Pero con todo eso hubo un remanente que no dudó, que no se enojó, que no se alejó, que no renegó, que se mantuvo fiel esperando las promesas de Dios.

Ese remanente vio cumplirse la promesa en Jesús luego de 400 años y hoy nosotros esperamos la promesa.

“En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado;”

Amós‬ 9:11‬‬

Somos débiles vasos de barro, Amós nos hace ver la humildad de nuestro Señor Jesucristo, era cuidador de bueyes. Un varón humilde y que se dejó usar por el Señor.

Pidámosle a Dios que levante nuestro tabernáculo, que cierre todas nuestras grietas las que nos llevan a pecar y a no avanzar, que levante las ruinas que ha dejado el pecado en nuestra vida y dejemos que él nos edifique como él quiera y no como nosotros queremos. El Señor nos dice que le busquemos, para que vivamos, para que tengamos la vida que es él.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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