Cuando nos dice que hemos dejado el primer amor es que le hemos quitado la preminencia a Cristo, la superioridad e importancia que tiene. Él dice no me olvides, yo soy el primero, el que te amó primero. A Éfeso le dice “Arrepiéntete”
La recompensa será la mejor: el árbol de la vida. Un árbol del que podían comer Adan y Eva, un lugar de refugio para estar bajo su sombra, es el árbol que da vida eterna, el árbol de la vida es Cristo. ¿Permanecerás en el primer amor?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?
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El Señor los conocía y les decía que ellos eran ricos, si, ricos espiritualmente. Mientras nosotros vemos lo exterior, el Señor ve el interior, el Señor no considera las riquezas, la posición ni el buen trabajo; puede el hombre tener todo eso, pero ser pobre espiritualmente. ¿De qué le valdría?