La novia prepara su corazón

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”

Apocalipsis 19:7

A lo largo de la serie vimos que el corazón se describe como orgulloso, embustero, inmundo, sucio, inmodesto, mal oliente, pecador, altivo, injusto, obstinado, arrogante y de muchas otras formas más. Con el corazón presumimos, ansiamos, desmayamos, perdonamos, damos o guardamos. El corazón puede latir, responder, calumniar, robar o desviarse. En cada estudio el Señor nos ha instruido como preparar nuestro corazón para ser un Corazón Conforme al de Dios.

El leb, o el “corazón”, es el centro del hombre, donde se originan la voluntad y el pensamiento; no es solo la fuente de las emociones. Las decisiones que tomamos y las elecciones que hacemos en la vida tienen su origen en lo que amamos y deseamos, ese origen es el corazón.

“El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro”. Mateo 12:35

Pocas veces en la Biblia se usa el término literal del corazón para el corazón físico del hombre (2° Samuel 18:14) y de los animales.

Nuestro Dios conoce nuestro corazón, cuanto le ama, cuanto se goza en El, si esta vuelto a Él, si hay una búsqueda en El y si esta rendido a hacer Su voluntad.

Cuando Dios cuando toma novia para su hijo la elige y quiere que su corazón sea parecido al del Señor para que sean uno. Mientras el novio va a preparar morada para llevarla cuando la despose, la novia prepara su corazón.

Ella prepara su boca, porque el Señor sabe que de la abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45). Prepara sus ojos porque Él sabe que sus ojos muestran lo del corazón (Mateo 6:22-23). Prepara sus oídos porque Él sabe que si sus oídos están sucios, su corazón también estará inmundo con pecado, el Señor quiere que los limpie con oír la Palabra, Él sabe que si su oído no es equilibrado no podrá permanecer en el Señor, su corazón tiene que ser afirmado por la Palabra del Señor, tiene que oirle, oír Su venida y hacer obras mostrando su fe que es por el oír. Se prepara mediante baños porque conoce que es impura y toma hisopo para ser limpiar como blanca nieve, se le lava el corazón. Prepara sus ropa interior, busca que su atavío no sea el externo […] sino el interno, el del corazón. Prepara su perfume, para que el olor de las oraciones que salen de su corazón sean de olor fragante ante Su presencia, como mirras encendidas por su Espíritu Santo. Prepara sus manos porque sabe que el corazón con ira y contienda no podrá servirle en adoración, no podrá levantar manos santas. Prepara su vestido, pone en su corazón las obras justas con las cuales se le ha concedido vestirse y presentarse ante el amado. Prepara el velo de su cabeza porque Él conoce los designios de su corazón, sus pensamientos y halla misericordia ante Su presencia por medio de Jesucristo su autoridad. Prepara sus adornos, se llena de virtudes es humilde no solo externamente sino que desde el corazón.

¿Examine lo que le falta a su corazón? ¿Está preparado su corazón para el encuentro con el Señor? El corazón tiene que estar preparado.

Se prepara día a día, cada día el corazón debe ser renovado, hace tiempo me tocó hablar sobre la olla una vasija, en ella me demandaba “Santidad a Jehová”. Hoy me confronta con mi actuar.

Si hay enojo en nuestro corazón no podremos adorar al Señor porque se necesitan manos santas. Si hay mentira en nuestros labios no nos podremos ir con Él, y va más allá de decir a veces unas mentiras o ponerles colores a las mentiras, va mas allá, el mandamiento es no mentir. Cuando el diablo quiera contaminar nuestro corazón con sus susurros no le hagamos caso, cuando venga y diga que no tiene y le faltara, frenemos ese pensamiento, la vida no depende de lo que la situación diga, escuche la Palabra de Dios, créale sea una hacedora. Centremos el corazón en pensamientos de bien. Seamos obedientes, no dejemos entrar ira y ni contienda en nuestro corazón, digamos ¡no! Neguemos nuestra carne con ayuno y oración pero también neguémonos y perdonemos a los enemigos, humillémonos nosotras y pidamos perdón. Levante manos santas al Señor, siguiendo la paz con todos, con todo su corazón.

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12:14

Nuestro corazón tiene que estar puro y limpio. ¿Qué está entrando en nuestro corazón? No deje que se llene de emociones sujetas a pasiones sino limpie su corazón con hisopo para que esté limpio y puro. Alimente su corazón con la Palabra para le limpie, no sea religiosa para mostrarse que no sea costumbre ir a la iglesia sino busque la vida.

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. Proverbios 4:23

Esto implica el propósito del Señor conforme a Su Palabra, a sus mandamientos para tener vida.

Si con sus labios dice que Dios es bueno ¿lo cree en su corazón? en los tiempos buenos es más fácil, pero cuando está la dificultad, ¿lo cree? ¿lo puede confesar con su boca? Lo cierto es que nos cuesta hablar con nuestra boca que Dios es bueno, sino empezamos a hablar nuestra angustia, y empezamos a reclamar pero sabe hermana Dios tiene el Poder de mover el corazón del hombre, el corazón del jefe que no quiere pagar lo justo, con nuestra boca invoquemos Su Nombre.

“Alabad a Jehová, invocad su nombre, Dad a conocer en los pueblos sus obras”. 1° Crónicas 16:8

Es tener gozo no solo emociones, gozo que brota de un corazón agradecido sujeto al Señor, por todas sus maravillas. Aún en la necesidad gocémonos, vivamos para glorificarle, vivamos como si fuera el último día. Es hermoso bendecirle.

No perdamos la bendición de la Salvación por cosas pequeñas. Vivamos creyendo que el Señor es el dueño de nuestro corazón sino pidamos misericordia para que se conceda prepararnos para su venida.

¿Mi amada hermana ya está lista para las bodas?