La influencia que tiene la mujer en el hogar

 “Abre su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en su boca”. Proverbios 31:26

Lo importante que es hablar bien, tener una buena comunicación, en particular nos cuesta a las mujeres.

Cuando llegaron los hebreos a Jericó ellos dieron varias vueltas alrededor, Dios formaba paciencia en su pueblo, no llegaron y destruyeron. Hubo un balance.

Al hablar es bueno tener un balance, porque en momentos donde somos más viscerales cuando estamos con más enojo escuchar palabras que expresan benevolencia, de misericordia pone un balance a la situación que se esté pasando. Es muy importante escuchar, gracias que solo tenemos una sola boca.

Las mujeres podemos tener mucha influencia en los varones:

Abigail una hermosa mujer, le dice a David no tomes en cuenta lo que dijo su esposo cuando le provoco a ira, y finalmente David no provoco mal a Nabal.

Algunas veces hablamos tan sutilmente para cambiar el corazón, las cosas, influenciamos a los varones para que hagan lo que queremos, esto ocasiona conflictos. Es algo que el Señor quiere cambiar, es el proceso de transformación diario, para parecernos a Cristo y llegar a su completitud.  Como matrimonio quisiéramos que los tratos del Señor sean más tempranos.

Es importante llevarnos bien, tener esa amistad en el matrimonio, como los amigos lo hacen. Las mujeres tenemos expectativas de nuestros maridos, esto es inevitable. ¿Cómo reaccionamos? El hombre que no es respetado, se duele porque tiene un menosprecio a él mismo. Nuestro papel es alentarlo no hacer que cambien de decisión, es ser más amiga, escuchar y no imponer diciendo “Haz esto o aquello”. El matrimonio es un constante aprendizaje. El respeto es tan importante, el apreciarnos unos a otros como dice la escritura. Y es una amistad que es libre porque estamos para aconsejar. Hay momentos, en que uno es amigo para llevar todo en paz otras veces teniendo una actitud de arrepentimiento y no de autoritarismo sino  con mucho aprecio. Las cosas no pueden ser tomadas de manera personal, sino importante tener una monera correcta de hablar. Si Adán se hubiese arrepentido en el Edén, con seguridad habría habido perdón, pero se escuso. Muchos varones no guían a sus esposas, pero si empiezan a delegar en ellas labores pesadas. 

“no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios”, 2 Corintios 3:5.

Hay desaciertos, somos personas fallidas, pero es satisfactorio sortear situaciones en el tiempo.

¿Qué pasa que cuando pareciera que el esposo no se merece el respeto?

¿Es acaso el querer tomar el control de las situaciones?  Nos cuesta entender que ellos tienen sus formas y sus tiempos ¿Por qué? Dejemos de molestarnos, de tener expectativas influenciemos con buena actitud a quienes nos rodean. Nuestro hogar es el lugar de pacificación, de tregua, donde la familia desee estar, el hijo o el esposo cuando vuelva del trabajo.  Respetamos porque amamos. Todo cambia con buenas palabras cuando la ley de la clemencia está en nuestras bocas. Dejemos el orgullo de lado pidiendo perdón, podemos ser más valientes diciendo “me equivoque”. Vivamos el evangelio en la Iglesia pero de la misma manera en la casa y nuestros hijos vean padres perdonadores.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close