Mentoría: Dina

Invitada Hna. Andrea Lagos V.

Pastora Eliana: Continuamos con el segundo estudio de la mentoría. Aprenderemos de Dina, donde estaba su corazón. En está ocasión tenemos como invitada a Andrea una jóven de la Iglesia, de 22, soltera, nacida y críada en el evangelio.

Hna. Andrea: Agradezco al Señor y a mi pastora por la invitación y porque ha tenido misericordia.

Pastora Eliana: Son temas relacionados con nosotras.

Hna. Andrea: Me toco de hablar de Dina que está en Genesis 34:1-2

“Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país. Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró”

Pastora Eliana: Dina era la única hija de Jacob, tenía varios hermanos, exactamente 12. Siendo la única mujer entre los hijos de Jacob. Ella vivía tranquila bién cuidada. Me llama la atención la historia de Dina, hija única de Jacob con Lea. Jacob además tenía otra esposa, Raquel. El fue engañado por Labán, su tío. Dina tuvo que pasar por varias situaciones, antes de salir de su lugar de contención; tal vez podríamos pensar que, tenía alrededor de 15 años. Ella nace dentro de los 14 años que Jacob trabajó con Labán; me la imagino saliendo de la casa de su abuelo, para luego empezar una larga travesía. Tuvo que pasar un desierto, acampar, armar una carpa, desarmarla y volver a armarla, seguramente muchas veces, durante su viaje.

Dina se enfrentó a la adversidad, posiblemente estuvo con su padre cuando luchó con el ángel y salió victorioso; cuando salió de la ciudad y se encontró con su tío Esaú en el camino, y él quería exterminarlos, y se encuentra viajando entre mucha gente.

Andrea: En la Palabra se registra la historia de Dina en Siquem de Canaán. Su Rey era Hamor y el príncipe de ese pueblo era Siquem. Este lugar era un pueblo pagano, una ciudad de idólatras que rendían culto a Asera, a quien y se le ofrecían sacrificios de niños abortados, al igual que a Moloc, se le entregaban niños para ser pasados por fuego. Sus rituales siempre incluían niños. A los ojos del rey Hamor, su hijo Siquem, príncipe de Siquem era un buen hombre, honorable y con buena reputación. Pero sin duda, influenciado e impregnado por esas costumbres.

Después de la peregrinación  por el desierto, Jacob compró tierras en esa ciudad para vivir ahí, junto a toda su familia, sus 12 hijos y su hija Dina.

Pastora Eliana: Dina la hija del patriarca estaba rodeada de toda esa corrupción, pero a la vez protegida por su familia. 

 Hna. Andrea: la palabra dice que ella vivió parte de su infancia en ese lugar y un día, salió a mirar a las mujeres del pueblo.  Dina no pasó inadvertida, seguramente era muy linda y además al ser una doncella vestida de colores (como era costumbre entre los hebreos) debió haberse visto diferente a las demás. Y ahí estaba Siquem, quién la vio, la tomó y la deshonró. 

Ella salió y se expuso. Trajo deshonra a su familia y mucho dolor a su padre y a sus hermanos, quienes tomaron venganza por esa maldad.

Pastora Eliana: ¿todo por salir de su círculo de protección, por curiosidad?

¡Qué fuerte, es como ahora! Para este príncipe era fácil tomar a una mujer. Para él no era pecaminoso y si quedaba embarazada era fácil ofrecer el bebé a sus ídolos, a sus dioses.

Hna. Andrea: El tema que me tocó sobre Dina, tenía 2 preguntas:

1 ¿Dónde estaba el deseo del corazón de Dina?

2 ¿Qué esperaba encontrar fuera de su casa?

Me puedo imaginar  estos sacrificios en Siquem.  Como joven uno tiene curiosidad de descubrir cosas. La edad de Dina era cerca de 15 años. A mi se sucedió algo parecido.

Yo tengo 22 años, soy hija única; nací, crecí, fui criada en la iglesia. Mis abuelos, mis padres y la familia que me rodeaban son evangélicos. Como Dina muy bien cuidada, cubierta y estorbada por parte del Señor para caminar en sus caminos. Al igual que Dina tenía una especie de cerco de protección.

A los 15 años estaba en la media y ahí me las quise dar de rebelde. Mis papás me dieron un poco más de “libertad” podía ir al colegio en metro sola y otras cosas más. Fue un tiempo donde intentaba rodear el cerco y tratar de salir. Mis papás no estaban todo el tiempo conmigo.

Pastora Eliana: Yo tampoco estaba muy pendiente de mis hijos cuando estaban en la escuela, pero sí mi esposo, quién cuando tenía la oportunidad iba a la escuela o al colegio para hablar con el director y saber cómo les iba a los niños.

Hna. Andrea: En el colegio yo podía hacer y deshacer; y mientras crecía conocía un poquito más… y como soy muy amistosa tenía amigas, y mis amigas me empezaron a influenciar. En mi vida tuve que tomar decisiones y empecé a ser rebelde. Cuando ellas me invitaban a salir de la escuela antes del término de clases, yo iba con ellas a la plaza u otro lugar, no directo a la casa. Dentro de mí pensaba -¿Qué pasaría si mi mamá me viera?- Pero había adrenalina en mí y sabiendo que no era bueno, lo terminaba haciendo igual.

Mi corazón y mis sentimientos estaban fuera. Las libertades que mis amigas tenían eran varias y no muy buenas. Sus padres estaban separados, algunas veces estaban con el papá o con la mamá, vivían en hogares disfuncionales. Yo lo deseaba en mi corazón, pero no me daba cuenta de sus realidades, deseaba ser igual a ellas.  Recuerdo que en una ocasión le dije a mi mamá que iba a hacer un trabajo del colegio, pero me fui a la casa de una amiga. Lo que no pensé, fue que ese día, mi mamá iría a buscarme al Liceo; en muchas ocasiones traje dolor al corazón de mis padres, de mi familia y de las personas que amo.

Pastora Eliana: Muy parecido a lo de Dina ¿Qué consecuencias trajo a la familia de Dina el salir de su cerco de protección?

Hna. Andrea: trajo deshonra; sus hermanos tomaron venganza, trajo dolor al Patriarca y a toda la familia. Le hicieron creer al príncipe Siquem, que le darían a Dina en casamiento, cuando él se los pidió. Siquen se enamoró de ella.

Pero los hijos de Jacob mataron al príncipe, al rey a todos los varones del pueblo. Jacob se entristeció en el corazón; no dejaron que la justicia de Dios actuará, sino que ellos se vengaron. La familia de Dina, una familia con propósito, con promesa del Dios verdadero.

En esta tarde quiero agradecer a Dios, que ha estorbado mi camino y ha puesto a mis padres y mis pastores. A pesar de mi rebeldía, siempre Dios ha estado ahí y aún está. Como Joven a cada mamá le pido siga estorbando el camino de sus hijas. Las decisiones pueden traer dolor a los padres, dolor a sus pastores. Es triste como con una sola decisión puede ser causa de dolor a la familia.

Pastora Eliana: Ese príncipe abusó de Dina. ¿quién no ha vivido lo que Dina vivió? Tal vez no físicamente pero sí en sus emociones y con ciertas relaciones hemos permitido abusos.

¿Quién no ha tenido el corazón fuera de casa y ha pasado por los 15 años?

Hay muchos tipos de abusos que guardamos y aceptamos.

Hay varios abusos, a veces madres que corrigen a sus hijos en lugares que no corresponden, les tiran las orejas o madres que les gritan y hablan mal a sus hijos. Dios nos dice como corregir a nuestros niños, es en la parte trasera y con una vara, en ese lugar acolchado que no provoca daño. Pastoreando el corazón primero y luego la vara. No hablemos mucho. Solo los argumentos de acuerdo a la escritura. Una vez se les corrige, luego es tarde.

El descuido también es una forma de abuso, niños expuestos a la televisión con programa que les influencian y quieren moldear sus mentes con corrupción y maldad. Los monitos en la TV son sexuales y los niños al ser influenciados por estas imágenes y actitudes van a traer deshonra sus padres.

La indiferencia, tiene mucho que ver con el amor. No ignore a sus hijos, ni a su esposo.

Testimonio de nuestras hermanas en sintonía:

Yo fui una Dina, entre mis 10 y 12 años no sabía lo que era un abuso sexual, y mis padres ausentes. Había dos vecinos de mi mamá, y uno de ellos me abusó, tocándome. Todo tiene su tiempo, pero el Señor nos llama y nos cambia.

Cuando fui niña, fui violada por mis tíos y mis hermanos. Y cuando encontré al Señor, tuve sanidad. Y eso me enseñó a cuidar e instruir a mis hijos.

El Señor sana nuestras heridas.

Pastora: Para el mundo son normales muchas cosas, porque el mundo lo dice. Como madres debemos instruirles en el camino. Los hijos siempre van a querer correr el cerco. Pero hay frutos, cuando les estorbamos. La Biblia dice que les estorbemos y cuando sean grandes no se apartarán. Pues se van a acordar de lo aprendido. Esto va a estar en su pensamiento y en el momento de tomar decisiones.

En una ocasión, en una pitanza, nos llamaron y era la voz de mi hija pidiendo auxilio. ¡Pensé que mi hija estaba violada! Es duro para una madre cuando los hijos cruzan el cerco. Es duro para una madre presente, que lo ha vivido, y debe ser terrible porque no estuvo ahí.

A veces como madres queremos más que sustento y abrigo y salimos, y exponemos más a nuestros hijos. No podemos correr tras lo que dice el resto.

Dina nunca se imaginó que cruzar el cerco le traería abusos, por no escuchar el consejo de su familia y de su madre.

Como madre, no deje a los niños en cualquier parte.

Cristo cambia, liberta da esperanza sana el corazón.

A las jóvenes, escuchen el consejo de sus madres, nunca una madre presente le va decir algo que les dañe. Como el peregrino las mayores tienen el camino pasado. Seguir las instrucciones de la Palabra les llevará a buen término. Nunca las jóvenes entre sí pueden enseñarse. Busque una mujer mayor para ser mentoreada. Las jóvenes pueden orar juntas, alabar, pero no enseñarse.

Un corazón insatisfecho, es un corazón sin el Señor, la Biblia dice que Jesucristo es nuestro deseo.

¿Qué será de nuestros niños? Si no les instruimos. La sociedad esta llevando a los niños a que se perturben, con cambio de sexos, compartiendo baños. Leyes abominables, de pedófilos. ¿Qué será de ellos si no les instruimos en el Señor? Esto es abuso. Como madres digamos: con nuestros hijos no se metan.

¿Cuál es el propósito de tus hijos, lo conoces? Si es predicador, ¿lo estas preparando?

Yo deseo que mi nieta sea una adoradora, no una predicadora.

Que amen al Señor. ¿Es tu hijo una flecha en la aljaba del Señor? Es decidir ¿a quién le entregamos nuestros hijos?

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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