Consejos de una madre a un hijo

Serie: La hermosa mujer de Proverbios 31 

“Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre”.

Proverbios 31:1

El libro de Proverbios fue escrito por el Rey Salomón, hijo de David y Betsabé, pero cuando llegamos al capítulo 31 nos encontramos con un Rey llamado Lemuel. No sabemos a ciencia cierta quien fue, pero debemos decir que Lemuel viene del hebreo Lemû’ êl, y significa “dedicado a Dios”. Hay varias posturas al respecto. El Diccionario Bíblico Digital indica que:

1)  Sería rey de la tribu Nordarábiga de Masá.

2)    En cambio, muchos sabios judíos interpretando la redacción de las palabras de Proverbios 31:1 piensan que dice “Lemuel rey de Massa”, ya que este es uno de los pueblos o reinos que salieron de Ismael (Génesis 25:14).

3)    Otros, sin embargo, toman la postura de que Lemuel es un título dado a Salomón.

4)    Pero algunos comentaristas opinan que era otro nombre de Salomón, mientras que otros lo identifican con Ezequías.

Otros comentaristas (en su deseo de que toda la autoría del libro perteneciera al rey Salomón) dicen que éste es Lemuel, entendiendo que escribió la gran mayoría de los Proverbios.

En esos tiempos los reyes eran en su mayoría hombres promiscuos, alcohólicos, malvados, sanguinarios, dados a las fiestas (orgias muchas de ellas), etc.  Por ejemplo:

·        El rey Azuero hizo un banquete que duró ciento ochenta días y bebió durante siete días seguidos (Ester 1:8). Su juicio estaba tergiversado, quiso exponer a su esposa entre los hombres con los que bebía.

·        El rey Acab participaba de ritos a Baal, era perverso, podemos ver lo que ocurre con Nabot de Jezreel, a quien mandó a matar para tomar su viña (1° Reyes 21 y 22).   

·        El rey David llegó a tener setecientas reinas y trescientas concubinas (1° Reyes 11:3).

¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?
No des a las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.

Proverbios 31:2-3

Más allá de quien haya sido este rey, podemos ver a un hombre colocado en una posición visible, de honra, como es la labor de un rey.

En Proverbios 7 se habla de los jóvenes simples; simple significa: “puerta abierta, aquel que no es capaz de discernir”; un joven simple deja entrar todo a su vida, es falto de entendimiento. Jóvenes que caen con mujeres que se posan en las ventanas, atraídos por vestimentas inmodestas.

No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,

Ni de los príncipes la sidra;

No sea que bebiendo olviden la ley,

Y perviertan el derecho de todos los afligidos.

Dad la sidra al desfallecido,

Y el vino a los de amargado ánimo.

Beban, y olvídense de su necesidad,

Y de su miseria no se acuerden más”. 

Como no sabemos con certeza quien es este varón que escribe Proverbios 31, tampoco podemos saber quién era su madre, pero sí podemos decir que se trata de una mujer que conocía la realeza y cómo se comportaba; por tanto, aconseja a su hijo para que gobierne con justo juicio. Los reyes tenían en sus manos la vida de los hombres de su reino.

·  La madre de Sansón le aconsejó que no se casara con la filistea, pero no hizo caso, ella le hizo perder literalmente su fuerza; Sansón cayó como un simple, dejó una puerta abierta para su destrucción. (Jueces 16). Aquí la madre de Lemuel le aconseja que, si el pueblo quiere beber que los deje, pero que él no lo haga. El vino quita el Juicio.

Ministración

Es un proverbio escrito por Lemuel recordando las palabras de su madre. ¿Cuántas veces marcamos a nuestros hijos con nuestras palabras, hechos? Es un desafío como madres el criarlos; formar a un varón es formar a un hombre que salga a trabajar, que sea un sustentador, deben que ser capaces de pararse en este mundo.

Los niños para ser formados necesitan una madre presente que les guíe día tras día, que les espere cuando lleguen a la casa, que les cuiden. No es lo mismo que sean criados por los abuelitos o tíos, si ellos lo hacen… ¿para que somos madres entonces? El tiempo de calidad no existe, el criar es siempre. Tomemos las mejores decisiones como madres, con sabiduría de Dios. Son tiempos difíciles, pero Dios sustenta con mucho y con poco, Él lo hace. ¿Cuántas veces hemos visto su provisión? Yo lo viví, Dios abre y cierra puertas. Vimos hijos estudiando con becas completas. Dios es fiel.

Consejos de una madre, consejos a un rey. La Biblia dice que somos reyes y sacerdotes para Dios (Apocalipsis 1:6), este Proverbio es también un consejo para nosotras. Esta madre le dice que tenga una forma de vida acorde a sus principios. Le pide a su hijo que “No de a las mujeres su fuerza”. ¿Cuántas veces los hijos pololean con mujeres con las que no se van a casar? Ellos gastan sus bienes, trabajan, se sacrifican en vano, gastan sus fuerzas por alguien que no será su esposa. Que la fuerza de los varones jóvenes sea para el Señor.

Es un desafío como madres preparar a un hijo, prepararlo para su esposa. El Señor nos ayude a dar consejo sabio, oportuno y a tiempo. Preparemos a los niños, el predicador Paul Washer aconsejaba a los padres involucrar a los niños en los trabajos de construcción, que se esfuercen para así formarlos. Impulsemos a nuestros niños a que se ensucien, limpiando ya sea el patio u otro lugar, que aprendan, que cuiden.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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