Selah: medita en esto

Consejería Matrimonial con nuestro Obispo René Suazo y su esposa nuestra Pastora Consejera Carmen Jara.

Es una bendición para nosotros que estamos terminando nuestra carrera ser útiles para los que están empezando una carrera, que nuestras palabras sean de bendición. Todos aprendemos de todos, pero siempre la experiencia y la práctica son importantes, si terminó su carrera de lo que estudió tiene que practicar, algo parecido es en el evangelio; para dar un buen consejo se necesita madurar, esto cuesta mucho tiempo.

Un matrimonio sin Dios es un infierno, pero cuando Dios llega al corazón entonces todo cambia.

Pregunta: En sus 56 años de matrimonio ¿que ha sido lo que ha marcado su vida, lo más duro o más difícil?
– Fue la muerte de mi hijo de 20 años de edad cuando recién empecé en el pastorado, cuando estaba escalando, escalar cuesta mucho pero para caer con un resbalón basta para caer a fondo.

Consejo de nuestro Obispo Pastor René Suazo:

“El peor daño en nuestro matrimonio fue un mal consejo cuando éramos muy jóvenes, un mal consejo de alguien maduro a mi esposa diciendo: “Usted no puede estar de acuerdo con lo que su marido quiera hacer con usted, porque usted no es una mujer de la calle, así que niéguese a su marido, no ceda”. Y empezó mi esposa a negarse en la intimidad.

Cuando yo empecé a vivir esta negativa, el enemigo empezó a poner personas en frente mio hasta que llegué un día donde mi esposa y le dije: si mañana tengo que tener otra mujer la voy a tener porque ella ya no me acepta y el diablo puso una mujer.

Cuando uno se ve rechazado, después de aguantar harto tiempo, se ve que no es querido, se cuestiona: ¿que más hago aquí? Y uno decide terminar.

Mi matrimonio estuvo a punto de terminar, un día dije: “nunca voy a volver a mi casa”. Me despedí de mi esposa, le dije: “me voy a la vida”. Me fui a trabajar y en el día vi un niño que corría, era mi hijo, vi una niñita, era mi hija, estuve todo ese día sufriendo. Me pregunté: ¿Qué iba a ser de ellos? Luché todo el día y dije “no puedo, no puedo dejar a mi mujer y a mis hijos”, y volví.

Si no hubiese tenido temor de Dios, hubiese dado rienda suelta a mi vida. Pero le temía. Sabía que era real, ¿cómo pensar que no existía?

La mujer tiene que saber entender la obligación de la mujer con su marido y el marido con su mujer, sobre todo en el matrimonio joven. Está mal que se vaya negando uno del otro.

La vida de un cristiano es dura, no es fácil, pero como matrimonio empezamos a madurar, entendí que debíamos servir a Dios pasará lo que pasará, Dios ya me había llamado, para atrás no podía volver, si le dejará de servir me iría al infierno. Vivo o muerto le pertenezco al Señor.

El enemigo sabía que estaríamos aquí, quiso estorbar los planes de Dios, pero no hay forma de hacerlo cuando Dios determina algo, es así.

Dios ya me había elegido en la güatita de mi madre. Si, Dios tiene un plan, tiene su tiempo para elegirlo y tiene que haber un proceso para poder clamar a Dios y acercarse a Él. A los nueve años vi una nube, que se acercó a mí y vi unos brazos con unas marcas en las manos, yo dije: “ese es Dios”.

Fui criado sin mis padres con la ley de la selva. Mi vida fue dura y de mucha frustración. Eso me hizo rebelde y odiaba a las personas, tenía una ira que nadie la podía quitar y así llegué a la cárcel, pero ahí me encontré con Dios.

No debemos obrar en ira, porque en la ira no obra la justicia de Dios. La ira puede echar a perder lo que uno ha vivido bien en cinco años”.

Consejo a las mujeres de nuestra pastora consejera Carmen Jara:

“El matrimonio es para toda la vida. Si usted aceptó a su esposo lo aceptó tal como es. A través del tiempo va cambiando la persona, pero aférrese a su esposo. No reciba consejo de cualquier persona, de alguien que está a medias en el evangelio y que nunca afirma sus pasos. Escuchemos, primero es a nuestros pastores, y según su guía escuchar el consejo.

No descuide a sus hijos preocupándose solo de usted. En el matrimonio debe existir el perdón, éste siempre debe ser sincero. No aceptar la mentira, la verdad siempre sale a luz y pase lo que pase debe existir el perdón, porque detrás de nosotros hay hijos y nietos. Sin el perdón hoy no hubiese tenido esta hermosa familia. Es perdonar como Dios nos perdona. Nosotros como padres aconsejamos a los hijos, ellos a veces no nos escuchan, pero nuestro Padre Dios nos aconseja por Su Palabra, hagámosle caso.

Tenemos mucho que aconsejar con 56 años de matrimonio y 55 llamados por el Señor, las puertas de nuestro hogar están abiertas siempre, nosotros hemos sido llamados para reconciliar al mundo con Dios. Los jóvenes no han vivido lo que nosotros hemos vivido”.

Programa:

Hacemos un alto para considerar este hermoso consejo.

Selah: es una palabra hermosa, una expresión que es como un amén, un Aleluya

Es un término hebreo en Salmos 71 veces y en Habacuc 3, sus significados son un tanto incierto, pero si más bien es extenso, 39 veces que se utilizaron en los Salmos, se piensa que es una parte de la liturgia o una nota musical. Se acepta que es un término musical de algún tipo está ahí para proporcionar dirección musical.

Selah: Detente y reflexiona, haz una pausa y piensa lo siguiente, medita esto, medita esto y escucha, haz un alto detente y escucha.

Es una palabra importante para nosotros.

En medio de las situaciones difíciles, nuestro obispo hizo un alto y reflexionó.

¿Cuántas veces recibimos un mal consejo?, ¿Cuántos de nosotros con una buena intención aconsejamos mal?. Detrás de un mal consejo puede venir la consecuencia.

La Palabra nos advierte en Proverbios 3:21:

“Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Y serán vida a tu alma”.

Proverbios 4:13

Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida”.

Si no hubiesen hecho un Selah, habrían perdido a sus hijos. El dolor que tuvo, en su infancia.

Hay que hacer un alto en el camino y reflexionar en el consejo de nuestros pastores.

El hijo prodigo en un momento reflexionó y recapacitó diciendo: “en la casa de mi Padre lo tengo todo”.

¿Cuantos matrimonios jóvenes están enojados? Eso duele en el corazón porque detrás de ellos están los hijos, y como padres somos referentes de lo que después buscarán. Por eso hay que hacer un Selah. Dios tiene propósito con nosotros.

El Señor nos hizo en el matrimonio los unos de los otros, esto es disfrutar de uno y del otro. Ambos somos creados con necesidades, en el huerto se recibió la orden de multiplicarse, disfrutarse y es con la relación sexual. El Señor nos de un balance, porque hay necesidades distintas que debemos suplirnos mutuamente. Cuando obedecemos a Dios lo demás fluye.

Si los varones no halagan a sus mujeres no falta quien lo haga, lo mismo en el otro sentido. Hagamos un Selah, detengámonos. Aquí también tiene que haber un balance porque el esposo es áspero, no puede esperar de su esposa un tiempo para ambos.

Acerca del Consejo:

“Los pensamientos de los justos son rectitud; mas los consejos de los impíos, engaño”. Proverbios 12:5-7

“El hijo sabio recibe el consejo del padre; mas el burlador no escucha las reprensiones”. Proverbios 13:1

“Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con dirección sabia se hace la guerra”. Proverbios 20:18

Hagamos un alto, escuche el consejo, examínese. En el Señor es el consejo que viene de Su Palabra. La siembra de un padre alcanza a los hijos de sus hijos. El consejo de un buen padre que viene de la escritura no solo debe alcanzar a sus hijos sino también a sus nietos. ¿Que hacemos para que nuestros hijos amen al Señor? Debemos pararnos y volver en sí, preguntarnos ¿Qué estamos haciendo mal? Reconocer si estamos pecando contra nuestro cónyugue, hijos y hermanos. Por eso detengámonos, hagamos un alto, meditemos.

Padres jóvenes que tienen hijos pequeños, en algún momento van querer arrepentirse de casarse, por los malos tratos, ¿Cómo hacer para cambiar?, es hacer un alto.

En nuestro caso hubo una mujer que durante toda una noche me aconsejó a no dejar el matrimonio, no dijo que lo dejara, si no que me hizo apreciar lo bueno que había en mi cónyuge y Dios tuvo misericordia.

Tengamos cuidado, si el corazón no oye éste se endurece y prevalece el orgullo. Por eso es importante volvernos en sí para razonar con el cónyuge. Tener algo mejor en nuestra relación conlleva un proceso, que es muchas veces duro y costoso. Si le costó mucho tener un Kia morning, no lo quiera cambiar al mes por un Mercedes Benz. Selah.

Es tiempo de tomar consejo, verá que trae bendición. Selah

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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