¿Necesidad o deseo?

“Considera la heredad, y la compra; y planta viña del fruto de sus manos”. 

Proverbios 31:16

En este contexto HEREDAD se refiere a un terreno agrícola.

Entonces la mujer de Proverbios es alguien que conoce de negocios, que puede obtener beneficios al realizar operaciones comerciales. Dios le ha dado sabiduría para administrar de tal manera sus recursos que puede adquirir una propiedad. Ella CONSIDERA un terreno agrícola, para comprarlo.

¿Qué significa “considerar”?

Es pensar, reflexionar sobre algo con atención y cuidado. Esta palabra proviene del latín “considerare”, verbo que significa “examinar atentamente”. En sus orígenes significó observar los astros. O sea, mirar al cielo.

La Biblia de las Américas dice: “Evalúa un campo y lo compra; con sus ganancias planta viña”. 

Por tanto, ella no llega y compra, sino que analiza, ve si es conveniente o no lo que va a hacer, piensa en los pros y los contras de esa compra. No toma decisiones apresuradas, probablemente pide consejo, consulta.

¿Y nosotras?¿ Y yo?

¿Me paro y considero lo que voy a hacer?

¿Veo que llegó a mis manos?

¿Le he preguntado a Dios lo que debo hacer?

¿CONSIDERO al Señor en mis decisiones?

En el evangelio de Lucas 12:24, Jesús hablando a sus discípulos les dice: “Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?”. 

Y en el verso 27 “Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos”. 

Vemos cuán importante es para el Señor que consideremos todo lo que Él nos quiere enseñar.

Entonces, una vez que decide comprar el terreno “planta viña del fruto de sus manos”. Una viña produce uvas de las cuales se pueden sacar varios subproductos. Entre ellos 2 que son muy importantes: el aceite y el vino.

Jesucristo es el centro. 

Ella dispone de los recursos necesarios para llevar a cabo la empresa que había dispuesto en su corazón.

Vemos cómo el Señor en este tiempo nos provee de recursos a través de las PYMES que permite que podamos administrar. 

Santiago 4:15 nos señala: “En lugar de lo cual debiérais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto y aquello”. 

Recuerdo a mi madre, considerando dar lo que tenía para otros y esperando que el Señor le proveyera. Como mujeres nuestras acciones darán frutos en nuestros hijos. Como dice la Palabra: “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”, Gálatas 6:7. Hay una tremenda enseñanza para nosotras, ¿qué estamos haciendo con el fruto de nuestras manos?

¿qué estamos dejando a nuestras hijas?

¿qué van a querer nuestros hijos varones?

Examinemos el fruto que estamos dando en nuestra viña, que es nuestro hogar. Tenemos que ser cuidadosas, hay cosas que van a desaparecer, por ejemplo la belleza, un buen estado físico, por eso tenemos que analizarnos y decir: ¿dónde está mi corazón? Que estemos cultivando nuestro corazón con las cosas de arriba.  Entonces hay que preguntarse ¿lo que hacemos es una necesidad o es un deseo? Todo lo que hagamos como fruto aquí tendrá recompensa allá en el cielo. 

Como mujeres mayores algunas con el nido vacío, ¿estamos cultivando un corazón rendido al Señor? Porque podríamos sentirnos solas y con esa situación dar paso a la amargura, con pensamientos de engaño que pueden llevar a una depresión, por eso no dejemos de considerar , de mirar hacia arriba. Cristo es nuestro ayudador. 

No gaste de más, es bueno guardar dinero, cómprese menos ropa, menos cosas que son menos necesarias, es una forma de ahorrar, de considerar.

Si tiene niños, enseñe si, pero disfrute el tiempo con ellos, tal vez sea necesario cambiar un sofá pero tiene miedo de que termine muy desgastado o sucio, considere el tiempo ahora, luego ellos se van. Traspase el fruto en el caso de las enseñanzas, que se traspase de generación en generación.

La mujer de Proverbios es una mujer que tiene el corazón con las cosas de arriba, mira al cielo, se  levanta a orar, analiza los tiempos que se viven que son tiempos peligrosos, la venida del Señor se acerca a pasos agigantados. 

La mujer de Proverbios tiene que ver con eso, analiza los tiempos, habla con los hijos, con los nietos, dice: “hijo viene el Señor”.

Es una mujer que piensa todo antes, que hacer en la finanza, en la forma de hablar, en la forma de vestir, como conducirse. Es reflexiva, es necesario hacernos  buenas preguntas. 

Tenemos que tener una intención en el corazón. Dios nos ayude. 

La paz del Señor esté en cada hogar. Oremos por los matrimonios que hoy sufren estrés, los niños sufren estrés, ¿cierto? Pero como hijos de Dios hagamos un alto como familia, digamos “el Señor es nuestro ayudador”. 

La mujer de Proverbios piensa antes todas las cosas y el corazón está arriba. Tiene una vida plena, si hay dolores pone la mirada arriba y no la baja, no la pone a nivel humano, sino ve a Dios obrando. Entonces el corazón se llena de gozo aunque a veces no entendemos los propósitos del Señor. 

La paz del Señor esté en cada hogar, consideremos la heredad, que la misericordia sustente nuestra vida, que todo lo que llega a nuestras manos sea dinero, sean vidas para ayudar, para ministrar en consejo, en palabra o la situación que estamos viviendo, miremos hacia arriba; de ahí viene nuestra ayuda, cuidemos nuestra viña.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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