Imitemos la fe de nuestros antepasados

En las escrituras vemos una mujer llena de virtudes, una mujer que amó al Señor, con fé, con templanza, con amor por los suyos y más. Ella vivía en el tiempo de los antiguos reyes, en los tiempos del rey Salomón. Es la mujer virtuosa que para muchos puede ser un modelo a seguir anticuado, incluso inalcanzable. Pero hubieron muchas como ellas en las escrituras, en nuestras familias ellas son nuestras abuelas, madres.

Son mujeres cristianas, contracultura, que paso a paso buscan y viven la palabra para cumplir el diseño de Dios en sus vidas y no ha sido fácil sino con la ayuda de Dios con la fe depositada en el Señor que les ha permitido estar firmes en el llamado, mujeres que vivieron y viven el evangelio. Muchas de ellas han permanecido al lado de varones quienes no han transado la palabra ni negado su rol de cabeza en sus familias.

¿Qué pasa en estos tiempos con el diseño que Dios puso en el hombre y en la mujer?

Vivimos en tiempos finales, la sociedad se esta pareciendo más a los tiempos de Sodoma. Hay un adoctrinamiento en el hombre y en la mujer para que el hombre sea mas femenino y la mujer más empoderada, más masculina, éstas ideologías se han ido presentando a los cristianos. Son tiempos en que hay que pedir a Dios sabiduría para ver lo que está sucediendo frente a nuestros ojos, porque la sociedad se ha dejado de asombrar de lo malo. Recordemos: “estamos en el mundo pero no somos de este mundo” y tenemos que tener cuidado porque podemos ser engañados.

Entonces el diseño de Dios está siendo atacado más aún, Satanás no ha dejado su astucia en la mujer como lo hizo con Eva en el Edén, sigue desviando la mirada del hombre, descuidando a su mujer como Adán.

¿Qué esta haciendo la mujer y el varón para lograr ser ese varón, esa mujer que Dios quiere que sea?

Hay un diseño para la mujer en Proverbios 31, que no es fácil de vivir en medio es esta sociedad. Como en nuestra congregación la mujer cristiana anhelará lo de Dios en su vida, esa voluntad que está en las escrituras. No es un modelo anticuado sino una oportunidad para crecer, enfrentándose a la palabra para vivirla. Entonces hay sujeción al marido, porque hay entendimiento a lo constituido por Dios, hay amor por su marido, sus hijos, a quienes cubre de oración. Es un carácter continuamente transformado para ser la mujer templada en el Señor, apacible, diligente, entre muchas otras virtudes que persigue y vive.

El reto del varón es ser parecido al varón perfecto, Jesucristo, quien cuida a su esposa y da su vida por ella, quien la cubre, la guía. Aunque no hay algo específico como Proverbios 31 para el varón, el varón que busca del Señor se enfrentará a las escrituras siguiendo ejemplo de los antiguos como Abraham y Booz.

Pero muchas veces no es así, a las mujeres les es fácil dolerse al no sentirse apoyadas, vienen los desalientos e incluso el corazón desfallece. Es fácil para el varón ensimismarse descuidando su rol de esposo. Debería ser más fácil anhelar lo de Dios, ¿por qué cuesta al varón ver que su mujer está buscando a Dios? El varón debería ser feliz porque el beneficiado directo es él. Pero esto sucede porque hay falta de oración, en el corazón de los varones debe haber un continuo deseo de ser guiado por el Padre, esto para cumplir el rol de protector que tiene hacia su mujer. Es una tarea que se debe llevar adelante para vivir en la plenitud del pequeño Edén que hay en el hogar.

El Señor pedirá cuenta en el matrimonio, más al varón por su rol de cabeza que a la mujer por su rol de ayuda.

Imitemos la fe de nuestros antepasados, mujeres cristianas que iban corriendo a oraciones de doce. Mujeres que cuidaron su hogares, que entregaron tiempos de calidad. Hombres cristianos que no transaban las verdades de Dios.

El Señor ayude a la mujer a no ver como un desafio a la mujer de Proverbios, sino verla como una bendición que hay que alcanzar. El Señor tenga misericordia del varón para que pueda aprender de su mujer, valorarla y sentirse beneficiado por ella. Cuando hay obediencia hay bendición, más alla de la material; la espiritual, la eterna. Cuestionemos si hemos dejado de crecer.

Que nuestros hijos imiten nuestra fe

¿Porqué no anhelar que nuestros niños sigan el Evangelio?

Hay muchos padres que dejaron legados en sus hijos, como Elizabeth Elliot que después que mataran los aucas a su marido, volviera con sus hijos a predicar al mismo lugar. Como Erick Lidell que busco agradar al Señor siendo misionero en China donde murió, dejando legado de amor por las almas para sus hijos. Y muchos otros que se pararon en el camino y dijeron “esta es la senda”, aún en medio de la sociedad perversa. Estamos viviendo el tiempo de la última iglesia, no habrá más generación para el Señor si no influenciamos lo de Cristo en nuestros niños en este presente. Este mundo está preparado para desviar a los niños, la televisión, los celulares. Dejemos legado en ellos, ser buenos padres, madres, que buscaron lo del Señor en sus vidas, que se enfrentaron a las escrituras, que vivieron el diseño de Dios para ellos, buscaron el propósito pese a las adversidades, que predicaron el evangelio y no dejaron a Dios por nada sino que con fe se levantaban, que fueron cristianos que dieron su palabra para cumplirla, imitadores de Cristo.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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