“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, […] que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” .2° Timoteo 3:1-5
Avaros: del latín avaritia, la avaricia es el afán o deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas para atesorarlas.
Desde un punto de vista religioso se trata de un pecado y de un vicio ya que trasciende lo lícito y lo moralmente aceptable.La avaricia se diferencia de la codicia ya que esta última supone el afán excesivo de riquezas, aunque sin la voluntad de atesorarlas. Los seres avaros pretenden acumular todo tipo de bienes materiales pero no están dispuestos a gastarlas o compartirlas.
Vanaglorioso: la vanagloria es la expresión de un orgullo exagerado que alguien manifiesta con respecto a sí mismo, ya sea una cualidad, un logro o la posesión de un bien. Vanaglorioso es creerse ser mejor que otro. Sentirse importante.
Es difícil estar en este lugar, podemos prepararnos, estudiar, pero al estar aquí todo aquello tiene poca importancia cuando, porque el Señor que tiene que tomar el control de nuestras vidas. Es un tema complicado y muy difícil, ya que nos confronta y ha sido duro para mi, el Señor me ha quebrantado el corazón, comprendo que sigo siendo un pecador y que la naturaleza humana persiste en nosotros, estamos en proceso de crecimiento hasta que el Señor vuelva.
El apóstol Pablo le habla a Timoteo sobre el carácter de los hombres en los últimos tiempos, Pablo cuando le escribió esta carta estaba solo, encarcelado y sabía que ya le quedaba poco tiempo, él decía que estaba a punto de ser sacrificado, pero con la convicción de que había terminado la batalla y por más tenía guardada la corona de justicia, eran tiempos claves de él. Pablo exhorta que los hombres se desviaron de la verdad porque en estos días vendrían tiempos peligrosos.
En esta carta de despedida Pablo habla al tímido Timoteo de una manera más personal, lo insta a que sea un hombre valiente, aguerrido y que no se deje llevar por los hombres malvados que vendrían encubiertos a la iglesia, aquellos que se habían desviado de la fe.
Es un tema para los cristianos de las iglesias, y fue de confrontación para mi vida, porque yo tambien calumniaba en la Iglesia, es una palabra que me llevó al arrepentimiento y pedir perdón a Dios y a mis pastores; humillando a mi carne. Pero así el Señor trata nuestras vida, saca hasta lo más sucio para poder darnos de Su vida eterna.
El amor al dinero es raíz de todos los males dice la palabra, el Señor dio a los hombres bienes, pero hay hermanos que quieren aún más, esto no es malo, el problema es cuando existe un amor al dinero, esto les quita la paz llegando algunos hasta robar para abarcar mas y solo quieren obtener para sí mismos.
Hay que aprender a desprendernos de estas cosas que no edifican la palabra es clara, los avaros no entrarán al reino de los cielos. La maldad se ha aumentado y el amor se está enfriando (Mateo 24:12). Cuando los corazones se endurecen, el hombre no entiende, pierde la sensibilidad al prójimo. Aprendamos a conformarnos con lo que Dios nos da para no pecar y vivir piadosamente.
También me avergüenzo por vanagloriarme y hablar mal de los demás. El Señor tuvo que tratar conmigo, afecté a mi familia, sufrí y lloré. Los hijos de Dios no deben ser vanagloriosos. Cuando me enviaban a cuidar los autos, me sentía muy triste; me veía humillado, pero esta fue la manera de como Dios trató conmigo. Tenía un alto concepto de mí mismo y no entendía que detrás de todo esto habían propósitos.
Dios trate en lo más profundo del corazón. Saque todo orgullo, toda avaricia de nuestras vidas. Dios trate como barro mi vida y saque toda impureza.
El Señor es digno de recibir toda gloria. Amén.
Corazones transformados por Cristo 