Él nos ayuda

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Y me sacó del pozo turbulento, del lodo cenagoso;y puso mis pies sobre una roca y enderezó mis pasos

Salmo 40:2

Tan importante para vivir es cavar un pozo para encontrar aguas.

¿Cuántos personajes de la Biblia se han enfrentado a estos pozos?

Los pozos son excavaciones que se hacen en la tierra para buscar una vena de agua. En ocasiones se captaba una fuente. Conocemos el pozo donde Jesus se encuentra con la samaritana y nuestro Señor se revela a ella como el agua que salta para vida eterna (Juan 4:13-14). Si entendiéramos que es importante cavar lo haríamos más profundo hasta conocerle.

Los enemigos de Abraham, los filisteos, trataron de tapar los pozos que tenían, Génesis 26:15-19. Esto no ha cambiado, el enemigo de nuestras almas viene y quiere cerrar nuestros pozos e igual que los filisteos empieza a ensuciar lo nuestro, son personas que muchas veces hablan mal de uno, tirando mentiras, escombros.  Las obras de la carne son otras formas que el pozo se ensucie, se cierre, que por el Espíritu de Dios nos ayude a identificar y arrepentirnos. Algunas veces nuestra lengua tapa nuestros pozos y la de otros, pozos de hijos del Señor. El Señor refrende nuestra lengua y salga de nosotras agua pura.

Las cisternas son estanques artificiales cavados en tierra para almacenar agua de lluvia o procedente de un río o manantial o de las lluvias.

La lluvia de a tiempo, la tardía, esas aguas que caen son Cristo en nuestras vidas, aguas que vienen del mismo cielo. Las cisternas  NO deben estar rotas, ni ser aguas estancadas, no se deben encontrar agua impura, porque son fuente de agua para vivir. Nosotros como cisternas los demás no deben encontrar aguas impuras, de murmuraciones, y puedan los demás puedan encontrar aguas de vida, de buen consejo. Como mujeres la ley de clemencia esté en nuestra boca, sin levadura, sin rencores.

Nosotros somos recipientes que recibimos de la escritura y debemos vaciarnos, trasvasijarnos, sino seremos como aguas estancadas y debe ser un constante renovar de aguas limpias.

Examinemos cómo están nuestras cisternas, ¿está limpia? ¿Hay amarguras? ¿agrietadas? Guardemos el corazón porque de este mana la vida. A Dios no le agrada que esta en mal estado la cisterna nos dice:

“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”, Jeremías 2:13

El foso era un agujero profundo, con diversos propósitos, algunos se usaban como cisternas. José fue echado a un foso por sus hermanos. ¿Cuántas veces hacemos lo mismo con nuestros hermanos? El apóstol pablo nos amonesta para amarnos, sea quienes seamos en Cristo: “Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros”, (1 Corintios 12:25) porque son parte del cuerpo de Cristo. Debemos valorarnos y no hablar mal de nadie, pecando con la lengua los echamos en fosos con lodo cenagosos.

Es desesperante estar en fosos cenagosos, necesitamos que nos saquen de esos lugares, que saquen nuestros pies. Yo estaba en una angustia terrible, estaba atascada, como en un pozo con agua estancada, y no podemos salir porque son tantas las situaciones. Hay mujeres que tienen a esposos inconversos entonces cómo pueden andar, son situaciones fatigosas. En estados así es importante amar el cuerpo de Cristo.

Dios permite los pozos, los fosos cenagosos para fortalecernos y sacar las idolatrías del corazón.

“Y me sacó del pozo turbulento, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre una roca y enderezó mis pasos” Salmo 40:2.

Como dice la palabra, puestos los ojos en Jesucristo, no lo sabemos todo, tener vasijas limpiecitas. No permitamos nada malo en nuestro corazón.

Aprovechemos mientras podamos predicar la palabra del Señor.

Si se siente en un pozo cenagoso pida al Señor que le ponga sobre la roca. No espere a los demás y tire una cuerda. Cualquier proceso como la enfermedad, confié en el Señor, así como lo dijo Job con todo te serviré, eres mi ayudador. Dígase:  Señor aunque no pueda ver ahora, y no me sanes, pueda hacer tu voluntad.

No se esclavice con la falta de perdón. Somos frágiles dependientes del Señor, el Señor nos sacará del pozo de la desesperación, nos dará victoria, Él lo hará. Que amemos de verdad y no fingiendo.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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